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Nika

No se en que momento me quede dormido, pero desperté inundado por el olor de mi compañera. Seguíamos en el sillón, sentía que Dylan, seguía apoyada en mi pecho, era un bonito despertar y no la mierda a la que estoy acostumbrado.
La canela flotando me dejaba en éxtasis, me hacia olvidarme de los problemas, de mis padres, de la escuela, de todo, solo existía ella, Dylan.

Con pocas ganas abrí mis ojos, pero habría preferido no haberlo hecho, ya que a penas lo hice me encontré con la fría y cuestionadora mirada del comisario. En cuando noto que estaba despierto, entrecerró los ojos de manera intimidante y me hizo una señal para que lo acompañara al jardín.
Con cuidado acomode a mi compañera, intentando no despertarla, antes de seguir al que era mi suegro, aunque no dudaba que intentaría matarme por dormir con su hija.

-Le aseguro que no paso nada, se lo que esta imaginando comisario, pero respeto demasiado a Dylan como para aprovecharme de un momento como este.- no sabia si debía defenderme o no, pero tampoco iba a correr el riesgo de que me mate.

-No me gusta nada la idea de llegar y verte acostado con mi hija, ya sea en un maldito sillón o una maldita cama. Pero no es de eso de lo que quiero hablar contigo ahora.- frote el sueño de mis ojos, mientras trataba de pensar ¿De que otra cosa quería hablar conmigo?

-¿Entonces? ¿Si no es de Dylan, de que quiere hablar conmigo? No me he metido en problemas y tal y como le prometí, desde el día del hospital, ya no volví a la estación de policías.- me había empezado a comportar como alguien nuevo, estaba limpiando todo lo malo que había hecho.

-Quiero saber ¿Qué es lo que sucede con tus padres? Se que no es de mi incumbencia, pero me preocupa un poco. Ayer cuando fui a buscar a Dylan, ellos estaban demasiado perdidos ¿Es así cada noche?

-Desde que tengo uso de razón. Mis padres no son felices y se que no excusa, pero antes intentaba ayudarlos, no imagina cuantas veces lleve a casa esos volantes que nos daban en la escuela, pero ellos simplemente los botaban. A medida que fui creciendo, me di cuenta de que era en vano, entonces comencé a buscar excusas para no pasar el tiempo en casa. Me conseguí un trabajo, empecé a salir con mujeres al azar.- me detuve al ver su mirada y aclare.- No estoy diciendo que sea algo bueno, pero ese fue mi medio de escape de toda esa mierda que ellos lanzaban hacia mi.

-Como dijiste esa no es razón para hacer todo lo que hiciste. ¿Cómo puedo confiar en que verdad dejaste eso atrás?

-No he dormido con nadie desde que descubrí que Dylan es mi compañera.

-¿Y con mi hija?- ¿Por qué tenia que hacerme este tipo de preguntas capciosas? Él me había visto dormir con ella, pero si afirmaba, creería que había pasado algo más y si lo negaba, me tildaría de mentiroso.

-Depende del punto de vista que lo vea. Si me pregunta si tuve sexo con Dylan, la respuesta es no, aún no sucede. Pero claramente me vio despertar junto a ella, por lo que debo responder que si dormí con ella.

-Lo mejor es que ese aún, siga así durante varios años más. Pero ahora quiero ir contigo y hablar con tus padres, necesitan ayuda y debemos dársela.

-¿Esta seguro de que quiere involucrarse en algo como esto? No es su responsabilidad, seria meterse en problemas por alguien a quien aún no acepta como el novio y compañero de su hija.

-Te acepto Nika, quiero creer en tu cambio y es por eso que quiero hablar con tus padres. No quiero que tu padre vuelva a dañar a mi hija, pero puede suceder si no consigue la ayuda que necesita. A ti no te escuchara porque eres su hijo y de cierta manera aún le temes, pero a mi me tendrá que escuchar quiera o no.

-Si quiere hacerlo, hagámoslo, no seré yo quien pierda el tiempo. Mi padre no escucha a nadie que no sea a él mismo, tal vez escuché a mi madre a veces, pero puede ser porque luego de eso terminan a los golpes.

-Vamos Bouchard, eso no puede continuar así o terminaran matándose entre ellos.- el comisario no tenia ni una maldita idea de lo cerca que estaba de mis temores.

Al crecer de la manera en que lo había hecho, siempre creí que un día ellos se matarían y me matarían también.
No tuve tiempo de despedirme de Dylan, ya que seguía durmiendo, pero Summer prometió informarle porque me había ido con su padre.

Cuando llegamos a mi casa, como casi nunca en las mañanas todo se encontraba en completo silencio. Mire al comisario, antes de abrir la puerta e ingresar a la casa. En la sala no se encontraba nadie, solo la cantidad habitual de botellas de whisky, esparcidas por todas partes.
No era normal el no encontrarlos y eso me preocupaba, no dejaba de sentir un mal presentimiento.

-¿Crees que no están en la casa?- negué, no había posibilidad de que a esta hora no estuvieran en la casa.

-No, ellos nunca salen a esta hora. -Es más deberían estar levantándose.

Camine hacia la cocina y desee nunca haberlo hecho. El lugar era un completo desastre, ollas y vasos estaban tirados en el suelo y demasiada sangre. Seguí con mi mirada el camino de sangre, encontrándome con el cuerpo de mi padre. Todo su torso estaba bañado en ese liquido rojo y varios cortes se extendían por él.

-Nika.- el comisario me sostuvo para que no me dirigiera hacia él, me sentía perdido, como si no estuviera aquí, como si esto no fuera real.

De manera casi automática voltee y vi lo que el comisario quería que vea. Contra la estufa mi madre estaba recostada, con un cuchillo en la mano. No podía seguir aquí o de lo contrario enloquecería.
Empuje al comisario, haciéndolo a un lado y caminé hacia la salida, sentándome en uno de los escalones.

Había sucedido, se habían perdido tanto que mi madre no se toco el corazón y termino asesinando a mi padre.
Mi relación con él nunca fue buena, pero era mi jodido padre y ahora estaba muerto. No solo lo perdería a él, mi madre terminaría detenida, por homicidio.

Podía escuchar en el fondo la voz del comisario pidiendo refuerzos y una ambulancia, informaba un occiso y una persona en estado de shock. Mi mundo se estaba cayendo a pedazos, perdía todo lo que tenia y a pesar de lo toxico que era, no me imaginaba sin ellos.
¿Qué haria? No tenia a nadie más y debía encargarme de todo. Encargarme del cuerpo de mi padre y buscar un abogado para mi madre.

-Nika, no pienses que estas solo en esto. Tenemos nuestras diferencias , pero ahora eres uno más de la familia.

-No le avise a Dylan, no quiero preocuparla.

-Lo siento Nika, ya le avise. Ahora la necesitas junto a ti.- podría ser, pero no quería que se sienta mal por mi.

Por motivos religiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora