16. ¿Estáis Locos?

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Tenía que haberles dado la llave de casa, los estoy llamando y no contestan, en fin ya me ducharé cuando estén aquí, esto es como la ley de Murphy cuando te métas en la ducha vienen.

No se me va de la cabeza - ¿Sabes que caerás...? - ¿Por qué me meteré en estos juegos? - Te metes porque te gusta - me dice mi conciencia.

Estoy frustrada, no sé que me pasa, él a despertado una parte de mi que ya no sabía que existía. Lo miro y me pierdo en sus ojos, es como si me hablarán, por lo general no aguanto las miradas, pero con él necesito que nuestros ojos se encuentren, me trasmite paz.

No puedo liarme con él, esta en juego nuestra amistad por un simple calenton. Nil es mi amigo y lo quiero mucho también, pero no hay esa chispa como con Adán, no es Adán.

Pican al timbre, salgo abrir la puerta de fuera y el garaje.

Veo el coche de Adán, han bajado los asientos de atrás y el del acompañante, el único asiento que sigue normal es el del conductor, hay una caja enorme que atraviesa el coche por dentro, desde la parte del acompañante hasta el maletero pero en la parte del conductor. Hay bolsas y mochilas, supongo que en ellas irán las cosas de ellos. Y en un trocito de asiento de atrás está Nil, esta como si fuera "una pieza del tetris".

¿Pero que llevan ahí? ¿De dónde vienen? ¿Dónde se creen que van? De verdad que cuando creo que lo he visto todo con ellos, llegan y me sorprenden. Viendo el coche y a ellos entiendo por que no cogían el teléfono.

¿Sabéis la sensación de cuando crees que lo que ves no es real? Pues así estoy ahora mismo.

- Oh me encanta cuando pones esa cara - baja Adán y me da un beso en la mejilla, se acerca a mi oído y me susurra - esa cara de sorpresa, me pone caliente y ya falta menos para que caigas - me guiña un ojo y me sonríe - Te traemos un regalo.
- ¿Y te ha cabido ahí? - le señaló el coche.
- Claro, ¿o no lo ves?
- ¡Tú cabron! ¿Quieres sacarme de aquí? No me puedo mover, estoy encajado. - Adán lo ayuda a salir.
- ¿Pero como te has metido ahí con lo alto que eres? - estaba en un mini hueco.
- Pues entrando. ¿Como quieres que entre? - Ya estamos con sus respuestas de "preguntas cosas evidentes"
- ¿No querías piscina? - Le dice Adán a Nil - ¿No podías esperar a que la trajeran? De verdad que te quejas por vicio.
- La traían el lunes y estamos a sábado - protesta Nil - la piscina es para bañarnos hoy.
- ¿Y la vas a montar ahora?
- La vamos a montar - le corrigé.
- ¡Estáis locos! ¿Una piscina?
- Sí, mira - me llevan para el otro lado del coche y me señalan la foto de la caja - Es tu regalo.
- Pequeña últimamente es que estás muy espesa.
- ¿"Espesa"? - le digo a Nil - Más bien es que omitis detalles importantes.
- Bueno lo importante, ¿te gusta el regalo? - Me miran ilusionados.
- No teníais que haber comprado nada.
- ¿Es que no puedes recibir un regalo simplemente? - Me mira Adán dolido
- Pues yo no me vuelvo a meter ahí para devolverla - Protesta Nil - Además aún no he recuperado mi postura original.
- Nena sólo por el viajecito que me ha dado quejándose, tendrías que aceptarla sin protestar - me dice dulcemente.

Oh mierda ¿como puedo resistirme a esa voz? Empieza mi cabeza a imaginar el viaje hasta aquí, conociendolos como los conozco y después de esta discusión matrimonial que acaban de tener, no puedo evitar reír, reír y reír.

Quizás la gente no puede entender la relación que tenemos los tres, supongo que si yo lo viera desde fuera tampoco la entendería, pero en el fondo nos complementamos, con un amigo no tiene que ser todo perfecto, puedes tener diferentes puntos de vista, pero lo importante es que cuando lo necesites este a tu lado. Y precisamente eso somos nosotros.

- Venga vamos a montar esto. - señaló la caja. - Muchas gracias por todo, hasta por vuestras discusiones matrimoniales. - Los acerco para abrazarlos a los dos juntos - No podéis imaginar lo que significais para mí y lo que os quiero.

Y ahí estamos los tres llorosos y fundidos en un gran abrazo de amor.

Espero que os haya hecho reír, yo me he reído mucho escribiéndolo

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Espero que os haya hecho reír, yo me he reído mucho escribiéndolo.

Estoy muy contenta con la acogida que le estáis dando a esta historia.

Me consta que cada día los queréis más.

Mi querida Lilith, ya se le va derritiendo el hielo de su corazón, mi amado Adán sabe como llegar al corazón de Lilith, le esta costando pero él es paciente. Y Nil que os puedo decir de mi Nil, es adorable, tierno y sabe como sacarnos una sonrisa ¡lo quiero!

Sólo me queda daros las gracias.

Saludos
Carmen.

Si me hubieras preguntado, te hubiera dicho SÍ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora