*Cuando por fin llegaron al riachuelo junto al resto de la jauría, lo primero que hizo Shenzi, fue intentar convencer al resto de la jauría para que aceptara regresar al Cementerio De Elefantes; al principio le fue difícil, pero al final y gracias a un milagro, lo consiguió.
Habían pasado dos días de la divertida competencia, cuando de pronto, el sonido de agua corriendo embriagó los oídos de nuestros cuatro amigos hiénidos viajeros.
"¡Escucharon eso!", exclamó Diótima, feliz. "¡Hemos llegado!"
Diótima corrió, y así el resto del grupo la siguió por detrás. Shenzi y Banzai habían reconocido el olor de la jauría. ¡Por fin se reunirían con la familia otra vez!
Al llegar al riachuelo, Shenzi, Banzai y Diótima quedaron impactados, pues éste –que de por sí, nunca se caracterizó por su abundancia- ahora tenía casi el absurdo tamaño de un charco. Todos agradecieron a Roh'kash haber llegado justo a tiempo.
La primera en recibirlos fue Leasha, la madre de Toby. Al verlos regresar, Leasha sintió un gran alivio.
"¡Al fin llegaron!", dijo, acercándose rápidamente a Banzai, y frotando amistosamente su rostro al de él. "estaba tan preocupada", decía. "Se estaban tardando tanto, que creí que algo malo les había sucedido durante el viaje".
Después Leasha se acercó a Diótima: "Su santísima excelencia", dijo, mientras le hacía una reverencia con la cabeza, inclinándola hacia abajo.
Por último se acercó a Shenzi. Su expresión era un poco seria. Shenzi, sin embargo, al verla, sonrió. Cuando se le acercó lo suficiente, en voz baja, Leasha dijo:
"Shenzi, sé que en ocasiones llegué a ser muy dura e insolente contigo... pero, ahora que me quedé a cargo de la manada durante estos días me di cuenta de lo difícil que es estar a cargo. Eres una gran lideresa Roh'mach y quiero decirte... que en verdad lo siento". Acto seguido, Leasha, para demostrar su gran respeto y admiración por Shenzi, le hizo una gran reverencia, cerrando sus ojos e inclinando su cabeza hacia abajo elegantemente, dos veces seguidas.
"¡Tía Shenzi!", se escuchó la voz de un niño, detrás; era Toboe, quien al ver a Shenzi, corrió hacia ella, como si fuera un bólido. Al llegar a ella, la llenó de tiernos lametazos que Shenzi le devolvió igualmente.
"¡Toby!", exclamó Shenzi, "¡Mi pequeño!"
"¡Te extrañé mucho!, dijo Toboe, con lágrimas en los ojos. "¡Me alegra que ya estés de vuelta!"
El tercer gran momento, y esta vez no sólo para Shenzi, sino para Banzai, fue cuando Edd, su amado hermano los recibió; apenas los vio, se alegró mucho, y fue corriendo, primero hacia Banzai, lanzándose hacia él, como hacen los perros emocionados al ver a sus dueños regresar a casa tras haber estado fuera, lo tumbó al suelo y comenzó a darle de lametazos cariñosos:
"¡Changos!", exclamó Banzai, entre risas. "ya extrañaba estas babas tuyas".
Entonces la lunática hiena, asintió bruscamente con la cabeza, con la lengua de fuera, y soltando saliva a causa del movimiento de su cabeza.
Al ver a Shenzi, en el rostro de Edd se dibujó tremenda sonrisa de oreja a oreja. Su cola se movía tanto, que incluso la parte baja de su cuerpo comenzó a desplazarse de un lado a otro de manera impetuosa también, y aunque sin hablar, podía verse en su mirada su inmenso gozo al ver a su querida hermana otra vez. Así pues, con toda la velocidad que sus patas le permitían, corrió y se abalanzó sobre Shenzi, tirándola al suelo con cómica violencia, y como un can contento comenzó a lamer el rostro de ella con gran ímpetu.
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El Rey León: CLARO DE LUNA (sobre HIENAS)
FanfictionClaro de Luna: Historia de dos hermanas hienas: Loebenna y Loebanna; Una de ellas nacida con poderes mágicos asombrosos, adquiridos bajo ciertas condiciones: La maldición del Claro de Luna, que la convierten en una amenaza para todos, mientras que s...