You Could Be Mine

Capítulo 49

A Ruby le tomó unos segundos reaccionar y darse cuenta de lo qué estaba pasando. Tom estaba a punto de golpear de nuevo a Ricky, quien apenas y podía ponerse de pie pues el primer golpe logró confundirlo por algunos segundos.

— ¡Déjalo!— le gritó Ruby y logró jalar a Tom por la chamarra.

— ¡Eres un desgraciado!— gritó Tom, estaba rojo de coraje.

— ¡Tom!— trataba de hablarle Ruby, pero Tom no podía escucharla.

— Pensé que solo eras amigo de Ruby...— comenzó a hablar Tom.

Ricky sonrió y se llevó la mano al rostro, tenía algo de sangre en la nariz.

— Soy su amigo— respondió sarcásticamente y levantó sus lentes negros.

— ¡Eres un maldito bastardo!— Tom trató de irse sobre él pero Ruby aún lo sostenía mientras gritaba su nombre. — ¡Suéltame!— le gritó Tom a Ruby.

— ¡Déjalo en paz!— ordenó Ruby.

Ricky tenía la mano derecha cubriendo su fosa nasal, pues todavía tenía algo de sangre, intentó limpiar un poco con su camisa, no tenía intensión de levantarse del piso.

— ¡Soy un idiota! Debí saber que eras tú con quien me engañaba, siempre estaba contigo— habló Tom.

— Sorpresa— habló de nuevo en tono burlón Ricky.

— ¡Me las vas a pagar!— Tom se intentó abalanzar por tercera vez en contra del músico, pero Ruby lo sostenía con fuerza.

— ¡Ya déjalo! ¡Ricky, vete!— pidió ella.

Ricky por fin se levantó del piso, todavía intentaba detener la sangre de su nariz con la mano.

— Tenemos cosas que arreglar— dijo Ricky a Ruby.

— ¡No tienen nada que arreglar! ¡Lárgate!— gritó Tom con tal fuerza que las venas de la frente lograron marcarse, Ruby solo lo había visto en ese estado cuando actuaba.

Ricky no dijo más y comenzó a caminar lejos de aquel lugar.

Cuando Ruby sintió que Ricky estaba lo suficientemente lejos de la furia de Tom lo soltó y él solo pudo recargarse en la pared, tratando de recuperar el aliento y la cordura.

— No puedo creer que hayas hecho esto a unas semanas de la boda— Tom la volteó a ver.

— Tom, lo siento mucho, yo...

Tom no quería escuchar o comenzar una pelea en plena vía pública, ya algunas personas estaban enfrente de la acera viendo todo. Entró al edificio de Ruby y comenzó a subir las escaleras.

Ruby lo siguió varios pasos detrás, le pareció que subió más pisos de los normales. Cuando llegó Tom ya estaba sentado al lado de la puerta.

— ¿Quieres pasar?— preguntó apenada en cuanto estuvo a su lado.

— A menos que quieras que todos tus vecinos se enteren de la clase de persona que eres...— lo dijo con el tono de voz más calmo que encontró en ese momento.

Ruby sacó sus llaves y entró primero, Tom se quedó todavía unos minutos afuera, hasta que se sintió un poco más tranquilo y entró.

— Ni siquiera quiero una explicación, está todo muy claro— comenzó Tom.

— Me encontré a Ricky después de la prueba de vestido, necesitaba una explicación a todo lo que estaba pasando— comenzó a hablar Ruby.

— ¿Él necesitaba una explicación? ¡Yo también necesitaba una explicación cuando me dejaste por él y nunca me la diste!— se exasperó.