Capítulo 33: Akatsuki: Un Integrante Uzumaki✓

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—¡¿Tobi?!—. Exclamó Itachi levantándose de golpe, al igual que Naruto.

El Uzumaki sintió como todo su estómago comenzó a revólverse, un breve recuerdo aparecía en su mente. Ya había visto a éste hombre.

Una túnica negra con nubes rojas, una máscara de calabaza naranja... Era... Ese tipo que lo había visitado en su propia casa aquella noche.

—Pain me dijo que tal vez estabas en el viejo Templo de los Uchihas—. Exclamó de una forma juguetona con una voz aguda. —Él me dijo que viniera por ustedes—. Dijo señalandolos a ambos.

Naruto tragó en seco al ver cómo lo señalaba, y además, que su voz era muy diferente a la que había usado con él, aquella noche en su departamento.

—Pain está muy feliz que hayas negociado con el Jinchūriki Del Nueve Colas, nos ahorraste trabajo a todos Itachi-Senpai. Pain te recompensará por esto—. Exclamó dramatizando la escena.

Aún que, Itachi solo se preguntaba una cosa, ¿Cómo pudo entrar al Templo Nakano sí solo se puede accesar con el Dōujutsu? 

—¿Tú quién eres?—. Preguntó él Rubio al de la máscara de calabaza.

—Todos me dicen Tobi—. Contestó de una manera hipnótica. Era una sensación que te hechiza, que te fascina, te cautiva, era una sensación muy extraña ante la presencia de aquél misterio hombre.

Kurama extendió sus nueve colas en orden, sin decir ni una palabra, solo observando desde los adentros del Uzumaki, aquél hombre que sin duda, ya conocía; O bueno, ya conocía ese Chakra, uno muy familiar.

El ojiazul tardo un poquito en corresponderle a aquél hombre, pero igual, termino presentándose.

—Yo Soy Uzumaki Naruto... Jinchūriki Del Kyubi...—. Dijo susurrando la última parte.

Aún que Tobi ya lo sabía, igual se hizo el sorprendido. Él corrió hacía Naruto tomándolo por los hombros abrazándolo ligeramente para después, en un hábil movimiento, cargarlo en su espalda.

—¡¿Pero qué...?!—. Exclamó él Uzumaki.

—No debemos llegar tarde—. Fué lo único que le dijo al ojiazul. —Itachi-Senpai, vámonos, o él se enojara.

Por un breve momento, también Itachi titubeó al seguir al chico de la calabaza en la cara. Pero igual, no le quedaba de otra.

Por el camino, El Uchiha iba formulando un sin fin de teorías, qué sino se detenía, su cabeza explotaría.

¿Qué probabilidad hay que éste sujeto sea Óbito?, ¿Una en un millón?, ¿Una en diez mil? ¿Una de diez?—. Esa y un sin fin de preguntas más comenzaban a rondar por su cabeza. Pero, para ser sinceros, esa puerta del Templo Nakano solo se podía abrir con un Sharingan, entonces, éso hace más probable que Tobi sea Óbito, ¿No?. Pues eso era exactamente lo que Itachi pensaba. Aún que también estaba la otra posibilidad... Qué en realidad, era Madara.

No Muy Lejos En La Guerida De Orochimaru...

—Deja de titubear y pasa—. Ordenó Orochimaru-Sama.

El chico al otro lado de la puerta, tomó con delicadeza la perilla y poco a poco la fué abriendo. Cuando por fin la abrió por completo, dió un paso firme para después cerrar la puerta de un golpe.

—Dígame que no es cierto—. Masculló de inmediato el Uchiha.

Orochimaru río un poco divertido ante la situación en la que se encontraba.

—Hasta parece que fué ayer cuando dejaste a tu sensei—. Comentó cruzándose de piernas. —Y... Déjame decirte que... Los rumores dicen que a él lo vieron con tu querido y prestigiado hermano mayor.

𝐉𝐢𝐧𝐜𝐡𝐮̄𝐫𝐢𝐤𝐢 © || 𝐔𝐳𝐮𝐦𝐚𝐤𝐢 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora