Naruto: El Cazador de Demonios

Sentimiento del pasado

Grotesco. Ningún padre debería ver como uno de sus hijos era asesinado. Ninguno de los hermanos debía ver como uno de sus familiares era privado de la vida. Eso era lo que el clan Phoenix estaba experimentando. El tercer hermano, hijo, había sido asesinado sin que ellos pudieran hacer nada, viendo como su vida era privada por un simple humano, que alguien ajeno al Inframundo estaba eliminando a un noble, un diablo de los Setenta y Dos Pilares había sido privado de su vida. Y no pudieron hacer nada.

Grack

Todos los espectadores observaron al victorioso humano. Su mano envuelta en sangre, tomando la cabellera del diablo derrotado, arrancando de un tirón la cabeza de su enemigo sin temor, mostrándola a cada diablo que estaba observando.

Desde uno de los palcos, rodeado de su guardia, Zekram Bael entrelazó los dedos de sus manos, bajo su mentón, observando con sus ojos el gesto del Uzumaki, mostrando una débil sonrisa, sin temor a que le recriminaran. Era imposible. Prácticamente, tras la caída de Lucifer, él era el diablo más poderoso del mundo, sin que ellos pudieran hacer nada y aquello estaba siendo un juego para él, observándolo desde el palco.

Zekram no había esperado otro resultado. ¿Enfrentar a Raiser contra un Uzumaki? Estaba dando todo a la victoria del cazador y no había apostado nada sobre el rubio Phoenix. Nunca lo haría. Menos cuando estaba presenciando al Décimo Rey de los Uzumaki, el mejor luchador que él había conocido.

Por otro lado, el Maō Lucifer contuvo la respiración, viendo lo que había acontecido durante el enfrentamiento. En ningún momento Sirzechs había esperado una muerte. Una derrota, sí, por supuesto, ¿pero una muerte? Esperó para hablar con Zekram sobre los actos de Raiser. Pero ahora...ahora todo era imposible. Era un suceso que no podían arreglar. Se habían quedado sin un miembro puro de su clan.

Movió sus ojos, observando a Lord y Lady Phoenix, encontrando el estupor en sus rostro, procesando lo que había acontecido, la pérdida que estaba ahora en sus cabezas. Que él humano estuviera mostrando la cabeza de Raiser, no estaba agotando.

Lucifer vio como gotas rojas manchaban más la arena. ¿Cómo lo había matado? Los Phoenix eran inmortales. El agua bendita no sería suficiente para matarlos. Muchos sacerdotes lo intentaron. Solo un poderoso arcángel podría lidiar con ellos. Entonces, ¿cómo lo había logrado un simple humano como lo era Uzumaki Naruto? Sirzechs dudaba, confundido. Intentaba encontrar el camino que aquel humano había seguido para matar a un ser inmoral.

Con ese conocimiento...

Si un simple humano podía matar a un ser inmoral, todas las piezas parecían estar para una guerra, bien dispuestas. ¿Sería un miembro de la Brigada Khaos, como le había mencionado una vez Azazel? El pelirrojo suspiró, no sabiendo como tomar al humano que había destrozado todo, creando problemas con el consejo y los pilares. No entendía que era lo que veía Zekram en él...

―¡¿ME VEIS BASTARDOS ARROGANTES?!

El grito iracundo, sacó al Maō de sus pensamientos. Se levantó del asiento, azotando los ropajes contra el suelo, frunciendo el ceño, fijándose en el movimiento que Naruto hacía, meciendo la cabeza de Raiser para que la vieran.

¿Qué es lo que planea?

―¡¿OS HA GUSTADO EL ESPECTACULO?!―Naruto mostró el rostro de Raiser, dejando que la ira infundiera su voz, volviéndose más cruda, oscura, llenando aquel lugar de un fuerte instinto asesino, doblegando a los más débiles a respirar profundamente, sintiendo su pecho colapsar.

Issei sintió el peso sobre él. Apretó la mano derecha sobre su pecho, notando que sus piernas parecían querer ceder. Incluso estaba sudando. La camisa se pegaba a su torso. Sentía como estaba empapada, pegajosa.