De la Tierra al Cielo solo contigo - Pit X Dark Pit

Capitulo 13

Narrador omnisciente

- ¿Beck? ¿Estás bien?.- Pregunto Ang conduciendo.

- Estoy algo nervioso.

- ¡Vamos hombre no estés nervioso es la primera acción real que tenemos en meses¡.- Dijo Sid mientras abrazaba a Beck por la espalda.

- ¿Y que pasa si Blacky nos ve?

- No lo hará  por eso vigilaron dos días seguidos.

- Mmmmm.

- Solo divierte hombre.

- ¡Miren ahí esta!.- Señaló  Ang cuando llegaron a la escuela.

- ¡No inventes encerio que es igual!

- Se los dijimos.- Dijo Ang recargado en el volante.

- Y llegamos justo a tiempo ahí viene su padre.- Dijo Beck señalando el coche que se estacionaba enfrente de Pit.

- !Perfecto! Ahora a seguirlos. - dijo Sid animado golpeando el asiento .

Tardaron unos minutos en llegar al café y se estacionaron en un lugar un poco apartado del auto donde venía Pit.

- Es hora. Estén listos para actuar y recuerden, sin testigos ni errores.

- ¡Si!

Todos se pusieron las máscaras y se prepararon para salir

Uno de ellos distraía a Pit el tiempo suficiente para que el padre de Pit se fuera lo suficientemente lejos y luego todos atacaban, plan simple, rápido y fácil.

Sid que era quien distraería a Pit tenía unas bolsas y caminaba en frente de Pit. Después las tiro por "accidente"

- ¡Oh no! Mis víveres!.- dijo agachándose a recoger todo lo que se cayó en la bolsa

Narra Pit

Después de que mi papá me dejara cerca de la puerta de empleados ví a un señor que se le caían sus bolsas de mandado.

Rapidamente me acerque a ayudar.

-¿Buenas tardes señor puedo ayudarle?.- Dije bastante gentil mientras sonreía.

- Oh sí te lo agradecería.- Dijo el señor sobándose las muñecas.

Recogí varias cosas y las guarde en una bolsa que traía el señor hasta que ví que se sostenía su mano mientras se quejaba del dolor.

- ¡Oh no! ¿Se lastimo? ¿Se encuentra bien?.- Dije acercándome a revisarle.

- Hay no te preocupes estoy bien , ahora que estás cerca de mi estoy muy bien.- Dijo sonrriente.

- Eh?.- Lo mire confundido y acto después el trono los dedos.

No supe de dónde salieron o que pasaba cuando un montón de chicos con todo tipo de máscaras y guantes negros me reodearon.

Todo paso muy rápido ellos se me avalanzaron y aunque gracias a mis reflejos esquivé como a 3, pero otros 3 lograron agarrárme mis brazos y otros 4 levantaron mis piernas.

-¡AYUDA! ¡SUELTENME!.- dije grité alterado mientras lanzaba golpes y patadas que con mucho trabajo lograban esquivar o bloquear.

El chico que estaba detras mi recibió un cabezazo mío y grito de dolor.

- ¡AAAAAH! ¡Mi nariz!

- ¡Subanlo ya!

Me arrastraron a una camioneta pero me rehusaba a ceder.