Capítulo XV

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Thomas L.

Thomas no sabía que esperar de su padre, estaba jugando, eso era cierto; ya había entrado en la habitación ayer, provocando que Tomás no se le pudiera parar en toda esa noche. No era divertido follarlo sabiendo que no estaba disfrutando. Al final tuvo que parar, Tomás ya no podía más. Y por mucho morbo que le provocaba a él saber que su padre estaba al lado, tampoco era para torturar a Tomás de esa forma.

Regreso a casa, primero pensando que Tomás ya había decidido terminar con todo; las bromas de la familia que se burlaran de él, o la forma tan fuerte de como folló al otro, sabiendo que este no quería; que eso seguro había sido bastante para el chico; le habían dejado un sabor amargo y triste. Pero cuando supo por Igor que Tomás estaba ahí desde hacía más de dos horas, y no le respondía el teléfono, se enfado.

Bajo al sótano, al cuarto de maquinas y pesas que él había colocado la última vez que regreso a casa aprovechando un permiso largo en la marina; y vio a Tomás entrenando, apenas cubierto por aquel corto y pegado trapo que marcaba su culo redondo, no lo pensó mucho; se estaba volviendo adicto a ese agujero. Tras aclarar los asuntos pendientes y tras sobarse el pie ante la caída de aquella pesa que el otro soltó de repente, bueno, se lo folló como Dios manda.

Ver a Tomás disfrutando mientras lo hacían lo ponía duro; incluso con la consecuencia de terminar con su cara bañada con la leche contenida del otro. Y ese moco sabía bien, muy bien. Cuando terminó de correrse en aquel culito apretado y cayó a su lado, ambos sudaban como animales. El olor era horrible. Reconoce la queja que tuvo su padre más tarde en el comedor. Era una mezcla de sudor y semen penetrante. Pudieron subir al cuarto a bañarse, ya Igor se estaba encargando de limpiar aquel vapor que impregnó el gimnasio abajo. Casi le divertía imaginar al pobre Igor lo que tuvo que hacer para aguantar esos gases asfixiantes abajo. Pero Tomás le había dicho que su padre les iba a permitir, luego de la salida de los empleados, usar aquella casa como quisieran. Eso implicaba que podían estar desnudos y follar donde se les diera la gana.

Pensó que era una broma de padre, él conocía su sentido oscuro del humor; seguramente imaginaba que con las inhibiciones de Tomás a la presencia de su papá cerca, esa oferta nunca se podría dar plenamente. Así que quiso ponerlo a prueba. Tomás insistía en ir a bañarse, pero él tenía hambre, en todo el día no había probado bocado esperando que lo atendieran en la dichosa agencia matrimonial. Iba a cocinar ligero y rápido.

Ya estaban casi listos cuando bajo su padre. Bien era momento de probar si era cierto eso que había dicho. El hombre actuaba como si ninguno de ellos dos estuviera en ropa de Adán. Quiso probar más la libertad que daba el padre y cuando Igor subió para avisar que todo estaba listo, y lo invito a comer con ellos. No era la primera vez que Igor comía en la mesa en las noches con él y su padre. La única diferencia era que habían dos tíos en pelotas en esta oportunidad. Igor era un chico adaptable, todo aquello parecía divertirlo, cree que si le hubieran dado permiso, el niño se hubiera desnudado y hubiera sido una cena nudista.

Quien no parecía amoldarse a esta situación era Tomás. Le divertía como el otro trataba de ocultar sus genitales de todos los mirones, incluso tuvo que aguantar un regaño de su padre para que dejara la idiotez. Igor y él se quedaron lavándolo todo tras comer, mientras su progenitor arrastraba a un muy asustado Tomás a la piscina. Cuando se desocuparon de lavar, y salieron a la terraza, su padre reía. Cuando supo el motivo trató de encontrarle el chiste, eso hasta cuando poco menos que ordenó que el próximo sábado ambos debían follar en esa terraza al lado de la piscina y de paso que Igor los grabara teniendo sexo.

¿Cómo la tortilla se había volteado de esa forma?, eso no lo entendía, se suponía que él era quien iba a incomodar a su padre, y ahora resultaba que más que incomodarlo, lo estaba disfrutando, él se había convertido en la broma y el juguete de su papá. Para colmo el pudoroso Tomás de repente aquella situación le había quitado todos los miedos y sin importarle que su padre estuviera a su lado, había empezado a masturbarse y estaba todo duro en instantes en frente de todos ellos.

Thomas & Tomás - Serie: Agencia Matrimonial - 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora