Capítulo 36: El Reencuentro✓

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—Gaara... ¿Se enteró que estoy en Akatsuki?

A Kakashi se le arrugó el corazón al escuchar aquellas palabras temblorosas salir de los labios del Uzumaki. Gaara era casi como un hermano para Naruto, y para Kakashi, casi como un hijo, al igual que el Uzumaki.

—Naruto...—. Susurró el Peliplata.

Pero antes que pudieran explicarle lo sucedido –A pesar de que él había escuchado toda la conversación sin que nadie se percatara– un temblor empezó a abarcar toda la zona.

—¿Qué sucede?—. Exclamó Yamato mientras hacía un Jutsu de madera para reforzar el techo del lugar.

—¿Un temblor?—. Murmuró él Uchiha, qué, muy apresurado, empezó a correr hacía afuera con todos los demás siguiéndolo por la espalda para toparse con una escena escalofriante.

El bosque que estaba al rededor del Templo Nakano, había sido erradicado por completo, todo estaba cubierto por arena.

Gaara...—. Naruto salió corriendo en dirección a la arena. El lugar parecía un desierto, pero no había rastro de Gaara ni de algún otro Ninja, o bueno, no se veía.

—¡Gaara!—. Empezó a gritar a los cuatro vientos el nombre del chico.

Sus pies se hundían en la arena, pero no le importaba en lo más mínimo, él solo quería encontrar a su viejo amigo y hablar de una buena vez por todas aclarandole que no era un Akatsuki realmente, que él, tenía otros planes.

Y fué entonces cuando apareció...

Apareció por su espalda aventando a Naruto al suelo mientras él se ponía arriba de él.

—¡¿Gaara?!—. Exclamó Naruto con una sonrisa de oreja a oreja, qué, pronto desaparecería al ver cómo Gaara lo amenazaba con un Kunai que mantenía pegado a su garganta, sin llegar a lastimarlo –Aún

—Mírate—. Habló con una voz gutural examinando con la mirada la Túnica Negra de Nubes Rojas. —¡¿Te uniste a esos bandalos que persiguen a todos Los Jinchūriki?!

La expresión que Gaara mantenía en su rostro, hizo reflexionar a Naruto; por una milésima de segundo, se cuestionó sí en realidad estaba haciendo algo bien, o realmente se estaba convirtiendo en uno de ellos. Pero cambiaría de opinión al seguir escuchando al Ex' Jinchūriki.

—¡Naruto!...—. Masculló tenzando la mandíbula con su labio inferior que empezó a temblarle. —Te convertiste en aquello que juraste destruir...

—Gaara, sí me dejaras explicarte...

—¡¿Acaso No Lo Entiendes?! ¡Ellos Quieren Al Kyubi! ¡Y Tú, Se Los Estás Dando En Bandeja De Plata!

—¡Eso No Es Así!—. Exclamó él Uzumaki levantando la voz, cosa que no había hecho en mucho tiempo. —¡Tengo Un Plan!

Gaara interrumpió de inmediato. —¿Un Plan?, ¡Esos Mafiosos Te Quieren Muerto! ¡Para tener al Kyubi a su Merced! ¡Saben que eres un peligro para toda su organización! ¡Cuando menos te lo esperes, te estarán sacando al Kyubi, y eso te conducirá a tú muerte!

Naruto tragó en seco. —Y, ¿Por qué tratas de asesinarme?

La mano de Gaara se aferró con fuerza al Kunai que aún seguía presionando contra el cuello del Uzumaki.

—¿Asesinarte?—. Cuestionó sin esperar una respuesta. —Yo no quiero asesinarte. ¿Qué haría sin tí?, ¿Que haríamos sin tí?, Tú... El Jinchūriki Del Kyubi, uno de los Jinchūriki más odiados y temidos por las Cinco Grandes Naciones Shinobi's... El primer Jinchūriki que está del lado de Los Akatsuki...

—No hables estupideces—. Murmuró sintiendo como el frío del metal le causaba un escalofrío que se extendía por el resto de su cuerpo.

—¡Para ellos solo eres un moustro! ¡Como yo lo llegué a ser una vez!, ¡Ellos te necesitan ahora, pero cuando no, Te van hacer a un lado! ¡A la primera señal de problemas... Van asesinarte!

—¡¿Y Acaso Creés Que Voy A Dejarme?!

—¡¿Y Acaso Creés Que Van A Liberarte?!

Ambos se miraron directamente a los ojos, sin decir ni una palabra. Gaara sabía que no había nada que lo hiciera cambiar de opinión. Sabía que Naruto no era un Akatsuki realmente, tal vez se pregunten, ¿Cómo lo sabe?, Pues era más que obvio, siempre quiso paz, Naruto siempre quiso mantener paz en todas la aldeas, él más que nadie sabe la crueldad con la que se enfrenten todos Los Jinchūriki, cosa que Naruto quería terminar con ello, con ese sufrimiento. Pero en cierta medida, iba en contra de todos sus principios.

Aún así, se estaba poniendo en un gran riesgo innecesario, cosa que, Naruto estaba dispuesto a realizar con tal de traer paz a un mundo tan corrompido como lo era el Mundo Shinobi.

Gaara se dejó vencer por la terquedad del Uzumaki en el tema. El Pelirrojo quitó el Kunai del cuello del Uzumaki, pero aún estaba arriba de su regazo impidiéndole moverse.

—Un cierto porcentaje de lo que suceda, será tu culpa—. Murmuró mirando como las nubes pasaban sobre sus cabezas como sino estuviera pasando nada realmente.

—Aveces deben morir personas para mantener la paz—. Susurró el rubio entrecerrando ambos ojos.

Pasaron algunos segundos en silencio, para después en un rápido movimiento, Naruto se levantó aventando a Gaara al suelo, quedando el rubio arriba del pelirrojo, amenazándolo con el mismo Kunai que minutos antes tenía en su cuello.

—Dime, ¡¿Qué te hicieron ellos?!

—Naruto...—. Susurró confundido por los actos del Uzumaki.

—¡¿Ya no tienes al Ichibi?!—. Exclamó recordando una frase que Gaara había dicho minutos antes.

¡Para ellos solo eres un moustro! ¡Como yo lo llegué a ser una vez!

Por un momento, los ojos rojos de Kurama se vieron reflejados en el Uzumaki. Gaara solo asintió con su cabeza.

Todos los demás estaban presenciando la escena. Yamato estaba listo con su Jutsu para contener el Chakra del Kyubi en caso de emergencias, Itachi estaba viendo con su Sharingan los movimientos de Naruto y Kakashi solo trataba de mantener sus emociones a raya.

A Kakashi, lo mejor que le pudo haber sucedido en ANBU, fué que le asignarán cuidar del Uzumaki, pero, hasta la fecha, aún le perturba el hecho de que pueda salir herido, aún sabiendo que es lo suficientemente fuerte como para fácilmente superarlo.

—Sí podías liberarte de mí, ¿Por qué no lo hiciste desde un inicio?—. Cuestionó el Pelirojo regresando a su usual tono de voz monótona que siempre a usado.

—Quería ver lo que harías—. Contestó Naruto con total normalidad. —Y no fué una decepción—. Antes de que alguien interrumpira, siguió hablando. —Viniste hasta aquí, tú solo, a detenerme, al Jinchuriki del Kyubi, aún sabiendo que soy más fuerte que tú. Trataste de detenerme y hacerme entrar en razón... Pero déjenme les digo que tengo mis metas claras... Yo Voy A Terminar Con Los Akatsuki.

Naruto dejo salir un suspiro pesado soltando el Kunai que sostenía entre sus manos.

—Yo no soy un moustro—. Comentó levantándose. —Solo estoy adelantado a los demás, siempre estaré un paso adelante... A pesar que no soy ese tipo de persona que piensa antes de actuar.

Terminó por decir el Uzumaki. Él comenzó a caminar con calma, hasta quedar al lado de Kakashi-Sensei.

—La Exasperación... La Rabia... El Dolor... Incluso al hombre más bueno, lo termina desquiciando por completo... Y lo termina convirtiendo en la persona más cruel que alguna vez hayan imaginado.

—Xime.

𝐉𝐢𝐧𝐜𝐡𝐮̄𝐫𝐢𝐤𝐢 © || 𝐔𝐳𝐮𝐦𝐚𝐤𝐢 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora