Prólogo

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La gente dice que las almas gemelas están destinadas a conocerse, pero no a enamorarse. Algo muy deprimente ¿no? También hay otros que dicen que encontrarte con tu alma gemela depende de si el destino así lo quiere. Bueno, la cosa es que uno nunca sabe si está con su alma gemela o no, o si la va a encontrar algún día. Ojalá el mundo nos pusiera en un cartel «Si doblas a la derecha, te encontrarás con aquella persona especial en la primera casa que veas» pero, tristemente, esto no es así.

O tal vez ni siquiera existan las almas gemelas y, simplemente, tengas una conexión más fuerte con una persona en específico. Pero, ¿quién sabe? Hay demasiados misterios en este mundo que todavía están sin resolver. Así que, ante estos misterios, uno adopta su propio modo de ver la vida. Cada uno tiene su propia filosofía y su creencia. Pero, uno nunca se pone a pensar que, a lo mejor, una persona muy cercana a ti sea tu alma gemela. Hay veces que puede resultar hasta descabellado pensar que tu mejor amigo sea tu complemento. Y es que hay tantas cosas inexplicables; unas son más complicadas de entender que otras, y más si se trata de temas como la espiritualidad, o la compatibilidad, o los sentimientos.

Sin embargo, ya aprendimos a vivir esta vida misteriosa e impredecible. Es como un océano: solo conocemos el 5% de ella; un día puede estar todo calmo y sereno, y al otro, sin previo aviso, hay un tsunami. Y un claro ejemplo de esto es la vida de nuestro querido Rubius. Un joven algo rebelde y bromista que vive en un pueblo llamado Karmaland que está alejado de ser un lugar tranquilo. Aunque, él ya se acostumbró a vivir así, ya que su filosofía era que un poco de aventura y drama no venía mal a la vida. Lamentablemente, todo aquello se derrumba al tener que afrontar la pérdida de su mejor amigo: Mangel.

¿O tal vez de su complemento y alma gemela?

Almas unidas (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora