Capítulo 11

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10 de julio - 1970

Había crecido con un corazón chapado a la antigua, no tenía ojos para fijarse en el cuerpo perfecto o en un traje costoso. Había querido con todo su corazón, y esas mismas experiencias han marcado la cobertura de su frágil alma. Fue lastimado sin razón alguna, dejándole en el camino heridas sin sanar, que, con el pasar de los años se han transformado en un gran lago lleno de inseguridades y miedos. Inseguridades y miedos que flaquearon cuándo sintió los labios de la castaña sobre los suyos, asustado, sin saber hacia donde correr. Paralizado por el miedo de volver a ser herido, lleno de miedo por no poder controlar su corazón ante la presencia de Ciara, lleno de miedo de no ser lo que ella merecía.

Ésos cuatro días después del beso, trató de apagar sus sentimientos, trató de controlar sus impulsos, y de callar todo lo que su corazón le pedía a gritos que soltara. Estaba dejando que sus experiencias pasadas lo atraparan, y anularan lo único real que había sentido a lo largo de su vida. Se sintió como un cobarde.

- ¿Y bien? - Preguntó Clare. Una rubia de ojos verdes, que había conocido en un bar hace menos de un año. La sexta mujer con la cuál se acostaba en estos cuatro días.

Él simplemente negó, al momento en el que sus manos tomaron las sábanas y cubría su cuerpo desnudo.

- Vístete y vete. - Pidió de una forma tajante, tratando de volver culpable a la chica.

La chica comenzó a vestirse bajo la indiferente mirada de Roger, mientras soltaba uno que otro insulto a quien venía siendo su compañero de cama desde el momento en el que se conocieron.

Un portazo fue lo último que escuchó Roger, para luego perderse en la oscuridad de sus pensamientos, sintiéndose patético, comprendiendo que ningún polvo podía hacer desaparecer la sensación que dejo aquél fugaz beso. Su simple recuerdo lograba robarle el aliento, dejandolo sin palabras ante lo que su corazón quería aceptar.

- Que agradable sorpresa ver nuevamente a Clare, en especial por la parte en la que me insultó por saludarla. - Un Brian completamente sarcástico, ingresaba a la habitación de Roger.

- Estoy desnudo. - Comentó el rubio, cuándo notó que a su amigo parecía no importarle el escenario en el que se encontraban.

- ¿Y? - Su mano viajó hacia el suelo, haciendo contacto con la tela de unos bóxer, para luego lanzarlos sobre el rostro del baterista, quién de una manera rápida y torpe, comenzó a colocarselos debajo de las sábanas.
- Eres la persona mas idiota que existe. -

- ¿Gracias? - Respondió confundido, mientras se sentaba en la cama y veía como su amigo se cruzaba de brazos.

- ¿Tú acostándote con todo lo que se mueve, en los últimos días? ¿El regreso de Clare? Deja de comportarte como un completo idiota, y acepta lo que en verdad sientes. -

- En mi defensa, nunca deje de acostarme con Clare. - La sonrisa tímida de Roger, fue lo que hizo que el enfado de Brian creciera. Él conocía los sentimientos que Roger tenía hacia Ciara, ya que el mismo baterista se los había confesado. También era conocedor de los miedos e inseguridades que abrazaban al rubio, y como amigo, se veía en la obligación de ser duro con él para que luego no se arrepienta de no haber actuado a tiempo. - Estoy haciendo lo que hice siempre, y antes no parecía afectarte. -

- Antes no estaba Ciara. Piensa bien las cosas, Roger. - Finalizó, para luego salir de la habitación, dejando al rubio sólo. Permitiéndole que se pierda en la profundidad de sus sentimientos.

•.•.•.•

Su caminar pesado chocaba contra los últimos escalones. Pequeñas gotas de agua se deslizaban por su cabello rubio recién lavado, haciendo impacto contra el frío suelo.
Unas intensas risas, lo despertaron de la profundidad de su descanso, no tenía humor para levantarse, hasta que la risa de Ciara llegó como brisa hasta sus oídos. Regalándole las ganas que le faltaban para querer levantarse de la cama, y ​​salir a enfrentar lo que molestaba su interior.

