CAPÍTULO 35

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Aquel asesinato abrió las puertas del dolor, la conmoción y la desesperación.

Impactados por lo que acababan de presenciar, Fabana, Taka y Shimbekh ahogaron un grito, aquella escena había sido horrible para todos.

Loebenna y Loebanna veían con importancia como su amada abuela cerraba los ojos para siempre. A continuación, las hermanas gemelas soltaron un llanto profundo y desgarrador, un llanto desde lo más profundo de sus corazones.

"¡Abuelita!, ¡Nooo!, ¿Porqué?, ¡¿Por qué?!", berreaba Loebanna. Una tras otra las lágrimas emanaban de su rostro como gotas de lluvia. Ella deseaba correr hacia el cadáver pero no lo consiguió porque a pesar de que ella aún tenía el control sobre su verdadera cabeza, sin embargo el Makei a pesar de ser solamente la segunda cabeza en el cuerpo era el que tenía el control casi absoluto del cuerpo, así que, con sus poderes malignos él había sido capaz de impedir que Loebanna se moviera. "¡Lo lamento, abuela! ¡Lo lamento tanto!", decía Loebanna entre fuertes sollozos desde el lugar donde yacía, "¡Yo tuve la culpa de todo!, ¡Yo la tuve!", y todo esto lo decía, mientras que la cabeza que estaba a su lado sólo se burlaba con groseras carcajadas.

Loebenna sí pudo acercarse a Kokasha, así que se colocó en posición de esfinge junto a ella, su llanto era silencioso, pero invadido por la aflicción, y de ahí no se quiso volver a mover durante un buen rato. Loebenna quería permanecer al lado de la que había sido su amada abuela.

Entonces fue cuando Rómulo confrontó al Makei, el tono de su voz sonaba acusador, condenatorio: "Esta vez sí que sobrepasaste la línea, Makei. Has cometido una infamia al haber asesinado a una sacerdotisa tan buena y llena de luz como Kokasha. Con ese acto tan terrible has traicionado a la hiena que por mucho tiempo te prestó su cuerpo y te dedicó devoción, es decir Loebanna. Eres repulsivo Makei. Y por eso, los sacerdotes que quedamos, te exorcizaremos de una vez por todas".

Tras decir esto, miró a Shimbekh y le ordenó: "Shimbekh, ayúdame a crear un campo trasmutador de energía violeta para aprisionar a este Makei: No será fácil, pero entre tú y yo intentaremos deshacernos de éste demonio para siempre".

"Sí", respondió Shimbekh de inmediato, con voz seria.

Al escuchar esto, Taka sintió curiosidad, así que miró a Fabana y le preguntó: "Mutty, ¿Qué es la llama violeta transmutadora?"

"Es una flama espiritual muy poderosa que al ponerse en contacto con una energía o ser maligno, transforma todo lo negativo de esa energía o ser en positivo, y en el caso de los demonios también los aniquila por completo", respondió Fabana de forma lenta y pausada.

De pronto, el Makei Habló con voz espantosa:

"Lo siento, pero ha concluido el proceso".

Y de manera inesperada, tanto la cabeza de Loebanna, como la del Makei, comenzaron a gritar de formas espantosas, de ultratumba, como si ambos sufrieran de una tortura terrible.

Todo el mundo ahogó un grito ante semejantes berreos.

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El Rey León: CLARO DE LUNA (sobre HIENAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora