6. ¿Es Real?

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Adán

¡No me lo puedo creer! ¡Me ha llamado! Me hubiera gustado preguntarle muchas cosas pero esta chica es lista y sabe darle la vuelta a las cosas y Nil tampoco acompaña. Lo importante es que en unas horas la voy a ver, muero por verla.

- Oye esperemos que sepamos comportarnos, me acuerdo que la última vez no quería que nadie se le acercará. - le dice a Nil preocupado.
- No sufras, ella sabe que nunca le haríamos daño, es muy fuerte lo que ha pasado y nosotros somos sus amigos y tenemos que ayudarla a juntar sus pedazos rotos. ¿Tú crees que si nos temiera nos dejaría ir a verla?
- Tienes razón. Párate y le cojo unas flores, se merece eso y más.
- Hermano me parece que la ves más que a una amiga.
- Puede ser - se queda pensativo Adán. - Pero ella no está para eso ahora mismo....
- Dale tiempo y deja que te conozca como eres en el fondo, no tu lado mujeriego. - le dice Nil divertido.
- Ese lado nuestro ya lo conoce, me parece que es el que mejor conoce, ha escuchado un montón de conversaciones nuestras contándonos con pelos y señales lo que hemos hecho la noche anterior y vio cuando te fuiste con aquellas dos.
- Mira hermano si no ha salido corriendo de nosotros después de lo visto y escuchado es que nos acepta tal como somos y podemos ser nosotros mismos. Se puede decir que en nuestro grupo ¡ya somos tres!

Suena el teléfono, es un mensaje de ella.
- ¿Os gusta la paella o preferís una barbacoa?

Me quedo mirando a Nil, ¿que prefieres paella o barbacoa?
- Dile que barbacoa, así la hacemos nosotros y ella que descansa.

Nos paramos en un pueblo antes de llegar, es hermoso el lugar, compramos un montón de latas para hacer el aperitivo y 2 botellas de vermut casero.
Estoy muy nervioso, muero por verla, por abrazarla aunque creo que aún no podrá ser, necesito saber que paso cuando desapareció.
¡Ya estamos casi llegando!

- Tranquilo hermano que todo va ha estar bien. - Nil me da un golpe en el hombro, dándome a entender que no estoy solo.

Cruzamos la entrada con el coche y empezamos a pitar para hacerle saber que ya estábamos aquí.
Vemos que sale nuestra amiga con un moño mal hecho, sin maquillaje y un pantalón con una camiseta, natural como es ella y su rostro se ilumina al vernos. Nos da un beso en la mejilla a cada uno pero sin tocar nuestros cuerpos. Notamos que se tensa al tenernos cerca.

Empezamos a descargar y ella se enfada por todo lo que hemos traído.
- ¿Queréis unas cervezas fresquitas? - nos pregunta.
- Estaría genial - contesta Nil.

Adán saca el ramo de rosas amarillas y lo pone en la mesa.
Ella sale con las bebidas y algunas tapas para picar.
Se queda mirando las flores y se le van cristalizando los ojos.
- ¿Que es esto? - Dice sin mirar a los chicos.
- Es un pequeño detalle, para nuestra amiga. - Mierda ya la hemos cagado, ya no es la misma del teléfono o la que nos ha dado la bienvenida, joder Adán siempre cagandola.
- Os lo agradezco pero que sea la última vez que me regaláis algo, no me lo merezco. - Se quedan los dos chicos blancos, sin discutirle nada, solo quieren que ella esté tranquila, lo último que quieren es que vuelva a desaparecer otra vez. - Ahora solo vamos a intentar de pasar un buen día, por favor.

Los dos chicos asienten, se miran sorprendidos y Nil es el primero en reaccionar, preguntando donde está la piscina para quitarse las malas vibras antes de ponerse con la barbacoa.

Adán está hecho polvo, el compro las rosas con todo su cariño y no entendía la reacción de ella, ¿Como puede decir que no se las merece? Se merece todo el amor que le han arrebato a golpes e insultos. Merece saber lo que es sentirse querida y amada. ¿Que han hecho con ella? Es como si la hubieran matado pero dejándola con vida para que sufra más.

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Si me hubieras preguntado, te hubiera dicho SÍ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora