18. Nuevo Comienzo

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Adán

Hace rato que hemos llegado, esta casi montada. La verdad es que ha sido un viaje raro, estoy bajo de moral, supongo que todos intentamos ver las cosas como mejor nos hacen sentir, quizás por el miedo a la realidad.

- ¡Ya solo falta llenarla! - Dice Nil con orgullo mientras mira la piscina - Hasta que no nos bañemos aquí no duerme ni Dios, me he dejado parte de mi salud aquí.
- Yo de ti iría con cuidado - la mira Nil estrañado.
- ¿Por? - Ya van a empezar, prefiero mirar el espectáculo tomando una cerveza.
- A ver si te quedan cristales en las piernas o en el culo y rajas la piscina - ¡Esta es mi niña! ¡Pleno en todas las pelotas! Jodete por el viaje que me has dado.
- ¿Te crees muy graciosa? - Se nota que le ha dolido, ¡jajaja! Me lo estoy pasando genial. - Te vas un rato y vuelves con la gracia de este - Señala hacia mí - No me quiero imaginar cuando compartáis fluidos. Voy a poner la manguera.- Lo dice como si fuera una diva.

Una piscina de 4 metros de largo por 3 de ancho y 1.5 de profundidad este se cree que se llenará mientras cenamos.

Estábamos con el cachondeo de que Nil estaba desesperado por bañarse, como un niño pequeño.

- Sabéis... - Habla Lilith mirándose los pies - Ayer cambió la imagen que tenía de Joe, por primera vez no lo vi fuerte. Lo vi débil, una persona con debilidades.
- ¿Quieres hablar del tema? - le digo, ella solo asiente - Me gustaría, pero antes me pondré una copa.

Lilith

Me pongo un vaso con hielo y whisky.
- ¿Tú nunca bebes eso? - Veo como Adán le hace una señal para que no me diga nada y me deje hablar.
- Hoy sí. - Me estiró en el césped y me pongo a mirar el cielo.

Se estiran cada uno a un lado. Noto como Adán coge mi mano y mira al cielo también.

- Al principio era una persona maravillosa, siempre pendiente de mí, yo pensé que era el amor de mi vida. Durante el primer año y medio teníamos discusiones como cualquier pareja. - Hago una pausa para poder seguir - Un día salimos con otra pareja, eran amigos nuestros, cuando lleguemos a casa, me empezó a gritar, que al igual que él todos habían notado que estábamos tonteando su amigo y yo, al intentar explicarle que aquello no era verdad fue cuando me golpeó por primera vez. Al momento empezó a pedirme dispulpas, que no sabía por qué lo había hecho.

No se oye nada, están callados, no quieren interrumpirme, solo noto como Adán aprieta mi mano suavemente.

- Todo iba bien otra vez, yo lo había perdonado y volvíamos a ser la pareja feliz. Un día llegué tarde del trabajo porque a todos nos tocó trabajar una hora más, cuando entre por la puerta él estaba esperándome, me cogió del pelo y me atrastro desde la entrada hasta el comedor, me tiro al suelo y se dio un par de patadas en las costillas. Luego venía llorando y pidiendo disculpas.
- ¿Y porqué no lo dejaste? - Pregunta Nil.
- Llega un punto en el que te sientes tan avergonzada y culpable que solo piensas en eso, él se encargaba de que cada vez tuviera menos contacto con las personas cercanas a mi. Sólo escuchas que no sirves para nada, que todo lo haces mal, que eres tú quien hace que se comporte así, ¡hasta que te abres de piernas mal! Y la cabeza se lo cree y te lo recuerda en cada momento.

No se atreven a mirarme solo les puedo ver los ojos llorosos.

- Yo sólo quería ser una buena pareja, que fuera feliz, pensaba que si volvía a ser el chico alegre que conocí todo volvería a ser como antes. - No puedo aguantar el llanto. - Pero nunca lo conseguía, cada vez hacía las cosas peor, al menos bajo su punto de vista. Con el tiempo se fue metiendo en el mundo de la noche y frecuentar malas compañías, empezó a consumir drogas. Cuando no tenía dinero o iba con el mono la pagaba conmigo, se quedaba con lo que ganaba e incluso llegó a vender cosas que me pertenecían. Me hacía ir a veces a buscarle las drogas, ya no le fiaban pero a mi si, se pensaban que lo que les cogía era para mí consumo, pero en realidad era para el consumo de él. Cuando cobraba tenía que ir a pagar sus deudas y las que se suponían que eran las mías, en ningún momento he consumido cocaina, ni las mierdas que el tomaba, lo único de vez en cuando fumaba maria para calmar los dolores. Unos meses antes de dejarlo me quedé embarazada de una de las tantas noches que abusaba de mi, cuando se entero dijo que no era de él y hasta que no me vio sangrar no paro de golpear mi estómago. Eso hizo que cogiera fuerzas para dejarlo y... Bueno el resto ya lo conocéis.

Estuvimos unos minutos en silencio y sin movernos hasta que me levante.
- No quiero que me tratéis diferente, yo he tenido la suerte de encontrar dos verdaderos amigos, pero hay muchas chicas que no tienen la suerte de encontrar un poco de luz en tanta oscuridad. - Los miro a los ojos -Sólo necesito que os comporteis conmigo como lo habéis hecho hasta ahora.

Los dos asienten y se limpian los ojos - Podéis decir algo, no hay problema - Les digo para calmar el ambiente que hay.
- No se que decir - comenta Adán - Estoy asimilando todo lo que has dicho.
- A mi me pasa lo mismo. - dice Nil.

Me asomo a la piscina y sólo había un poco más de un palmo de agua. Empiezo a quitar mi ropa quedando en ropa interior, no tengo ningún traje de baño, Joe no me dejaba usarlos, no podía ir a la playa o a la piscina, se supone que los bikinis son una braga y un sujetador, pues así me he quedado.

- ¡¿Que haces?! - me gritan extrañados de lo que he hecho.
- Voy a estrenar mi regalo. - Les sonrío - Aparte voy a bautizarme bajo la luna y las estrellas, todo lo que ha pasado desde ayer me ha hecho pensar mucho y creo que es hora de comenzar de nuevo. Ahora puedo decir que tengo ganas de tener una vida.

Y con eso me eche agua desde la cabeza con la manguera que estaba llenando la piscina.

Capítulo un poco duro, por desgracia la violencia de género está más presente de lo que pensamos

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Capítulo un poco duro, por desgracia la violencia de género está más presente de lo que pensamos.

Por lo general suelen ser las mujeres y los hijos quien la sufren, pero no tenemos que olvidar que hay muchos hombres que también son maltratados por sus parejas.

A todas estas personas quiero decirles que ellos nunca serán culpables por la locura que tienen otros en sus cabezas.

Hay asociaciones que os pueden ayudar y sobre todo ¡no os quedéis callados!

Mucho ánimo y se puede salir de ahí, es difícil pero con ganas, amor propio y ayuda especializada se puede salir y tener otra oportunidad.

Muchos besos. Saludos
Carmen.

Si me hubieras preguntado, te hubiera dicho SÍ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora