28. La Espera

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Nil

¡No lo soporto! Cuando se ofusca de esta forma no puedo con él.
Maldito el día que le pedí que entretuviera a la amiga que aquella, se ve que la tía hacía tiempo que le había echado el ojo a Adán.

Al cabo de los días la chica me confesó que la amiga la convenció para que se liara conmigo mientras ella lo intentaba con Adán.

Nadie imagina al punto de destrucción que hemos llegado desde esa fatídica noche.

Mi amigo no me perdona que Lilith lo dejara y eso que no sabe toda la verdad, si se enterará lo perdería para siempre.

Es verdad que realmente laboras lo que tienes cuando lo pierdes, no me di cuenta de que los tres éramos más que amigos, éramos una familia, un poco rara, pero una familia. Ahora no somos nada.

Daría lo que fuera por poder pasar un rato como los que pasábamos antes, con nuestras discusiones, que no eran discusiones realmente, nuestras tonterías, las risas que compartíamos, en definitiva lo que no ya no hay y no creo que volvamos a tener.

Está noche cuando la he visto después de meses sin tener contacto con ella, se me ha caído el mundo encima. Tenía la misma mirada que cuando la conocimos, oscura y triste. Sé que Joe está otra vez por aquí, me han dicho que lo han visto, incluso que lo han visto con Lilith.

Me saca de mis pensamientos el ruido de sirenas, veo pasar un coche de los Mossos, van dirección de donde vengo. No creo que Adán la haya liado, me levanto de donde estoy sentado y comienzo a caminar hacia el pub otra vez.

Suena mi móvil, llamada entrante de "Marido", me cambió el nombre Lilith y así se ha quedado. Es una forma de recordar lo que fuimos.

- ¿Ya estás más calmado? - se oyen por el teléfono las sirenas y mucho alboroto.
- ¡Es aquí! Por favor dense prisa. - Se escucha una voz llorosa - Nil es Adán.
- ¿Lilith?
- Por favor señorita apartese, la ambulancia ya viene de camino, no tardará - Es la voz de un hombre.
- Nil lo segui, estaba muy raro y ahora no responde - No entiendo muy bien lo que dice, está muy nerviosa y llorando.
- ¿Pequeña dónde estáis?
- En la playa que hay en frente del pub.

Corro, corro como nunca lo he hecho, se me pasan mil imágenes por la cabeza. Por Dios que este bien, no puede estar mal.

A lo lejos veo el coche de los Mossos, hay un grupo de personas en la arena y hay otra de pie retirada de ellos.

Llega una ambulancia y corren los sanitarios donde están los demás, al apartarse para hacer sitio a los sanitarios puedo ver un cuerpo estirado en la arena, esta todo muy oscuro.

La persona que está a un lado del grupo los mira, se gira hacia donde estoy, viene corriendo y se me abraza llorando. ¡Es Lilith!

Al principio no reaccionó, no puedo quitar mi vista del cuerpo que hay en el suelo. Me separó de ella y me acerco, quiero morir cuando veo allí a mi amigo.

- Apartese por favor, no puede acercarse. - Me dice uno de los mossos.
- ¿Como está?
- Sigue inconsciente, aún no sabemos nada, aquella chica es la que lo ha encontrado y a llamado. - Dice señalando a Lilith.

- Vamos hacía un lado - Coge mi mano y me lleva con ella - Tenemos que dejarlos trabajar y no molestar - Aunque esta hecha polvo, su voz es reconfortante, no sé porqué pero el tenerla aquí me tranquiliza.
- ¿Te vas a quedar con nosotros? - Es lo único que necesito saber ahora mismo, estoy seguro que si se queda Adán se pondrá bien.

Me mira con ese cariño que solo ella tiene y asiente con la cabeza. No puedo evitar abrazarla llorando y darle las gracias, solo sale de mi boca "gracias".

Si me hubieras preguntado, te hubiera dicho SÍ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora