Capítulo 35

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La primera semana que Tom Hiddleston estuvo sin Ruby resultó complicada, desde que Taylor terminó con él no se había sentido tan solo, incluso aquella noche que se reunió con varios de sus amigos de la universidad intentó sonreír, parecer afable y que de algún modo se sentía bien de reencontrarse con ellos, pero lo único que quería era llegar a casa y dormir, solo durante esas horas lograba olvidarla o se encontraba con ella en aquellos lindos sueños.

Durante casi dos semanas durmió en la habitación que asignó para ella. Él envió algunas de las cosas que compró con la señora de servicio que iba cada tercer día a casa de Ruby, pero ella no solo rechazó las cosas, le pidió a la encargada de hacer el aseo de ya no le ayudara, le dijo que hablara con Tom para que le devolviera su trabajo de tiempo completo en la casa de Tom.

Las cosas de Ruby ahora estaban en una maleta guardada sobre un sillón. Ruby también intentó regresar la computadora que Tom le regaló en navidad, pero no la aceptó de vuelta, ella seguramente la necesitaría para seguir haciendo su trabajo, la envió por paquetería porque probablemente, ella no le abriría la puerta.


Fue al casting de la película que le contó a Ruby días antes de terminar. Necesitaba alejarse de ahí, pero el personaje le llamaba mucho la atención, una parte de él quería quedarse con el protagónico, la otra no, así tendría un pretexto para salir huyendo.

Acudió al casting y llevó su guitarra roja, la que compró en Black Market Music, tendría que hacer el personaje de un rockero cuya banda se encuentra en ascenso mientras su personaje lucha por no perderse en las drogas y otra serie de adicciones.

Por suerte aprendió mucho de Brian y Stefan, incluso de Ricky, quien en menos de media hora le enseñó cómo afinar su guitarra y mantenerla en buen estado. Que supiera esos pocos detalles y la gran prueba que hizo logró darle el protagónico de la cinta que comenzaría a filmarse un mes después.


Tom no tenía ganas de celebrar su cumpleaños, pero Benedict Cumberbatch se empeñó en organizar una fiesta y de ese modo también intentar levantarle el ánimo a su amigo. Hiddleston una vez más se esforzó por mostrar su mejor cara a los invitados, platicó con algunos, hasta que logró ver a la amiga de Ruby.

— Vuelvo en un minuto— se disculpó con algunos de sus amigos. — ¡Amanda!— gritó una vez y Amanda se dio la media vuelta.

— Te dije que era mala idea venir— recriminó Amanda a Martin, pero él se comenzó a reír.

— Habla con él, supongo que solo tú puedes ayudarlo un poco— pidió Martin.

Amanda se quejó.

— Está bien.

— Amanda— le habló una vez más Tom.

— ¡Tom, feliz cumpleaños!— Amanda lo abrazó.

— Gracias— dijo él.

— Organizaste una gran fiesta— señaló ella.

— Yo... no tenía ganas de celebrar— se sinceró Tom. –Todavía no me siento bien después de...

— Lo de Ruby, puedo imaginarlo— respondió Amanda.

— ¿Puedo preguntarte por ella?— los ojos de Tom se cristalizaron.

— ¿Qué quieres saber?— Amanda caminó buscando algo que beber, tomó dos vasos de whisky y uno se lo dio a Tom.

— ¿Cómo está?— preguntó y comenzó a caminar a su lado.

— Puedo decirte que la primera semana no fue fácil para ella, tiene otras cosas arrastrando, pero ahora mismo la he visto mejor— respondió y salieron al jardín de la casa de Benedict.

You Could Be MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora