39. Yo Cumplí, Ahora Me Toca Pedir

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Este capítulo esta clasificado como +18 se describen contenidos sexuales.
Espero y deseo que lo disfrutéis.

Lilith

Hoy ha sido un día bastante entretenido, me lo he pasado genial con Adán en Barcelona. Es una persona muy especial, me hace sentir importante.

Hacia mucho tiempo que no pasábamos tiempo a solas, como hoy o como cuando estábamos juntos.

No puedo hacerme ilusiones, soy muy consciente de la realidad de mi vida y creo que él se merece estar con una mujer que le pueda dar una buena vida.

Después de descargar las compras y guardarlas me ha traído al bar, dice que como luego todos vamos a cenar en mi casa es tontería ir con tantos coches.

Desde la acera puedo ver a Elsa, está hablando con un hombre, nunca lo he visto por aquí, la veo un poco nerviosa. Él parece conocerla, los observó un rato, hasta que ella me ve y le dice algo a él.

— Buenas tardes. — Digo al entrar, algunos clientes cuando me ven me devuelven el saludo, me acerco a la barra. — Hola Elsa. ¿Todo bien? — Le digo mirando tipo que habla con ella.
— Hola Lilith, sí todo bien. — Cuando dice esto último baja la cabeza.
— ¿Estas segura? Si te está molestando sólo dilo. — El tío me mira y empieza a reír.
— ¿Y tú quién eres? Superwoman.
— Soy la que decide quién puede tomar algo aquí o quién se va a la calle. — Lo miro desafiante. — Te aseguro que no me tiembla el pulso cuando tengo que echar a alguien.
— Eh eh — Levanta las manos como si se rindiera. — Sólo estoy hablando con mi ex mujer.
— Marc será mejor que te vayas, ya te llamaré y hablamos. — El tono de Elsa es como si le estuviera suplicando.
— Está bien, no quiero que te echen del trabajo, no me apetece tener que mantenerte otra vez. — Deja un billete en la barra y se va.
— Elsa ve dentro, ya me quedo yo. — La miro con una sonrisa.
— Gracias pero estoy bien.
— Como quieras. ¿Preparada para esta noche? — Intento cambiar de tema.
— Aún estoy flipando con lo de ayer...
— ¿Lo de mi coche? — Me rio y ella se pone roja.
— Bueno eso también... Pero me refería a lo del restaurante.
— ¿Lo del tanga? — Asiente con la cabeza.
— Creo que nunca podría hacer algo así. — Confiesa.
— Yo tampoco creo que lo haya hecho, pensaba que no iban a llegar tan lejos. — Le digo honestamente. — Pero te aseguro que esta noche nos lo vamos a pasar muy bien.
— ¿Qué tienes pensado? — Pregunta curiosa.
— Ya lo verás, si puedes llévate billetes, por ejemplo en vez de llevar un billete de 50€ lleva uno de 20 y tres de 10.
— Ahora si que me has dejado más perdida que antes. — Levanto mis hombros y no puedo evitar reírme.

Aunque parezca extraño Nil ha traído su coche, supongo que luego se irá con Elsa. Ellos van en un coche, Adán y yo vamos en el él.

— Nil te tengo una sorpresa — Le digo mientras entramos en casa.
— ¿A quién a mí? — Me mira extrañado. — ¿Qué es un kit de limpieza para tu coche?
— Muy gracioso. — Me burló de él. — Aunque no es mala idea...
— ¿Y la sorpresa es solo para mí? Pequeña no te lo tomes a mal pero a estás alturas no me fio mucho de ti. — Los tres nos reímos con sus palabras.
— La venganza es un plato que se sirve en frío, así que la mía será después de cenar. — Le guiño un ojo. — ¡He comprado una tele!
— ¡¿Qué?! ¿Es en serio? No juegues con mis ilusiones.
— Pregúntale a tu marido, a ido conmigo a comprarla. — Busca desesperado que Adán se lo confirme.
— ¿Y porqué tanto revuelo por una televisión? — Dice Elsa. — No entiendo nada, de verdad que sois muy raros...

La miramos los tres, ¿desde cuando somos raros? ¡Jajaja! Quizás desde fuera podemos dar esa impresión. Nil le pone el brazo por encima y le habla tranquilamente, supongo que no utilizará la forma de hablar de ¿"eres tonta"? Se está jugando meterla en caliente luego.

Si me hubieras preguntado, te hubiera dicho SÍ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora