CAPÍTULO 30

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Los tres sacerdotes se sentían muy tensos; ya se habían presentado muchas interrupciones y el proceso de fusión del Makei con el alma de Loebanna casi terminaba.

Loebenna, aun llorando, sin embargo, comprendió el mensaje y se dio la media vuelta, dispuesta a retirarse, pero no sin antes ver cómo por un momento, su amada hermana había tomado el control del poseso cuerpo por algunos segundos, y le dijo: "Te amo, hermana, mas creo que ésta será la última vez que nos veamos"

"¡¿Qué?!, ¡No digas eso!", exclamó Loebanna, perturbada por lo que acababa de escuchar.

Ambas hermanas emanaban lágrimas de sus ojos, pero éste emotivo momento fue interrumpido cuando el Makei tomó una vez más control del cuerpo de Loebanna, y sus horrendas carcajadas comenzaron otra vez. Al ver esto, Rómulo se desesperó aún más: "Sal de aquí chica, ahora", ordenó a Loebenna con voz firme.

Y así, aún con lágrimas en los ojos, Loebenna sin embargo, salió de la cueva.

El Rey León: CLARO DE LUNA (sobre HIENAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora