Capítulo 3: Estás Exiliado✓

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—Creo que se para que me llama Tsunade Baa-Chan...

Susurró con el ánimo por los suelos. Todos notaron la expresión del chico y no pudieron evitar ponerse nerviosos.

—Es porque soy un peligro... ¿Verdad?

Ni el Jounin, Ni los ANBU respondieron ante la pregunta del chico. Ninguno se atrevió a decir ni una sola palabra asta que llegaron a la oficina de la Gondaime.

—Llegamos...—. Kakashi abrió la puerta dejando pasar al Escuadrón.

Al entrar estaba Shizune al lado de la Hokage, en la esquina izquierda estaba Homura Mitokado y Koharu Utatane, parte del consejo de Konohagakure.

La Hokage carraspeo con su garganta tratando de aligerar el ambiente tan tenso que había entre ellos. —Los estábamos esperando—. Comunico con una voz neutral.

—¿Para qué me llamo?—. Preguntó con un poco de dolor en su pecho el pequeño chico rubio.

Lo que alguna vez fué un niño risueño que no le importaba las opiniones ajenas, ahora se estaba desvaneciendo. Aún quedaba una parte de él, en algún lado de su corazón.

—Puedes retirarte Yamato, cualquier cosa yo te aviso—. Dijo la Hokage haciendo caso omiso a la pregunta de Naruto. Realmente, no quería responderle.

—Hai.

Yamato junto a Yugao desaparecieron haciendo una combinación de manos junto a su Escuadrón ANBU. Solamente quedaron Kakashi, Naruto, el consejo, Shizune y la Hokage.

Tsunade se acomodó en su silla enfrente a su escritorio dando a entender lo incómoda que se sentía con la situación, y no era la única, todos estaban tensos sin saber exactamente qué decir o como comenzar una conversación.

Mitokado Carraspeo llamando la atención de los presentes. —Seremos directos contigo, Naruto.

El nombrado simplemente asintió con su cabeza ligeramente. Kakashi apretó un poco su puño a la defensiva, y Shizune solo observaba desde su lugar al lado de la Hokage.

—Ya no podrás hacer más misiones.

Decreto Mitokado con una seriedad impresionante.

El corazón del Rubio cada vez latía más rápido, le habían hecho muchas cosas, pero ninguna como ésta...

Mientras que Naruto estaba confundido por la repentina insinuación del consejero, Kakashi estaba a nada de explotar en rabia tras el decreto de Mitokado-Sama.

—¡¿A qué se refiere con que ya no podrá hacer misiones?!—. Exclamó Hatake con una voz bastante alta, una que nunca había usado antes.

—Kakashi... No lo hagas más difícil—. Masculló Tsunade.

—¿Ya no podré hacer misiones?...—. Pregunto Naruto con una voz sumamente baja, pero aún así, fué escuchada por los mayores.

—Naruto...

Balbuceo Tsunade; desde lo más profundo de su corazón se podía escuchar como una copa de cristal se quebraba. Ella lo llegó a cuidar más de una vez cuando era un bebé, solo que Naruto no lo recuerda por obvias razones. Tsunade no tenía muchas opciones, sobre todo, por como se iban creando más disputas con la organización Akatsuki que cada vez tomaba más fuerza.

—Soy un peligro para la aldea, lo sé...

—No es eso...—. Tsunade trató de corregir sus palabras con una desesperación que no pasó desapercibida por los presentes.

—Tendrás que comprender Naruto, son otros tiempos... Mito-Sama y Kushina-Sama fueron las anteriores Jinchūriki del Kyubi y no tenemos nada contra tí... El problema son los Akatsuki.

Naruto podía sentir como se le arrugaba el corazón como una pasa, exactamente por como lo decía Utatane. 'No Tenemos Nada Contra Tí' sí claro, que hipocresía de su parte en decirlo, todos le temen por qué es un Jinchūriki, a Mito-Sama y Kushina-Sama no les tenían miedo porque no había pasado ningún accidente con el Kyubi.

Pero a decir verdad, los Akatsuki empeoraban todo. Naruto podría vivir con las críticas y con el rechazo, pero no con una organización que le sigue los talones, eso lo complicaba todo.

—Para evitar cualquier disputa, tú serás...

—Exiliado de la Aldea.

Una voz ajena a la de los presentes retumbó desde la puerta, todos voltearon expectantes, se quedaron boquiabiertos al ver al hombre que venía entrando a la oficina.

—¡¿Danzō?!—. Cuestionó Shizune sacando de su trance a todos.

—Partirás mañana por la mañana con Jiraya-Sama. Tsunade-Sama es mejor que salga de la Aldea lo antes posible, los Akatsuki podrían venir por él en cualquier momento.

—¡Te Dije Que No Te Metieras En Esto Danzō!—. Exclamó la Hokage dando un golpe a su escritorio sin llegar a romperlo pero sí logro un gran estruendo asustando a más de uno. Sabían que un golpe de Tsunade es mortal.

—Hokage-Sama, es parte de mi trabajo.

—¡Tu Trabajo Está En ANBU De Raíz!—. Gritó la nombrada.

—¡Y ANBU De Raíz Protege A La Aldea, Al Igual Que Todos Ustedes!

Se generó un silencio sumamente incómodo. Tsunade no quería aceptar que Danzō tenía razón, pero no quería hacerle eso, No a Naruto, No al Yondaime Hokage, No a Kushina.

—¡Uzumaki Naruto, Quedas Oficialmente Exiliado De La Aldea!—. Gritó Danzō contra el chico.

—¡No Tiene Derecho De Hablarle De Esa Forma!—. Exclamó Kakashi entrando a la conversación, "Discusión"

—Esto dejo de ser asunto tuyo hace mucho tiempo, Kakashi.

—¡Esto No Era Parte Del Trato, Danzō!—. Exclamó Mitokado golpeando un librero que estaba a un costado suyo.

Tsunade empezó a juntar chakra en uno de sus puños mientras que su respiración se agitaba cada vez más. —Naruto estará Exiliado pero se quedará en esta Aldea.

—¡Él Es Un Peligro!—. Gritó Danzō tratando de convencer al concejo y a la Hokage. —¡Es Un Peligro Por Ser Un Jinchūriki!

—¡Naruto No Es Un Peligro!—. Confirmó Utatane. —Akatsuki lo es... Ellos buscan a los Jinchūriki.

—¡Es Por Eso Que Él Sé Tiene Que Ir De Ésta Aldea!

—¡Él Se Quedará En Está Aldea!—. Gritó Kakashi tratando de contener su ira contra el despreciable de Danzō.

El hombre a cargo de Raíz, tomó aire y sobre todo valor al decir lo siguiente. —¡¡Uzumaki Naruto Está Exiliado!!

—¡Él Se Queda En La...

—¡¡BASTA!!

Hablo por fin el joven Rubio. Por un momento los ojos rojos característicos del Kyubi se vieron reflejados en él, haciendo que todos se callarán al instante.

—Mito-Sama y Kushina-Sama no les tenían miedo porque nunca había pasando un accidente como lo fué el día en que yo nací. Todos me culpan, Todos me critican, Todos Me Hacen A Un Lado Sin Siquiera Conocerme, Todos Me Tienen Miedo... Y no los juzgo, Después de todo, Tengo un Demonio en mi interior, Pero aún así... No Los Odio... Y sí les sirve de algo, Yo me voy de la Aldea mañana por la mañana.

Las palabras de Naruto eran como apuñaladas en el estómago y estacas en el corazón, todos se quedaron pasmados ante la reacción del Rubio.

Nadie se lo esperaba, todos estaban en Shock sin saber que decir o mucho menos que hacer al respecto.

—Con su permiso... Me voy.

El Uzumaki, sin más que decir, se dió la vuelta con calma hasta salir por la puerta con las manos en sus bolsillos encogido de hombros sin mirar a nadie a su alrededor. Absorto del mundo en general, como siempre había vivido.

—¡¿Qué Hiciste Danzō?!

—Xime.

𝐉𝐢𝐧𝐜𝐡𝐮̄𝐫𝐢𝐤𝐢 © || 𝐔𝐳𝐮𝐦𝐚𝐤𝐢 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora