The Queen.

TENTACIÓN.

SAKURA.

Me encontraba en el gimnasio y ver a él Uchiha fue inevitable.
Sus brazos y parte de sus muñecas estaban marcados por ese tatuaje.
Kakashi estaba conmigo y francamente las miradas fugaces por el acercamiento íntimo entre Kakashi y yo me daban igual.
Pero pude ver la mirada de él y algo dentro de mi sintió satisfacción al ver una leve irritación por parte de Sasuke Uchiha.

La plática con Naruto sobre el pequeño beso de la noche anterior quedó perfectamente aclarado, y no fui yo la que lo tubo que aclarar.
Naruto dijo que no importaba lo que pasará el se casaría con la heredera Hyuga.
Los enfrentamientos fueron muy gratos, ver tanta testosterona y ser la única mujer era tan difícil.

Cada hombre en la habitación tenía su encanto el físico perfecto para el cuerpo que poseían, brazos y piernas trabajados, manos grandes y espaldas anchas Dios!!! Era el paraíso para cualquier mujer.

No por nada me gustaba entrenar entre ellos, sabía perfectamente el efecto que tenía sobre sus mentes y cuerpos, por que muy en el fondo ellos perdían contra mi solo para poder sentir un leve rose de mi cuerpo. Esa idea me daba risa y me llenaba el ego femenino.

Cuando me enfrente con Sasuke fue una descargar de adrenalina, realmente quería enfrentarme con él, demostrarle que para nada soy una damisela encantadora en busca de mi protector, quería hacer que se tragara sus palabras.
Por primera puta vez quería la aceptación de un hombre y no es porque no me sintiera segura de mi misma, para nada, solo quería que él notará que existimos mujeres fuertes de carácter férreo y de fuerza física capaz de poder noquear a un hombre que dobla mi estatura.
Quería herir su orgullo al ser golpeado por mí, quería que su pensamiento retrógrada de que la mujer es débil y debe ser protegida, que las mujeres bellas solo somos eso, que las mujeres no tienen carácter de poder llevar el control de una gran empresa o herencia de generaciones dirigidas por hombres.

Quería cambiar a Sasuke Uchiha por gusto y capricho.

Cuando di el primer golpe sentí una sensación de jodida satisfacción al poder humillar a un Uchiha en frente de tantos hombres que reconocían su dinastía. Me fue imposible la maldita sonrisa burlona en mi rostro.
Cuando caí en cuanta de que me había dado vuelta para sostener mis muñecas detrás de mi espalda y tenerlo casi sobre mí, esa misma corriente eléctrica que sentí la primera vez que tuve contacto con él volvió.

- Supongo que perdí-. Dije derrotada por su movimiento, pero satisfecha por el golpe que le di.

- Tu golpe dejará un hematoma-. Dijo molestó por mi atrevimiento.
Mi sonrisa fue inevitable y al parecer eso le irritó más pues seguía sin soltarme.

- Gajes del oficio-. Dije moviéndome un poco, lo que provocó que mi trasero se rosara en su falo casi erecto. Mis ojos buscaron los suyos pero mi posición actual no me permitió moverme más.

- No es gracioso-. Fue la respuesta que dio.
El tipo seguía sin soltarme y me comencé a molestar.

- Lo es, y ahora podrías ya levantarte y soltarme, invades mi espacio personal-. Dije tajante pero pude sentir como acerco su rostro a mi nuca.

- No piensas lo mismo de tu guardaespaldas-. Susurro cerca de mí oído con una voz acusatoria reflejando que sabía mi secreto y después me soltó y se puso de pie.

Rápidamente Kakashi me ayudó a ponerme de pie.
Sus palabras fueron nada, no me importaba lo más mínimo que el supiera de mi aventura con Kakashi pero saber que eso le irritó era miel para mí enjambre.

- Eso es algo que no te incumbe y efectivamente Kakashi es mi guardaespaldas y para eso la cercanía es necesaria, genio!!-. Dije sarcástica dándome la vuelta para caminar en dirección a las duchas.

No recibí respuesta y no la esperé.
Deje a Kakashi detrás de mí, al ser la única mujer en el área de las duchas podía entrar primero antes que los demás sin ser molestada, era mi privacidad momentánea, todos sabían perfectamente que no podían entrar mientras yo no saliera, no tenía privilegios en absoluto, fue una lección que aprendieron a la mala.
Cerré la puerta detrás de mi, quite mi ropa y me metí a la ducha
Estaba concentrada en mi locker donde guardaba un cambio de ropa para después de mis entrenamientos.

Al escuchar que la puerta se cerró rápidamente tome el arma que guardaba y apunté en dirección a la puerta y mi sorpresa fue ver a Sasuke.

Definitivamente este hombre era una tentación para cualquier mujer, tenía únicamente el shorts puesto y su playera la tenía sobre su hombro.
Ese tatuaje hermoso sobre su pecho daba la inmensa necesidad de tocar y besar cada centímetro de piel cubierta por ese tatuaje.

- Mierda Sakura baja esa madre!!!-. Escuché que dijo molestó y sorprendido lo que provocó que saliera de mi corta fantasía.

- Que haces aquí?!-. Pregunté regresando la mirada dentro del locker para guardar el arma en mi bolsa.

- Vine a darme una puta ducha no a qué me apuntes con un arma -. Lo escuché responder.

Yo seguí buscando mi ropa para vestirme ya que únicamente estaba envuelta en toalla.

- Nadie entra hasta que yo salga, supongo que como es tu primera vez aquí en el club lo dejaré pasar por alto-. Fueron mis palabras.
Saque mi pantis y me las puse sin quitar la toalla.

Pude sentir a Sasuke detrás de mi cuando me enderece.

- Que quieres?-. Pregunté mientras sacaba el vestido que tenía para vestirme.
Sasuke me giro y quede acorralada entre él y los lockers.

- No sé exactamente que pretendes con esa personalidad actuada Sakura, eres seductora, provocativa y ahora te estás vistiendo prácticamente frente a mi y esperas que no reaccione a tus provocaciones?! -. El tono de su voz era muy meloso.
No podía negar que la vibración en mi entrepierna fue inevitable al escuchar su voz tan cerca de mí oído.

La maldita tentación de tomar de él lo que me plazca surgió pero mi posición era firmé, yo no podía doblegarme tan fácil, tenía en mí meta propia hacer que  Sasuke Uchiha me suplicara por un simple beso, que sea yo esa droga que sin probar él se vuelva adicto.

Con ambas manos sobre su pecho, – sensación que me encantó–; empuje su cuerpo lejos del mío y lo mire fijamente a los ojos.

- En primer lugar yo no te estoy provocando, yo solo me estoy vistiendo para poder retirarme, en segundo lugar tú eres el pervertido que gusta observar a las personas cuando se besan o cuando se abrazan tal y como pasó con Naruto y Kakashi, si eres de sangre muy caliente Sasuke te recomiendo que salgas y no entres hasta que te rodees de hombres, solo espero que no los acoses cómo lo estás haciendo conmigo al estar muy cerca de mis labios en éste momento -.

Mis palabras salieron igual o más seductoras de lo que él hizo.
Jugué un poco al tentar en acercarme a sus labios para cerrar el beso pero solo fue ese juego de ¿te besó o no lo hago?.

Pude ver cómo su respiración se empezaba a agitar y el orgullo femenino salió.
Con mis manos en la misma posición sobre sus pectorales lo empuje una vez más solo que está ocasión con más fuerza.
Su rostro reflejó sorpresa y solo pude sentir placer internó.

- Si no tienes nada que decir te pido que te retires y me dejes terminar de vestir... Pervertido-.
Dije buscando nuevamente mi vestido, la puerta se abrió y por el rabillo del ojo vi a Kakashi al mismo tiempo que sentí la mano de Sasuke sobre mi brazo.

- No la vuelvas a tocar -. Dijo Kakashi llegando rápidamente para sostener la muñeca de Sasuke.