You Could Be Mine

Capítulo 37

Para suerte de Ruby su exnovio no se paró de nuevo por la tienda, aunque Stefan le aseguró que lo haría la siguiente semana, pues comenzarían a grabar todo lo que tuviera como locación Black Market Music. Ruby se dijo que no saldría de la bodega mientras Tom estuviera cerca, y si tenía que hacerlo lo haría por la puerta de atrás, mientras decidió que lo mejor sería que Ricky no se enterara que Tom estaba cerca de ella.

Para el lunes que comenzaron las grabaciones ambos estaban bastante nerviosos. El primero en llegar sería Tom, pues su llamado fue a las siete de la mañana para comenzar a filmar a las diez, esa tarde solo grabarían un par de cosas con Tom y Sam Rockwell, y aun así el director sabía que le llevaría tiempo grabar todo eso.

Ruby decidió entrar por la puerta trasera, dejó sus cosas en su escritorio, escuchó mucho alboroto afuera, gente gritando que movieran la luz, a Stefan hablándole a sus compañeros de trabajo para que cerraran otra área de la tienda y luego a otra persona quien seguramente tenía un megáfono, a quien escuchó dar varias indicaciones a la gente de cámaras.

Buscó su reproductor mp3 y lo prendió en el aleatorio de canciones, cualquier cosa que sonara en esos momentos sería mejor que todo el bullicio de afuera. Buscó el correo con las nuevas fechas de Kaiser Chiefs y se puso a hacer los posters de los siguientes conciertos.

Minutos después (o quizá horas) entró Stefan y cerró la puerta de la bodega.

— Estás aquí— dijo aliviado.

— Llegué a las 11.

Stefan se sentó en la mesa de ella.

— Allá afuera es un caos— aseguró él.

— Puedo escucharlo— respondió Ruby.

— ¿Y tú de plano no piensas salir?— se cruzó de brazos.

— Si me necesitas lo hago, si no prefiero quedarme aquí.

— Quédate aquí.

— ¡Stefan!— gritaron desde afuera.

Él solo puso los ojos en blanco y salió fastidiado.

— Guarda energías, es el primer día— se burló Ruby antes de que saliera.

— ¡Te odio!— dijo Stefan y cerró la puerta.

Ruby rio y se puso de nuevo los audífonos.

Pidió algo de comer e invitó a Brian a que la acompañara, él no le mencionó nada de Tom, solo decía que estaba amando poder ver cómo se grababa una película. Ruby pudo entender su emoción y recordó por unos instantes la tarde en la que Tom la llevó a su trabajo. Sí, fue una de sus mejores citas.

— ¡Ruby!— llamó su atención Brian.

— ¿Qué pasó?— preguntó, se distrajo recordando aquel momento.

— ¿Ricky ya sabe que Tom está aquí?— preguntó de nuevo.

— Simon me pidió no contarle. Entonces, no lo sabe— Ruby se llevó a la boca un pedazo de pizza.

— ¿Y cómo van las cosas con Ricky?— Brian bebió de su refresco.

Ruby sonrió.

— Bien, una vez a la semana me habla y tenemos algo así como una cita virtual, me muestra el lugar en donde está y es magnífico— le contó.

— ¿Y Tom?

— ¿Tom qué?

— ¿Ya lo superaste?