- Bien hecho Freddie, ahora comeremos pasto, al igual que Brian.- Escuchó como la voz de John se acercaba acompañada de pasos.
La imagen de Brian, Freddie y John, no tardó en revelarse ante sus ojos. Brian giraba los ojos cada vez que John soltaba alguna queja, y Freddie se tapaba la boca para evitar reír.
- Vamos a la tienda, ya que Freddie quemó gran parte de la comida. - Le comentó John a Roger, para luego abandonar la sala, y no dejar que el rubio le contestara.

Y fue en ese momento cuándo la realidad cayó como agua congelada. Poniéndole el escenario perfecto para estar a solas con la castaña.

- ¿Ciara está en la cocina? - Preguntó, tomando el brazo de Brian antes de que éste salga de la casa. El rizado le sonrió de una manera cómplice, mientras asentía con un ligero movimiento de cabeza.

- No lo arruines. -

Su destino lo había encontrado, la verdad se mostró ante él como un demonio a media noche. ¿Cómo lo hace? se preguntó, ¿cómo hace para tener este efecto en mí?

La chica le daba la espalda, mientras mezclaba algo en un tazón. Estaba concentrada, Roger lo notó cuándo vio como su pié izquierdo descansaba sobre el derecho, en este corto tiempo se había permitido aprender de cada poesía que desprendía el cuerpo de Ciara al momento de realizar alguna actividad.

- Si no te atreves a compartir tu tiempo con la persona que te detuvo el reloj desde la primera vez que la escuchaste reír, eres un idiota. - Las palabras de Brian golpearon su mente, cuándo la chica giró sobre sus talones para tener visión del chico que estaba parado a mitad de la cocina.

- Sólo vine a buscar una cerveza. - Comentó, para luego arrepentirse por no decir algo que mantenga la mirada de la chica sobre él. Un neutro bien, salió de lo labios de Ciara, quién giró nuevamente para seguir con su mezcla. - ¿Qué haces? - Volvió a preguntar, pero ésta vez sonó tímido. Dejando en el camino toda la valentía que poseía el Roger mujeriego al que uno estaba acostumbrado a toparse.

- Hamburguesas vegetarianas. -

- John dijo que Freddie quemó algo. -

- Freddie quemó el pan. - Una risa se perdió en la comisura de sus labios, al recordar la expresión de su amigo cuándo abrió el horno y sacó el pan completamente negro.

- ¿Podemos hablar? - Su interior temblaba con cada paso que daba para estar más cerca del cuerpo de la chica.

- No hay nada que hablar, todo está bien. -

- Mi intención jamás fue irme de esa forma, tuve miedo. - Su sinceridad golpeó el interior de la chica, haciendo que girara para conectar su mirada con los azules ojos de Roger.

- Yo confundí las cosas, no es tu culpa. -

- Si no te atreves a bailar con quién te enseñó lo que es la música, eres un cobarde. - Nuevamente la voz de Brian atormentaba su mente, siendo el último empujón que necesitaba para reaccionar de una vez.

De una forma delicada, tomó los codos de la chica, haciendo que dejara a un lado su actividad. Ciara lo miraba tratando de buscar una pista de lo que ocurría en el interior del rubio. Pero él fue más rápido, haciendo un acto de justicia, callando a su pesado corazón, capturando los labios de Ciara, volviendo a sentir esa electricidad atreves de su cuerpo, volviendo a sentir la libertad de sus sentimientos. - No confundiste nada.- Finalizó, para volver a fundirse en la calidad de aquellos labios que le quitaron el sueño.

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HOLAAA, bue re emocionada.
Ya llegué yo con mi mierdero.
Ojalá les guste✨
Lxs amo🌈

Hold On (Roger Taylor) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora