You Could Be Mine

Capítulo 38

Los siguientes tres días la producción de la película se detuvo, al menos en la tienda, el elenco tuvo que ir a otra locación y eso supuso un gran alivio para Ruby, pues la última vez que vio a Tom prácticamente terminaron peleando. Ciertamente sí hubiera querido recibir el dinero, pues a final de cuentas ese era su único objetivo dentro de "Love Way", pero ella le prometió a sus amigos y Ricky que no estaba con Tom por interés.

Y aún así se sintió dolida cuando Tom se lo reclamó, ella siempre supo que Tom de alguna manera, conocía sus intenciones.

Para la siguiente mañana ella estaba de mejor humor, habló con Ricky antes de llegar a la tienda, él siempre encontraba la forma de hablar con ella, aunque eso implicara que tuviera que despertarse muy temprano o dormir muy tarde, a veces hasta retrasaba algunas entrevistas para platicar con ella unos minutos.

— Quiero que mantengas esa sonrisa todo el día— se acercó Stefan a ella.

— ¿Por qué?

— Hoy regresan a grabar después del medio día— explicó.

— Tom pensó que me había quedado con el dinero, es un idiota— Ruby se cruzó de brazos.

— No puedes culparlo por ello...

— Creo que no le di indicios para que pensara eso... En fin, ya tiene su dinero de vuelta. ¿Cuándo acaban con esto?— Ruby señaló el área destinada a la grabación de esa tarde.

— En un mes más o menos. Me agrada que graben algo aquí, pero eso me ha bajado las ventas— admitió Stefan.

— Aunque debes admitir que esto es una gran publicidad, pronto mucha gente va a querer venir— aseguró Ruby.

— Espero que a comprar— Stefan la abrazó por los hombros. –Ahora regresa a tu lugar, que están a punto de llegar algunas cosas— ordenó.

— ¡A la orden, jefe!— Ruby estaba de excelente humor.

Tom odiaba sentirse nervioso cuando estaba por llegar a la tienda, todos los días en los que tenía que ir a la tienda se sentía terriblemente ansioso porque quería toparse con Ruby y hablar con ella. Aunque cuando por fin lo logró hizo todo mal, no debió decirle lo del cheque, eso estuvo mal.

Bajó corriendo las escaleras y subió al coche, ahí ya lo esperaba Mark.

— Hoy terminamos tarde— dijo Mark.

— Termino tarde— aclaró Tom.

— ¿Quieres que te ayudé en algo más?— preguntó su asistente.

— Hablé con Ruby hace unos días... Le pregunté si estuvo conmigo solo por el dinero dado que aceptó el cheque...

— Seguramente lo negó— Mark se cruzó de brazos.

— No solo lo negó...— Tom metió la mano a la bolsa de su chamarra y sacó el cheque. –Lo estuvo guardando para devolvérmelo— le dio el cheque a Mark.

— Bueno, pues me equivoqué con ella— admitió.

— No solo te equivocaste, nunca te cayó bien...

— Tengo mis razones— interrumpió Mark.

— No me importan, no quiero verte cerca de ella o de la tienda— Tom trató de conservar la calma. — Le pedí a Liam que te asigné a alguien más...

— ¿Me estás despidiendo?— Mark sonaba indignado.

— Liam te va a marcar en un par de horas...