CAPÍTULO 36

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Los horrorosos alaridos combinados de Loebanna y el Makei se convirtieron en un empuje para que Shimbekh y Rómulo comenzaran el exorcismo sin perder ni un segundo más.

"¡Divina madre, Poderosa Diosa, recuerda!

¡Roh'kash Ne Nabu, Escucha!

Que tus hijos somos todos vulnerables

De los Makeis que despliegan su mal...

Comenzaron los dos sacerdotes, pero de pronto, los gritos, los alaridos, todo cesó quedando en un profundo silencio. Entonces el cuerpo de Loebanna, que hasta ese momento se había conformado por dos cabezas, como por obra de magia, volvió a tener solamente una. Nadie lo podía creer, nadie se había fijado en cómo se había producido éste cambio. Había sido algo muy extraño. Era como si, simplemente la cabeza número dos hubiera desaparecido. Esto distrajo la atención de los sacerdotes, quienes suspendieron el exorcismo por los minutos siguientes.

Pero lo más espantoso de todo, fue cuando la ahora cabeza única del cuerpo de Loebanna tomó la palabra; Su voz sonaba horrible, era como si dos voces –una masculina y otra femenina-, hablaran al mismo tiempo de manera alineada y perfectamente sincronizada, y éstas voces eran fáciles de reconocer; una en definitiva tenía que ser la de Loebanna, y la otra, sin lugar a dudas, no podía ser más que la del mismísimo Makei.

"Por fin se ha completado la fusión", aseguró la horrible voz, "Y ahora que el alma de Loebanna se ha fusionado con la del Makei, he nacido yo; Un nuevo ser mitad Makei, mitad hiena, y yo seré un ser poderoso e invencible. Gracias a esa fusión se hizo posible mi existencia, la existencia... ¡De un Makei tipo Aklenius!"

El Rey León: CLARO DE LUNA (sobre HIENAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora