Por motivos religiosos

22

Logan

Había pasado los últimos días tratando de no pensar en ella y ahora parecía que la maldita casa olia a jodidas rosas.
Era una maldición el que la recuerde y no poder verla, no poder tenerla conmigo.

Los golpes en la puerta, no solo me irritaban, me hacían querer golpear al culpable. Ahora que estaba por enloquecer alguien venia a molestar e imaginaba que uno de los muchachos seria.
¿No podían dejarme tranquilo ni siquiera en mi maldito día libre?

Cuando abrí la puerta no me espere encontrarme a Michael y mucho menos cantando de manera totalmente desafinada una maldita canción de la novicia rebelde.

-Donde empieza mi lección repitiendo la canción, mira siempre la intención, fácil es poder cantar. Sol, el que nos da calor, la que siempre sigue al sol. Si, es lo contrario al do. Y volvemos siempre al do.- lo iba a matar. Michael no tenia idea de lo jodido que esta en este momento, de todas las canciones viene con una maldita burla.

Iba a arrojarme a reventar su maldita cara, cuando escuche la ya conocida voz de mi compañera. ¿Qué hacia Sophie aquí?
Ella debería estar en el convento preparándose para tomar los malditos votos, como lo había querido por siempre.

-Te dije que cantas feo, galletita. Ya vez, asustaste a Logan.- ella clavo sus ojos en mi, mientras yo dejaba a un lado el enojo con este idiota.- Hola Logan.

Podría quedarme simplemente mirándola todo el día, pero había cosas que debía saber.

-Pajarito. ¿Qué paso con tus votos?

-Los deje.- era la primera vez desde que la conocí que la veía tan insegura y vulnerable, a excepción de cuando se enfermo.

-Muy bien.- no me importo que Michael nos estuviera espiando, ella era mi compañera y acababa de darme una de las mejores noticias. La tome de su rostro y plante mis labios sobre los suyos , con el hambre que tenia estas semanas.

La extrañaba y ahora ya nada le impedía estar conmigo. Había dejado sus votos y aunque no lo había dicho, supe que lo hizo por mi.
Ignore al igual que ella, las constantes aclaraciones de garganta de Michael. Ahora solo debía besarla, demostrarle lo mucho que la extrañe y lo feliz que estaba por tenerla ahora frente a mi.

En cuanto el beso termino, no espere a que se recuperara antes de jalar su brazo e ingresar con ella a mi casa, cerrando la puerta en las narices del cotilla de Michael.
Esta conversación solo era nuestra, no estaba dejándolo pasar por nada de este mundo.

-¡Eso no es muy educado Logan! ¡Díselo pequeño Bambi!- gritaba desde fuera, fingiendo estar ofendido.

En cuanto la mire, Sophie sonreía, aún con sus manos en mi pecho.

-¿En verdad dejaste los votos pajarito? ¿Ya no planeas convertirte en monja?- estaba ansioso y necesitando esta confirmación.

-No podía seguir con ello. Luego de entrar por el portón, supe que era un error y quise volver al auto contigo, pero llegaron las demás y no pude. Pero te extrañaba demasiado ¡Cristo Logan! Al parecer no puedo vivir sin ti. Intente superarte y centrarme en cada actividad que hacia antes, pero solo pensaba en ti. Creí que nunca le diría esto a alguien, pero enserio te amo Logan…- corte sus palabras solo para besarla otra vez.

Me estaba diciendo todo lo que espere escuchar, lo único que necesitaba. Estaba aceptando quedarse conmigo y no volver con las monjas.
Porque no había forma de que ahora que sabia esto algo la separara de mi.

Sus manos se aferraban con fuerza a mi camisa, atrayéndome hacia ella. Por mi parte sostenía su rostro con una de mis manos y la otra se encontraba en su cadera.
Se separo, pero siguió acariciando mi rostro con el suyo.

-¿Enserio me amas Sophie?

-Mucho. Lo primero que hice al salir del convento fue ir a buscarte, no podía tardar en llegar a ti. No imaginas lo difíciles que fueron estas semanas, estaba triste y deprimida, ni siquiera tenia hambre.- sonreí ante eso, ella sola se había torturado.

-¿Por qué no me buscaste antes?

-Tenia miedo a que todos me juzgaran y que tu ya me hubieras superado. Hoy hable con el padre Adalberto y me dijo que debía pensar en donde quería estar en verdad y yo solo quiero estar contigo Logan. Si no me querías, planeaba convertirme en esa acosadora que tanto deseabas.- no dejaba de sorprenderme Sophie, esto parecía una fantasía y en ocasiones me pregunte si la cerveza no había estado adulterada.

-Yo te amo pajarito, tu eres mi compañera, la única para mi…

-¡Lo sabia!- gire con enojo hacia la ventana, el idiota de Michael había arruinado mi confesión y estaba apoyado en el vidrio con una sonrisa.- ¿Esperabas que me perdiera esto? No hay puerta que me detenga Logan, deberías saberlo.

Lo iba a matar, estaba listo para golpearlo. Pero Sophie tenia otros planes.

-Entonces ¿Aún me quieres?- olvidando a Michael, me volví a centrar en ella.

-¿Estas jugando Sophie? Acabo de decirte que te amo, eres todo lo que quiero. Ahora déjame ir a golpear a Michael y luego volveré a besarte hasta que lo comprendas

-No puedes golpearlo, él es tu amigo y me cae bien, además el me trajo hasta ti.- en eso tenia razón, podría ser un idiota, pero él me la había devuelto- Una cosa más ¿Te importaría volver a tenerme de compañera? Aún mi familia no sabe de mi cambio y esperaba quedarme contigo.

-La casa es lo suficientemente grande para los dos Sophie. Me encantaría te quedes aquí.

-Bueno, Michael tiene mis cosas y yo ya estoy en la boca del lobo ¿Me ayudas a entrarlas? – asentí, volviendo a besarla.

No había forma de que la dejara alejarse, ahora que había regresado, la convencería de que esta fue la mejor cosa que pudo hacer.
Siempre espere a mi compañera y creí que la había perdido para siempre, fue un miedo que aún siento, pero que hare lo posible por no volver a sentirlo.
Amaba a Sophie , con sus locuras e inseguridades.

-Por cierto, creo que muchos se enojaron contigo al saber que me dijiste que eras un lobo. Un hombre moreno en el departamento, estaba un poco furioso.

Muy bien, Sophie iba a hacer que Jack y los demás me mataran.