Capítulo 26

398 40 107
                                    

21 de marzo. - 1971

3:30 am.

Un año. Hace un año que conoció a Roger ese día.
Un año. Un año y sus lágrimas seguían cayendo por sus mejillas.

Giró la vista, George conducía y su rostro reflejaba terror, palidecía de apoco y su mandíbula se tensaba haciendo notar la vena de su cuello. Volvió a girar la vista buscando algunos ojos que le devuelvan un poco de tranquilidad, Freddie, le sostenía fuertemente la mano mientras se mantenía acariciando los cabellos cortos de Ciara, susurrando palabras para calmar a su amiga.

Su mente se perdía entre la realidad y lo vivido a lo largo del último año. Su pecho dolía y con una corta respiración trataba de calmar el dolor de su corazón. Pero solo podía verlo a él, sus pupilas dilatadas y sus mejillas rojas. Trataba de convencerse y creer que ese no era Roger, pero todavía tenía aquella imagen en la retina de los ojos.

Su corazón terminó de romperse cuando una punzada en el vientre se hizo presente acompañada de sangre escurriéndose entre sus muslos.

- Tranquila, tranquila, todo estará bien. - Las manos de Freddie sostenían la cabeza de Ciara.
- ¡Conduce más rápido, maldición! - Gritó haciendo que George pisara el acelerador a fondo.

- ¡Eso hago! - Respondido desesperado el rubio. - ¡Nada de esto estaría pasando si el estúpido de tu amigo se hubiera comportado!

Ciara se retorció de dolor mientras se aferraba al brazo de Freddie, dolor de estar perdiendo a su bebé, dolor de haber perdido a Roger.

20 de marzo. - 1971

13:00 pm.

Su día laboral comenzó tarde, el despertador le jugó una mala pasada y la pesadez mandaba sobre ella. Había llegado a la tienda de música con la excusa de tener un malestar estomacal, lo cual Mike no creyó pero no acotó nada ante la chica, le dejaría pasar esa.

Ciara se mantuvo callada todo el rato, un fuerte mareo la venia siguiendo desde el día anterior y todo parecía ir en cámara lenta para la chica, no tenía muchos ánimos aquel día.

- Hora del almuerzo, Ciara, descansa un rato. - Dijo Mike mientras se acercaba a ella. El hombre era el abuelo que nunca tuvo y siempre soñó, era cálido y sumamente tierno con ella.

- Ya almorcé. - Mintió. Desde hace dos días que era incapaz de retener algo en su estómago, su hijo parecía querer matarla de hambre.

Mike alzó una ceja y negó. - ¿En qué momento? - Indagó, podía sentir que no todo estaba bien, tenía mínimas sospechas de que algo afectaba a la chica pero no se sentía con la suficiente confianza como para preguntarle directamente.

- Hace unos momentos. - Pensó alguna otra mentira. - Tomé té. -

- El té no es un almuerzo. - Respondió yendo hacia la habitación que usaban para descansar. - Ten. - Posicionó una bolsa de papel madera frente a ella. - Estás pálida, debes alimentarte bien. - Ciara sonrió agradecida mientras sus manos abrían la bolsa.

- ¿Qué es esto? - Preguntó con desagrado cuando el olor a pescado inundó sus fosas nasales. Había notado que ciertos olores y cosas que antes le gustaban ahora solo le generaban asco, como por ejemplo el pescado.

- Ensalada de atún con pan de ajo. - Dijo el hombre terminando de colocar la comida frente a la chica.

Ciara se levanto bruscamente y se dirigió lo más rápido que pudo al baño. El olor se había quedado en su nariz y eso lo único que hacía es que siguiera vomitando.
Luego de unos minutos recupero la compostura, se lavó y volvió donde Mike. Este la miraba asombrado buscando alguna respuesta de su parte. La chica tomó asiento en lugar que le correspondía detrás del mostrador y le sonrió al hombre.

Hold On (Roger Taylor) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora