CAPÍTULO 41

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Sin que nadie se lo esperara, un gran pedazo de colmillo de elefante (muy puntiagudo, por cierto) entró a la cueva, flotando. El objeto volador logró captar la atención de Taka y Fabana, quienes se le quedaron viendo con curiosidad y a la vez con mucho temor.

Loebenna, quien aún yacía junto al cuerpo de su difunta y amada abuela, se enjuagó las lágrimas con su pata delantera, y miró un momento hacia arriba y emitió un grito ahogado al ver aquella rareza.

La conmoción de todos hizo que los sacerdotes se distrajeran y se desviaran de su objetivo, y el poco progreso que habían obtenido se les había venido abajo, ambos religiosos miraron hacia atrás y vieron el gran colmillo acercarse justo hacia ellos. Y conforme el objeto punzante se aproximaba, el Makei comenzaba a carcajearse, cada vez con más fuerza, mientras decía: "¡Tontos!, ese colmillo no es para atacarlos a ustedes... ¡Es para liberarme a mí!"

"¡¿Qué cosa?!", Decían Rómulo y Shimbekh, alarmados.

"¡Lo que dije!", replicó el Makei de manera enérgica, y agregó; "como he dicho ya, si ustedes utilizan la llama violeta transmutadora, no sólo me exorcizarán, sino que aniquilarán mi ser para siempre, así que antes de que ustedes me hagan desparecer eternamente, yo me liberaré de éste cuerpo, de esta manera ustedes ya no podrán hacer nada al respecto, y yo seré libre de flotar por éste vasto mundo, y viviré en el mundo de Ma'at".

"¡Espera, Makei!", vociferó Rómulo con exasperación, "¿No estarás pensando en--?"

"¡No lo hagas!", gritó Shimbekh, igual de exaltada.

"¡Vaya que sí lo haré!", exclamó el Makei en tono siniestro, "y a ustedes dos les quiero agradecer; si no hubieran interrumpido el ritual tantas veces, yo en estos momentos ya no existiría, pero se distrajeron mucho, y así me regalaron tiempo valioso para completar mi cometido. Sé que, aunque ahorita ustedes comenzaron de nuevo el ritual, ya no les daría tiempo suficiente para detener mi plan".

Shimbekh y Rómulo miraron al suelo, se sentían llenos de impotencia, y sabían que el Makei tenía razón.

"Ahora, prepárense"", dijo el Makei, "lo que verán a continuación, no es algo que se ve todos los días..."

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El Rey León: CLARO DE LUNA (sobre HIENAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora