5. La Llamada

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Ya ha pasado una semana desde que salí de casa de Joe, las heridas físicas van sanando pero las psicológicas siguen igual o peor.
Ayer me llamaron del trabajo, querían saber si iba a volver, les dije que por ahora no, mi jefa me dijo que todos los días Nil y Adán venían y preguntaban por mi.

Me sentía mal porque ellos se han portado muy bien conmigo y se merecían una explicación de mi comportamiento, por otro lado me daba mucha vergüenza decir la verdad, aunque a estas alturas creo que todo el mundo sabe lo que sucede.
Jessica así se llama mi jefa me pidió que apuntara un número de teléfono y que cuando estuviera preparada que llamará, aunque solo fuera para decirle Adán que estaba bien, me dijo que siempre tendría un puesto de trabajo en su bar.
Es grato saber que la gente aprecia el trabajo que haces.

Estoy pensando irme unos días para poder estar tranquila y pensar que quiero hacer en la vida, mucho tiempo como estoy ahora mi cuerpo y mente no podrán aguantarlo.

3 semanas después....

Estoy en una casita en la montaña, nadie sabe dónde me encuentro, la alquile para mi sola. Hay que poner las ideas en claro y necesito analizar todo muy fríamente.

Mientras busco en el bolso el tabaco y el mechero me encuentro un papel arrugado y hecho una bola, cuando lo abro resulta ser el número que Jessica que obligó ha apuntar.

Enciendo un cigarro y cojo el móvil voy marcando el número lentamente, le doy a marcar, mientras espero a que conteste fumo con más ansiedad.

Llamada telefónica...
Adán :
- ¿Aló? - ¡Qué Alo ni pollas, di hola cabron! Dice Nil poniendo el manos libres.
Me sacan una sonrisa, siempre están igual.
Lilith :
- Perdón, lo siento mucho - Es lo único que sale de mi boca, estoy muy avergonzada.
Adán y Nil:
- ¿Pequeña eres tú? - preguntan a la vez.
Lilith:
- No se a que pequeña esperáis, -les digo riendo.
- ¿Como estáis? Me alegra mucho escucharos como siempre.
Adán :
- ¿Dónde estás? Queremos verte, te echamos de menos.
Lilith :
-Estoy fuera, he alquilado una casita y he venido unos días, necesito pensar muchas cosas y también dejar de pensar.
Nil:
- ¿Podemos ir a comer contigo? Seremos discretos y luego por la tarde te dejamos tranquila. ¿Que dices?
Lilith :
- No sé, es que no me fio mucho de Joe, aparte discreción es vuestro segundo nombre - Me rio al notar que se ofenden.
Adán :
- Nil pídele la dirección y voy pagando para salir ya.
Nil:
- ¡Te vamos a cuidar como la princesa que eres!
Lilith:
- Hay una cosa que no entiendo, se supone que solo he llamado para disculparme y de repente estáis viviendo a comer y a pasar el día, ¡me habéis liado carbrones! - Y nos reímos los tres.
Adán :
- No puedes sucumbir a nuestros encantos... - Dice con voz sensual - ¿Entonces nos vemos en un rato?
Lilith :
- ¡Sí! Y traeros bañador tenemos una piscina y un jacuzzi. Te mando la dirección.
Nil:
- ¡Perfecto!
Lilith :
- No corrais ni hagáis el tonto con el coche, por favor. Os hecho de menos.

Cuelga la llamada y nota como mi corazón palpita rápido y tengo una sonrisa en la cara. Me siento bien con ellos y con Adán me siento a salvo.

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