CAPÍTULO 14
Pero Fabana y su familia no eran los únicos que sufrían; Loebanna también lo hacía.
Ella no hubiera querido que las cosas se hubiesen salido de control. "¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho?", se reprochaba a sí misma una y otra vez, sin parar. A veces se daba de golpes en la cabeza con sus patas delanteras, y lloraba de rabia. Nunca pensó en las consecuencias. Ahora, nunca volvería a ver a aquel hiénido al que había amado porque su vida se había apagado para siempre, y también sentía el peso de la responsabilidad por lo que le había pasado a Edd. Sin embargo, la entidad dentro de ella se burlaba:
"Se lo merecía. ¿No tienes ahora lo que querías?, en el fondo tú deseabas hacerles mucho daño porque tu amor se convirtió en rencor, ¿o no?", decía aquella entidad seguida de una casi demoniaca risa.
A pesar de su dolor y sentimientos de culpa, Loebanna sin embargo sí estaba de acuerdo con las palabras del Makei.
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Pasó un mes, y la maldad en el corazón de Loebanna se incrementaba, producto del pacto con el Makei, quien día a día iba completando su objetivo de hacer fusión con el alma de Loebanna, al grado de que ella misma ya no sabía distinguir cuáles eran sus pensamientos propios, y cuáles eran de la entidad dentro de ella.
Durante ese mes, hubo inactividad paranormal por parte de los dos, ya que el Makei había utilizado toda su energía para hacer aparecer los búfalos y provocar el incidente con Rott, por lo tanto necesitaba recuperar fuerza.
Loebanna se encerró durante ese tiempo a meditar, alabar y rezarle al ser demoniaco dentro de ella, con el fin de hacerlo más fuerte y poderoso... no sabía en el infierno que se metía por hacer eso.
Loebenna, es decir, la gemela de Loebanna, había estado muy preocupada por su hermana; no le gustaba verla tan aislada, así que en más de una ocasión a invitó a salir a divertirse y a caminar por ahí, sin éxito, ya que Loebanna siempre se comportaba de manera grosera con ella. Por tanto, después de varios intentos, Loebenna, simplemente no la volvió a buscar por un buen rato.
Así transcurría todo, hasta que una tarde, un encuentro inesperado cambiaría el rumbo del destino:
Esa tarde Fabana, como de costumbre, había salido a buscar carroña paraqué comieran sus hijos. Durante días, desde la muerte de Rott, ella no había tenido la motivación para salir a cazar presas frescas, así que sus hijos se conformaban con la carroña que ella les llevaba. Recordando, querido lector, que las hienas pueden comer cadáveres putrefactos sin problema alguno.
Fabana le había pedido a Banzai que cuidara de su hermano Edd, pero la que insistió en acompañarla fue Shenzi.
Fabana al principio no quiso, pero como ella iría sola, pensó que la compañía le haría mucho bien, así que terminó aceptando.
Las dos hienas se encaminaron más allá del Cementerio de Elefantes. De pronto llegaron a un terreno algo inestable y fangoso.
Era común encontrar carroña en ese lugar debido a sus inhóspitas condiciones, ideales para buscar cadáveres.
Pero esto le provocó cierto temor a Fabana. Quería proteger a su hija de que algo malo le pasara en aquel lugar, así que le dijo:
"Shenzi, siéntate y espérame. Me adentraré más en este lugar para buscar comida, pero tú no te vayas a mover de aquí".
Shenzi asintió y se sentó. Su madre se adentró más y más dentro de aquel lugar, hasta que se perdió de vista.
Lo que ninguna de las dos sabía, era que alguien las vigilaba muy de cerca.
Loebanna había seguido a Fabana todo ese tiempo. La vigilaba desde un punto seguro.
Ella ya ni siquiera sabía con certeza por qué estaba ahí; sus pensamientos se debatían entre sus deseos de ver sufrir a Fabana su gran rival, entre sus deseos de dejar de hacer daño, el de renunciar a todo el plan, y entre las órdenes del Makei que retumbaban dentro de su cabeza.
Sin embargo, la fusión entre el alma del Makei y la suya estaba casi completa, por lo que la voluntad de él se hacía la suya también. Y la voz de aquella entidad monstruosa ejercía más control sobre la infortunada hiena.
"Tú lo deseas, Loebanna, no lo niegues. Es más tu deseo de hacer el mal que el bien. Yo puedo leer tu mente, y sé que desde que eras pequeña naciste con tendencia a la maldad: Tú eres hija de un padre que recurrió a la magia negra y naciste bajo un intenso Claro De Luna Llena. Eso te hace ser lo que eres."
"¡Claro de Luna Llena!", exclamó Loebanna. Y tras reflexionarlo un poco recordó que hacía ya mucho tiempo, cuando ella todavía era muy pequeña, su padre Krashek había tenido una fuerte discusión con la abuela Kokasha, pero lo que más recordaba de aquello, fue cuando la abuela gritó a su hijo: 'Te lo advierto, Krashek: Cuando un hechicero o una hechicera que ha utilizado magia negra para lograr sus fines engendra un par de hermanos o hermanas gemelas, y estos nacen bajo un intenso Claro de Luna llena, sólo una o uno de estos dos hijos o hijas en el futuro se convertirá en una o un hechicero malvado y perverso, mientras que la segunda o él segundo descendiente simplemente nacerá sin poder espiritual alguno'.
Tras recordar esto, Loebanna lo comprendió todo; si su hermana Loebenna no tenía poderes, y ella sí, eso sólo podía significar que ella era la hija que había nacido con poderes y con tendencia al mal. Esos pensamientos, en cierto modo la horrorizaban, pero también la fascinaban.
Y en el análisis de todo eso estaba, cuando las órdenes del Makei la sacaron de sus pensamientos: "Mira hacia aquella esquina, Loebanna; Fabana le ha ordenado a su hija que la espere allí mientras ella consigue comida. Es tu oportunidad, sólo pídemelo, y yo haré el trabajo por ti... ahora hazlo... pídemelo."
Loebanna dudó por un momento, pero la maldad dentro de ella pudo más que su voluntad.
"Deacuerdo", dijo, "Haz tu parte Makei, y compláceme
La RAE define Fusión en primera instancia como "Acción y efecto de fundir o fundirse", en segunda instancia como "unión de empresas o ideas". Yo para esta historia he utilizado la palabra fusión, efectivamente como "unión", unión de almas. Se puede entender cómo lo define la Wiki Dragon Ball (anime obra de Akira Toriyama), ya que la definición dice así: "La Fusión se refiere al método por en el cual dos personas se unen para formar un solo cuerpo", en este caso serían dos seres unidos en una sola entidad: El Makei, con el alma (no el cuerpo) de Loebanna.
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El Rey León: CLARO DE LUNA (sobre HIENAS)
Hayran KurguClaro de Luna: Historia de dos hermanas hienas: Loebenna y Loebanna; Una de ellas nacida con poderes mágicos asombrosos, adquiridos bajo ciertas condiciones: La maldición del Claro de Luna, que la convierten en una amenaza para todos, mientras que s...