Capítulo XLV

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Thomas L.

—¿Señor Lyon, va de viaje?, —dice doña Kassandra a Thomas que espera en una de las tantas sillas dentro del pasillo de abordaje de aeropuerto de San Alba.

—Regreso a París, —responde Thomas.

—Necesito que me firme estos papeles señor Lyon.

—¿Ya los firmó Tomás?

—Si, señor Lyon, la semana pasada, —responde la mujer pasándole el documento. Thomas agarra esos papeles y tras mirar unos instantes firma en donde se le indica.

—Gracias señor Lyon, su divorcio será oficial en cuatro semanas tras introducirlos en los tribunales respectivos, —dice la mujer sentándose en la silla al lado del chico. —¿Qué es lo que realmente desea señor Lyon?, le ofrezco que nuestra agencia le encontrara su alma gemela, si es su deseo, una compañera, o un compañero, sin trampas, sin monedas, sin azar o fortuna; usted introduce sus datos verdaderos, no los que su tía metió por usted, y le se lo conseguimos.

—Creo que una vez fue suficiente; no me arriesgo con su agencia nunca más, —responde Thomas, soltando una risa ligera.

—Es gracioso que ambos opinen igual, —comenta la mujer.

—Tomás tampoco ya cree en su agencia.

—¿Sabe cuando algo deja de ser cierto en ciencia señor Lyon?

—No realmente.

—Cuando aparece el cisne negro que nadie andaba buscando señor Lyon.

—¿No la entiendo doña Kassandra?

—Usted y el señor García son mis cisnes negros señor Lyon.

—¿Rompimos su récord de cien por ciento de eficiencia?

—Puede decirse, pero no, no son la única pareja que he perdido, aunque ustedes son la que más duele, por las circunstancias claro.

—Creo que escucho el anuncio de mi vuelo doña Kassandra, —dice Thomas levantándose de su asiento.

—Bueno es momento de despedirme, que tenga un buen viaje y que consiga allá la felicidad que no consiguió aquí; eso es lo que le deseo el señor García al final, así que le deseo que sea feliz señor Lyon. Bueno mi vuelo pronto será anunciado también, —se despide la mujer que se levanta y avanza.

Thomas duda unos momentos y luego inicia su camino a la puerta de abordaje. Está en la cola de primera clase y luego cae en cuenta de algo y retrocede cuando la oficial de abordaje le pide el boleto.

—¿Algún problema?, —le pregunta la chica.

—Creo que he olvidado algo urgente, pueden hacer el favor de mandar a retirar mis maletas del vuelo, —le dice a la joven y empieza a retroceder.

Camina por los pasillos y finalmente encuentra la puerta de abordaje, en la cola se encuentra la delgada mujer.

—Espere doña Kassandra, —grita cuando ve que la mujer está por entregar su boleto a la aeromoza.

La mujer se devuelve y lo mira unos instantes.

—¿Algún problema señor Lyon?

—Una duda, si usted también viaja, ¿quién se quedó con los papeles del divorcio?

—Cierto, pero no se preocupe por ello, no se me van a extraviar, a mi regreso de dar mis respetos a Lakshmí los introduzco, es un viaje rápido.

—¿Y cuándo se supone que regresa?

—¿Cuánto tiempo le tomará a usted en París darse cuenta de su error?

Thomas & Tomás - Serie: Agencia Matrimonial - 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora