Capítulo 48

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Faltaba un mes para la boda y Ruby sentía que los pendientes de aquel día especial se le venían encima. Esa tarde se reunió con su organizadora, Jen, para elegir el sabor del pastel y el decorado de la parte de atrás del jardín en donde se llevaría a cabo la ceremonia religiosa. Una tarde más tuvo que faltar a su trabajo, pero igual no le importó mucho, seguía sin hacer la gran cosa ahí. Por suerte todavía tenía algo de trabajo con el grupo de Ricky, aunque ellos tampoco le hablaban como antes, solo le escribían por cuestiones de trabajo.

Ruby llegó temprano al lugar que le indicó Jen, incluso fue más puntual que Tom, quien iba retrasado, pues en la mañana acudió a la segunda prueba del traje que usaría para la boda.

— Ruby, pedí que nos trajeran cuatro tipos de pasteles— le explicó Jen mientras se sentaban frente a una pequeña mesa.

— ¿Cuatro? Me vas a engordar, Jen, no voy a caber en el vestido— bromeó Ruby.

— ¿Ya lo elegiste?— preguntó la mujer.

— Me probé como diez vestidos y elegí tres, pero la verdad es que ninguno de los tres me acaba de agradar— respondió Ruby y probó el primer pastel.

— Si no te agradan deberías seguir buscando— sugirió Jen.

— No habría tiempo para arreglarlo— aseguró Ruby.

— ¡Eres la futura señora Hiddleston! Obviamente van a tener tiempo para arreglar tu vestido, aunque lo elijas un día antes— aseguró Jen.

*La futura señora Hiddleston*, Ruby se repitió aquello mentalmente y sintió un escalofrío.

— Me gusta el chocolate— dijo Ruby para cambiar el tema.

— ¿Segura? Yo no recomiendo el chocolate para un boda— Jen le pasó otro plato.

— ¿Red Velvet?— Ruby vio su rebanada roja.

— Pruébalo— pidió Jen.

A Ruby no le gustó mucho el sabor, pero quería terminar con la prueba del pastel lo antes posible.

— Podemos esperar a Tom para que dé su opinión— pidió Ruby.

— Mientras, ¿quieres ver cómo va a quedar el jardín?— Jen abrió su carpeta y le pasó algunas fotos.

Ruby vio el decorado con luces y sillas doradas, un arco de flores en la entrada del jardín y otro que daba la bienvenida a la gente que quisiera ir a la ceremonia, también tenía una hermosa alfombra roja. Por primera vez Ruby se comenzó a sentir emocionada por la boda.

— Me agrada, ¡en realidad me gusta mucho!— Ruby le regresó las fotos.

— ¡Me alegra escucharte emocionada!— dijo Jen, quien también por primera vez notó la emoción de la chica.

— Es que es hermoso. ¿Estás segura que va a quedar así?

— Estás hablando con la mejor organizadora de bodas del mundo— aseguró Jen y Ruby se comenzó a reír.

— Estoy confiando completamente en ti— Ruby probó el tercer pastel de vainilla. –Me sigue gustando el de chocolate.

Jen se comenzó a reír.

— Entonces, ¿cuándo vas a tu segunda prueba de vestido?— preguntó Jen.

— En dos días, Emma dijo que iría conmigo.

— Muchas de mis clientas llevan a sus damas de honor, amigas, suegra y madre, ¿tú por qué solo vas con Emma?— se atrevió a preguntar la mujer.

Ruby recordó a su única amiga: Amanda, ella no estaba de acuerdo con la boda; su madre... bueno, ni hablar de ella.

— No tengo damas de honor, y mis amigas no tienen tiempo— respondió finalmente.

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