Si me hubieras preguntado, te hubiera dicho SÍ

17. Faltan Piezas

Adán

Ya sabíamos que no iba a ser fácil que aceptará el regalo, el dolor de cabeza que traigo es brutal, todo el viaje escuchando a Nil protestar, "date prisa", "se me duermen las piernas", "cambiame el sitio", etcétera, etcétera. Pero cuando nos ha abrazado, con lágrimas en los ojos, diciendo que significamos mucho para ella y que nos quiere, ya se me ha olvidado todo, escuchar eso es el mejor regalo que me ha podido hacer.

Tengo la sensación que está menos rota y que va curando. Sé que es lento, que estaba destrozada en todos los aspectos posibles, pero hoy tenía un poco de luz en los ojos, es la primera vez que los veo así. Siempre tenía la mirada oscura y de un color mate.

Cada vez que le doy un beso en la mejilla, se me eriza la piel, no puedo imaginar como será besar sus labios... Ha de ser estar en el paraíso, un paraíso lleno de mariposas como las de mi estómago cuando me roza. ¿Qué me está pasando? Siempre he tenido ojos para varias mujeres y ahora sólo los tengo para ella, es como si estuviera hechizado.

- ¿Queréis una cerveza? - Pregunta Lilith desde la cocina.
- ¿Quieres centrarte? - noto un golpe en el brazo - ¡Hermano así no montamos esto ni queriendo!
- Perdona estaba en otro lado.
- Sí, ya me conozco tu lado - empieza a reírse - ¿Ese lado no empezará por L? Es que ya se te nota mucho, me parece que he perdido a mi compañero de juergas sexuales. - Pone cara de pena.
- ¡Quieres parar de decir tonterías!
- Si quieres llamarlo tonterías por mi perfecto.

¡Por Dios! No me he recuperado del coche y ya está liado otra vez. Parece que lleva "pilas duracel".

Veo que empieza a sacar cosas de la caja, cuando lo tiene todo esparcido empieza a cruñir, mis neuronas necesitan un poco de silencio, voy a buscar algo para beber, abro la nevera y escucho una voz detrás mío.

- ¿Estás bien? Ya he escuchado que estabais en pleno conflicto marital. - Se escucha de fondo a Nil quejarse y habla algo de una escalera. - Tienes mala cara, si quieres acuéstate un rato y ya me encargo de tu marido.
- ¿De verdad soy importante para ti? - Es lo único que sale de mi boca, noto sus manos en mi cintura y la miró. - Necesito escúchalo de nuevo. - le digo.
- ¿Lo dudas? - tiene esa luz en los ojos otra vez. - No eres importante, eres muy importante para mí - me abraza y apoya su cara en mi pecho, yo la abrazo y apoyo mi cabeza en la suya.
- Tú también eres muy importante para mí - respiro su olor - Eres mi niña.
- Pero yo aún no puedo estar íntimamente con un hombre - noto tristeza -necesito tiempo para superar situaciones que para una pareja son normales.

Al escuchar estas palabras me doy cuenta que verdaderamente esta muy lejos de poder estar con alguien, o mejor dicho conmigo, noto tristeza, decepción, pensaba que estaba más cerca, pero creo que esta más lejos de lo que quería creer.

- Coge el tiempo que necesites, cuando veas que puedes estar con alguien, si quieres podemos probar y sino no pasa nada, lo importante es que somos amigos y siempre lo seremos. Vamos a tu ritmo. ¿Sí? - Intento ser lo más correcto posible.

- Descansa y voy a ver como le va. - Me dice con dulzura y señalando hacia Nil.
- Fumo un cigarro y salgo.

Ella asiente y veo que sale al jardín. Pero creo que algo se ha roto en mí. Es como si me hubieran machacado las ilusiones, tengo una sensación de... vacío. Y realmente no entiendo que me pasa. No me apetece hablarle.

Nil

- Hola pequeña - Ella me sonríe - ¿Ya está más tranquilo "el señor mal humor"?
- Déjale unos minutos solo y ya lo tendrás de vuelta.
- ¿Tú ves la escalera? - le digo.
- ¿Qué escalera?
- La de la foto - y le señaló la caja - ¿A que estáis esperando? Los dos estáis deseando.
- Le he dicho que necesito tiempo - le explico
- ¿Y que dice él?
- Que tome el tiempo que me haga falta.
- Eso está muy bien. En un buen tío, con mal humor, - me rió -pero es legal. Hacéis buena pareja.
- ¿Tú lees lo que compras? - Me dice riendo.
- Más o menos, yo soy más visual. - me rió también.
- Entonces visualiza lo que pone. - Me señala unas letras pequeñas.
- Escalera no incluida. ¡¿Qué?! ¡Malditos estafadores! - Serán hijos de puta, el tío de la tienda ya lo podía haber dicho.
- En pocas palabras que tienes que ir a comprar una escalera.
- ¿Te hace gracia? - lo digo molesto.
- La verdad es que sí. No te ofendas pero eres todo un espectáculo. - Se que no lo dice para insultarme.
- Pues ves a decírselo a tu amor. - le digo con rintintin.
- ¿Y porque no vas tú?
- Porque a mi me chilla y a ti no. - se empieza a reír - Antes de irte porque no me preparas un...
- ¿Porrito? - asiento con la cabeza
- Es que no los sé liar.
- Ahora vengo.

Lilith

Entro en busca de Adán
- Tenemos un pequeño problema, porque no leéis las cosas.
- ¿Qué sucede?
- Pues que alguno de nosotros tiene que ir a buscar la escalera de la piscina. - le digo - si quieres dejame el tiket, el coche y voy a buscarla. Así descansas.
- A ver vamos fuera. - Se dirige a donde está Nil.

Se le ve bastante cansado, quiere parecer fuerte pero la cara le delata, aparte le tiene que doler los golpes de anoche, yo estoy que no me puedo mover y solo recibí dos y el recibió bastantes

- Hermano hay que ir a por la escalera, la vendían por separado - Le explica Nil.
- Entonces voy y tu te quedas con Lilith y la vais montado.
- Mejor que vaya contigo, no tienes buena cara.

Nos vamos los dos, antes de subir le pregunto si quiere estirarse y yo conduzco, dice que está bien. No sé qué le pasa, lo noto raro, esta distante.

Llegamos a la tienda, durante el camino ha estado en silencio, un silencio incómodo.
- ¿Te encuentras bien? - Me está empezando a preocupar.
- Estoy bien - Lo dice sin mirarme.
- ¿Te ha molestado algo que he dicho?
- No, lo único que estoy cansado. - Me guía hasta dónde han estado antes comprando.

¿Pero que ha pasado aquí? ¿Creéis que Lilith superará sus demonios y podrá tener una relación?

Esto parece que se está liando más....

Os deseo un buen fin de semana y gracias por vuestro cariño.

Saludos
Carmen.