Vuelta a la normalidad

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Días largos. Duras jornadas de ocho horas escuchando las palabras de un adulto en el estrado, con una tiza en su mano y dando explicaciones sobre una materia que no muchos estudiantes encontraban entretenidas. Tras cuatro horas escuchando a cuatro profesores distintos, cada uno con un modo distinto de dar la clase y ganarse a los alumnos, tocaba un descanso de una hora entre las clases de la primera mitad y la segunda, dando posibilidad a los alumnos de tomar un descanso de la jornada y marchando a sus clubes, buscando el descanso que su mente necesitaba para afrontar las tres horas restantes de profesores habladores, llenos de datos que jamás usarán en una conversación o trabajo normal (a menos que el alumno decidiera ser profesor), lo que daba al traste con el interés de la mayoría de los estudiantes. Siempre estudiarían para aprobar y pasar la materia, pero sabiendo que no les serviría en un trabajo real, pocos hacían por grabar esos datos en su mente, dejarlos danzando en su cabeza por el resto de su vida. Cuando salieran de las clases, simplemente olvidarían todo lo que habían aprendido durante los tres años de secundaria.

Uzumaki Naruto no era distinto. Odiaba la escuela desde siempre. Incluso cuando fue siendo niño, al menos en su tiempo le enseñaron algo útil en su vida: matar. Si, Naruto no había asistido a una escuela normal siendo un infante. Fue inscrito en la Academia de Kenjutsu de su Clan, para ser el próximo gran campeón de Amaterasu y dirigir a los Uzumaki a la guerra si era preciso.

Aprendió, desde temprana edad, a empuñar una espada, moverse entre los enemigos sin temor, dispuesto a vivir un día más, una hora más, un minuto, un segundo más....

Naruto grabó en su mente cada kata en kenjutsu. Hizo que sus brazos las aprendieran, que sus piernas y torso las guiaran y las manos las ejecutaran para dar fin a una vida más que manchó de rojo su vieja espada, no la que llevaba ahora.

Y aquello fue de utilidad, al menos para él.

Ahora aprendía sobre historia, sobre lengua, caligrafía, algebra...¿para que usaría algebra en su vida? Naruto encontraba innecesario todo lo que los humanos aprendían a lo largo de su vida. Si, había que saber lo básico de matemáticas y lengua, ¿pero lo superior? Los humanos se veían guiados a aprender cosas inútiles que realmente no tenían una importancia real en el mundo, en su vida. Cosas que no los salvarían si alguien decidía asaltarlos. Cosas que en un trabajo no les ayudaría a mejorar, ganar más dinero...

Pero, de entre todas esas clases, el Uzumaki odiaba demasiado escuchar al profesor de historia, un hombre mayor de cabello y barbas canos, con anteojos redondos como dos culos de botella. Aunque amable, el hombre era un charlatán demasiado entrenado, por lo que durante su clase pocas preguntas podían hacerse y él hombre comenzaba a hablar, contando datos de la era feudal, del shogunato, la primera y segunda guerra mundial...y Naruto encontró infinidad de errores en los relatos de aquel hombre. Se notaba, al menos él lo notaba, que mucha información había sido escrita por los vencedores de cada conflicto armado, dejando a un lado la historia de aquellos que perdieron, borrándola de la mente de aquellos que quisieran saber sobre el otro lado de la historia.

Naruto vio la hipocresía, el ego de los vencedores a lo largo de la historia. Siempre, aquel que perdía, era el malo, el que inició el conflicto contra los buenos.

Es una perdida de tiempo.

Naruto abrió uno de sus azules ojos, observando como el profesor daba otro discurso, esta vez en la guerra entre japón y rusia. No entendía como el hombre podía guardar tanta información innecesaria en su mente. Él la habría borrado desde hacía tiempo, dejando solamente lo que realmente le fuera a servir.

Respiró, apoyando la cabeza en sus brazos, mirando el techo. Había pasado una semana desde su enfrentamiento con Raiser, desde que se dio a conocer al Inframundo y desde que habló con Yato y Bishamon. Se estaba volviendo a introducir en el mundo sobrenatural y eso atraería miradas no deseadas, la atención de personas que él no habría querido.

Naruto: El Cazador de DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora