Por un beso

Capítulo 36

Sentía que las lágrimas lo ahogaban, como sus pensamientos.

Renato: El amor hace que todo acabe mal
No sé por qué dejé que esto avanzara

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    Y él quería que siguiera avanzando.

    Se pasó la manga de la remera por sus ojos húmedos.

Conejita: Sí que sabés

Renato: Bueno, sí sé
Pero no debí seguir

Conejita: Es por lo que me contaste la otra vez?

Renato: Sí, no quiero perderlo. Y no quiero que sufra.

Conejita: Por qué va a sufrir?

Renato: Todos sufren en el amor
Ya te dije

     Sus abuelos, sus padres… Su mamá, en realidad…

     Hasta él mismo había hecho sufrir a alguien y había perdido a una amiga. Todo porque el amor se metió en el medio. ¿Y si perdía a Gabriel? ¿Si un día todo acababa y Gabriel solo quería alejarse de él para siempre?

     Yo estoy enamorada de vos. Me haces mal. No podemos ser amigos

    La voz de Sofía otra vez apareciendo en su cabeza.

Renato: Y si le hago mal? Y sí se aleja de mí?
Seguro hago algo, la cago y se aleja de mí para siempre.
Ella se alejó porque estaba enamorada de mí, entendés?
No tenía que haber dejado que esto siguiera 
Mi mamá, mis abuelos, mi amiga de la infancia, todos sufrieron,  y lo peor es que a mi amiga la hice sufrir yo.

Conejita: Entonces no el amor.

Renato: El amor engloba todo.
No quiero que se arruine nada entre nosotros
Sofía se alejó de mí, me bloqueó de su vida
Yo me muero si Gabriel me hace eso
Me muero si Gabriel se aleja de mí, eso lo tengo muy en claro desde siempre
Nunca pude estar peleado con él ni una hora, imagínate toda una vida
Y tampoco me perdonaría hacerlo sufrir
Primero, me arranco el corazón antes que pase todo eso

Conejita: Pero si ese corazón solo siente cosas hermosas por Gabriel, por qué te lo vas a arrancar? Para vivir en una vacía oscuridad? Vas a privarte de sentir? Vas a privar a tu corazón de dejarte llevar? Vas a privar a Gabriel de todo lo que siente tu corazón por él? Vas a privarle a Gabriel de demostrarte todo su amor por vos?

Renato: Así tiene que ser para que esté todo bien

Conejita: Tenemos que vernos para hablar mejor
Después arreglamos bien

***

     Se acostó en la cama. En ese momento, tendría que estar en la casa de Renato, con él. Pasar el tiempo juntos. No importaba cómo mientras estuvieran juntos.

    El cambio del chico había sido tan repentino que no sabía qué pensar. ¿Estaría bien? Estaba pensando que podría ser por él, pero tal vez le había pasado algo.

     Agarró su celular y fue al WhatsApp.

Gabriel: Hola, Tato
Te pasa algo? Estás bien?
Podés confiar en mí

     Su mensaje tardó cinco minutos en ser visto. Pero la respuesta no llegaba. No se veía el Escribiendo, ni siquiera el En línea… Ya estaba pensando que no le respondería, cuando quince minutos después, le sonó el pitido del mensaje.