Sophie
No estaba logrando adaptarme nuevamente. Todo en este lugar, que a pesar de ser tan conocido para mi, parecía ahora tan distinto.
Hablaba poco con las demás novicias, incluso la madre superiora me había llamado la atención en varias ocasiones. Ellas creían que seguía molesta por haberme dejado, perdida en el bosque, pero la razón era muy diferente.Todo en mi extrañaba a Logan y me sentía miserable, cansada y más que deprimida.
Mi creencia de que al volver al convento me permitiría superarlo, fue errónea y lo descubrí durante estas largas dos semanas. No hacia sino pensar en él y en como estaría.¿Habría superado él todo lo que pasamos juntos? ¿Me habría dejado atrás luego de catorce días lejos? Rogaba que no fuera así, no quería ser la única sintiendo todos estos sentimientos.
Podía sonar egoísta, pero no estaba lista para aceptar ser solo un pequeño recuerdo.-Sophie, el padre Adalberto ha pedido hablar contigo.- Salí de mis tortuosos pensamientos para centrarme en las palabras de la hermana Ofelia.
-En un momento iré, gracias por avisarme- imaginaba que mi últimamente taciturno humor y mi repentina falta de apetito, termino de exhibirme y ahora estaba en problemas.
No era algo que hacia de manera adrede, pero en el momento en que las vi, me había arrepentido de entrar por esas puertas. Pero era tarde para dar vuelta, Logan no estaba y seguro lo había decepcionado.
Camine hacia el confesionario, pensando en que decirle ¿Cómo explicas que lo que querías ha dejado de importar, porque te has enamorado en pocos días?
¿Me tacharían de pecadora? ¿Me darían un castigo tan digno de querer haber tomado la decisión de no haber vuelto?Estaba completamente convencida de que si…
-Sophie, he estado recibiendo informes de un cambio en tu comportamiento. Me han dicho que casi no compartes y si lo haces, eres demasiado taciturna. Te has saltado comidas y esa es la principal razón de mi preocupación ¿Qué esta sucediendo contigo?- debí imaginar que se preocuparían por saltarme una o dos comidas, pero no podía siquiera considerar la idea de comer.
-De ser sincera, siento que ya no quiero estar aquí. Sonara mal y quizás lo sea, pero en estos pocos días mi vida cambio. No me importa el castigo que se me de, pero no puedo ocultar que a pesar de mi amor a Dios, mi corazón ahora pertenece a alguien más. He intentando resistirme, pero no lo he logrado. Decidí volver con la creencia de que solo era una tentación más del mundo, pero no he podido quitarlo de mi cabeza. Todo en mi quiere estar con él, pero mi conciencia me castiga.- de nada me servía ocultarlo y Logan no merecía ser algo que escondía cuando lo era todo.
-Si sientes que este ya no es tu lugar ¿Por qué no has ido a donde sientes que perteneces?
-Porque de hacerlo estaría traicionando la confianza que todos han puesto en mi. Ser monja ha sido todo lo que he querido desde hace mucho tiempo y ahora…
-Aquí nadie te juzgaría Sophie, una de las razones por las que damos tiempos antes de convertirse, es justamente por si encuentran su felicidad. Es difícil sentir que tu vida da un vuelco y que cada decisión y proyecto se derrumba. Pero es por darle lugar a algo nuevo. Nadie aquí puede decirte que hacer, esa decisión de salir de ti. Pero si puedo asegurarte de que nadie, te juzgara, así que piensa lo que tu quieres y ese es el lugar al que debes aferrarte.
Me quede en silencio, decidiendo donde quería estar y la verdad, era junto a Logan. Todo en mi lo sabia, solo con pensar estar a su lado mi adrenalina aumentaba.
Pero la pregunta que se extendía en mi interior, era si él me aceptaría, luego de haberlo dejado.-¿Has tomado una decisión Sophie?- volví a la realidad y sabia que lo había hecho.
-Quiero volver con él. Quizás no me acepte, pero no puedo dejar pasar las ganas de verlo. Se que con el tiempo lograre que me quiera del modo en que lo hago, pero si no lo consigo, no me arrepentiré de haberlo intentado.
Pase un tiempo más hablando con el padre, antes de dirigirme a mi habitación y comenzar a preparar mis cosas. Tenia un lugar al cual ir y tenia alguien a quien ver, no podía perder tiempo, ya había perdido el suficiente.
Me había aferrado a la ilusión de retomar mi camino, al punto de no darme cuenta, que ahora solo estaba desviándome. Mi camino, siempre fue llegar a Logan.Despedirme de las hermanas y de la madre superiora, fue algo triste, habían sido mi familia este tiempo aquí.
Me sentí tranquila al saber que ninguna me juzgo por la decisión que estaba tomando, sino que al contrario, fueron comprensivas.Pero ahora mientras caminaba de camino al departamento de bomberos, pensaba en muchas situaciones en donde en algunas Logan me aceptaba y en otras me daba la espalda.
No conocía mucho sobre tener una relación con un hombre lobo, algo muy extraño pero que no me importaba, solo sabia que el me había dicho que me quería. Y esperaba que aún lo hiciera.¡Dios que aún me quisiera!
Debería haber llamado a mi padre, para pedirle que fuera por mi, pero quería hacer esto por mi cuenta. Que aún ninguno de mi familia supiera las últimas noticias.
Seguro estarían extasiados al saber que ya no seria una monja, a pesar de fingir apoyarme, sabia que no acepaban esa vida.Cuando el edificio al que quería llegar, estaba frente a mi, las dudas me asaltaron como la primera vez.
El aire parecía faltar y mis manos estaba segura que temblaban sin parar, lo sabría de no estar cargando estas dos maletas conmigo.Cuando me arme de valor, ingrese, encontrándome solo a dos mujeres conversando.
-No lo se, nunca estuve a favor de presentarle alguien a otra persona. Es decir, podrían fácilmente odiarse y ¿Quién quedaría mal? Si, uno. Mejor que busquen como personas normales.- exclamo, la castaña con rulos, levantando ambas manos.
-Solo digo que con el exceso de trabajo, se quedara solo de seguir así. Estoy segura que mis compañeras estarían encantadas de conocerlo.- le respondió la pequeña rubia.
Su conversación al parecer se trataba sobre convertirse en una especie de casamenteras. Ya lo había pasado, varias personas intentaron presentarme a otras, fallando totalmente. Por lo que apoyaba a la chica de rulos.
-Hola, disculpen la interrupción, pero estaba buscando a alguien.- al escucharme miraron hacia mi con una sonrisa.
Muy bien, al menos eran amables.
-Hola, soy Abby y ella Tracy ¿A quien buscas?- pregunto la rubia, aún divertida. Estaba segura de que su diversión era por saber que había escuchado su conversación.
-A Logan.- eso solo las puso curiosas. ¿Tan raro es que alguien lo buscara?
-Él no esta, hoy es su día libre, pero ¿De donde se conocen?- Inquirió Tracy.
-Eso es una larga historia. En serio muy larga.
-¿Qué cosa es larga?- pregunto una divertida voz de hombre. Cuando levante mi vista vi a un par de fornidos y gigantes que se acercaban. Pero lo divertido fue reconocer su voz.
-Momento ¿Tú eres galletita?- pregunte divertida y el rubio, quien ahora notaba el gran parecido que tenia a Patrick, sonrió.
-Pequeño bambi ¿Otra vez estas perdida?- de hecho, lo estaba, ya que Logan no estaba aquí y no sabia donde encontrarlo.
-Algo parecido. Vine buscando a Logan, pero él no esta.
-Oh no Sophie, ibas a contarnos la larga historia. Así que siéntate, tengo mucho tiempo.- dijo Tracy tomando mi mano y llevándome a una de las bancas.
-Estoy libre, me sumare a la charla y estoy segura de que estos dos también.- ahora tenia a cuatro personas esperando oír como conocí a Logan.
Ellos no lo creían pero enserio seria largo…
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Por motivos religiosos
WerewolfLogan North no esperaba encontrar a su compañera perdida en el bosque. Pero una cosa era segura, no perdería la oportunidad de ayudarla. Solo tenia cuatro días para demostrarle que él podía ser el hombre de su vida. Pero antes debía convencerla de c...