You Could Be Mine

Capítulo 19

Tom Hiddleston se despertó con una terrible resaca cuando escuchó el sonido del celular de Ruby, durmió tan incómodo en el sillón que sentía que no volvería a mover el cuello. Se intentó levantar pero logró patear uno de los vasos sobre la mesa, éste casi cayó al piso pero se quedó rodando sobre la mesa, Tom alcanzó a levantarse para poner de pie el vaso.

— Demonios— se sentó y se llevó las manos a la cabeza, en serio le dolía muchísimo.

Fue a la cocina a buscar algo qué beber o quizá comer, probablemente Ruby podría tener algo que le ayudara con el dolor de cabeza. Revolvió cada uno de los cajones hasta que encontró un par de aspirinas. Tomó un vaso y lo llenó de agua para beber la pastilla. Regresó al sofá y se cruzó de brazos.

El departamento de Ruby era pequeño y sí, bastante descuidado, la chica tenía demasiado trabajo que prácticamente no tenía tiempo de mantener su vivienda decente. Después de 30 minutos Tom se sintió mejor, recogió los vasos y platos y los llevó hasta el lavabo. No le gustaba lavar, por eso tenía gente en casa para hacer aquellas labores, pero justo en ese momento no tenía ayuda. Abrió la llave del grifo y se puso a lavar todos y cada uno de los platos.

Encontró una escoba y se puso a barrer el lugar y luego a quitar el polvo de algunos de los muebles, era lo único que se le ocurría que podía hacer por ella después de haberse portado tan mal con ella la noche anterior.

Buscó en el refrigerador y encontró huevos y papas para preparar algo de desayunar, y también había naranjas para hacer un jugo. Hacer todas aquellas labores todavía con el disfraz de Thor encima había sido sumamente incómodo, pero Tom quería y necesitaba hacer aquello para arreglarse con su novia. Ella tenía razón, si comenzaban a calificar su relación en "Love Way" él saldría perdiendo.

Ruby se despertó cerca de las 11 de la mañana, desde que comenzó a trabajar de nuevo no se había despertado tan tarde. Se estiró y después de unos minutos salió de la cama, quizá en ese rato Tom hubiera decidido irse a su casa.

Salió de su habitación dispuesta a ver algo de televisión, pero el olor del desayuno preparado por Tom le llegó de golpe a la nariz.

— Te preparé algo de desayunar— dijo él ya sentado enfrente de la pequeña mesa.

Ruby volteó a ver la mesita frente al sillón, estaba libre de platos sucios, además el resto de su departamento olía bastante bien.

— ¿Limpiaste?— Ruby se acercó y se sentó frente a él.

— Era lo mínimo que podía hacer después de cómo me comporté ayer— dijo apenado Tom.

Frente a Ruby ya estaba su plato servido y al lado un vaso de jugo de naranja.

— Gracias, Tom— Ruby comenzó a comer. –La verdad está muy rico.

Ninguna de las anteriores parejas que tuvo se tomó el tiempo de prepararle algo de comer, nunca, por lo que el gesto de Tom le resulto conmovedor.

— Ruby, en serio siento mucho no haberte dado tu lugar enfrente de mis amigos, no suelo ser así...

— Amanda me cayó muy bien, y Benedict me dio su bufanda pero la dejé en la tienda, recuérdame que debo regresártela— Ruby bebió un poco de jugo.

— Estuve pensando en que quizá pueda hacer algo para presentarte con ellos de nuevo— Tom se sirvió un poco más de jugo.

— No, no lo hagas hasta que estés seguro— pidió ella.

Siguieron comiendo en silencio hasta que Ruby volteó a ver a Tom y se comenzó a reír.

— Deberías ir a casa a cambiarte— señaló ella.