33. La Vida Sigue Y Los Recuerdos Persisten

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Adán

Llego de trabajar, me quito la ropa y voy directo a la ducha, lleva un rato llamando Nil, primero para quedar, luego para vernos en dónde trabaja Lilith, últimamente se han vuelto más cercanos, por otro lado nosotros hemos podido ir superando todo lo que paso y ahora somos los mismos amigos de antes, no nos hemos vuelto a liar pero estamos bien.

Salgo de la ducha con una toalla en mi cintura, no para de sonar el maldito móvil, me acerco a buscarlo y tengo 5 llamadas perdidas de Nil. Tiro el móvil a la cama y vuelve a sonar.

- ¿Qué quieres?
- Hola a ti también. ¿Porqué no coges el teléfono?
- ¡Quizás porqué estoy en la ducha! - Le digo molesto.
- ¿Cuánto vas a tardar?
- Pues depende, si no molestas tardaré menos.
- Ya estoy en el bar, ¡Date prisa cabron!
- Si estás en el bar ¿Porque no estás molestando a Lilith? Y me dejas tranquilo.
- No te lo voy a tener en cuenta porque hoy tienes el día "de no me mires, no me hables que molestas" - Este tío tiene el don de sacar de quicio a cualquiera.
- ¿Qué querías? - A ver si conseguimos avanzar, no entiendo como llegamos a estos círculos viciosos, cada dos por tres.
- Pues que no está Lilith, tenemos camarera nueva.

En esos momentos mi cabeza vuelve al día que la conocimos, también me dijo por teléfono que teníamos camarera nueva, quién iba a decir aquel día que ella sería una parte importante de nuestra vida.

- ¿Me estás escuchando? - Escucho de fondo.
- Dime.
- Que no tardes, que luego acabo borracho y tu no.

No puedo evitar reírme, espero que no nos liemos mucho hoy.

- En 10 minutos estoy ahí si no vuelves a llamarme.

Cuando llego me fijo que el coche de Lilith no está, no creo que haya desaparecido otra vez. Y si han puesto a otra en quizás es que le han cambiado el turno.

Miro desde lejos a Nil, esta embobado mirando a la nueva camarera, noto como me cogen por detrás, por el vuelco que me da el corazón sé que es ella, mi cuerpo la reconoce.

- Hola corazón. ¿No entras?

Hoy parece que está más cariñosa que otros días. Me giro a mirarla y me pierdo en sus ojos y su boca, se acerca para darme dos besos pero la apartó.

- ¿Quieres enrollarte conmigo?
- No. - Veo que al escucharme su mirada se ilumina y no puedo evitar sonreír.
- ¿Quieres ser mi amante?
- No. - Suelta una risa.
- Bueno ya hemos aclarado las cosas. Hola nena.

La rodeo con mis brazos y le doy un beso cerca de la boca, ella no se queja, simplemente me lo devuelve.

- Hoy vienes juguetón - Dice con esa voz tan sensual que me vuelve loco.
- Ni te imaginas como me tienes hoy. - Adán por favor controlate, me digo a mi mismo.
- Prefiero no imaginar...

Se separa y empieza a caminar delante mío, al notar que no camino detrás de ella se gira.

- ¿Entras o te quedas en la calle? Por lo que veo esta tu marido esperándote.
- Es que si me das a elegir mirar a Nil o mirar "tu culito" - Me muerdo el labio. - Lo siento nena pero me quedo con lo último.
- No juegues conmigo porque...
- ¿Porque qué? - Me encanta retarla.
- Porque estoy falta de cariño.

Oh mi niña acabas de decirme lo que necesitaba para seguir con el juego hasta que caigas.

- Ya veo porque no me cogías el teléfono y tardabas tanto en venir. ¿Estabas con ella? ¡Verdad! - Hoy tiene el día animado, puedo ver la cara de la nueva camarera es un poema, en cambio Lilith lo mira y se ríe. - No me digas nada porque no quiero saberlo. ¡Sólo me haces daño! - Pone la parte de arriba de la mano en su frente para darle más realismo a la situación.
- Deja el drama para cuando os deje a solas, os voy a presentar a la nueva camarera. Espero que no la asustéis mucho y no os paséis con ella, es mi protegida.

Si me hubieras preguntado, te hubiera dicho SÍ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora