Por motivos religiosos

17

Nika

No estaba bien, iba a matarlo por tocarla. En cuanto Eric me explico lo sucedido, quería ir a buscar al pequeño renacuajo y pisotearlo hasta volverlo nada.
¿No era su mejor amigo? ¿No se preocupaba por su bienestar? Siempre sospeche que actuaba un maldito papel de niño bueno , cuando en realidad era una porquería. En eso me diferenciaba, nunca trate de aparentar algo que no soy, siempre soy consciente de la mierda que hay dentro de mi, pero trato de ensuciar a nadie con ella.

Si Eric me lo hubiera dicho antes, no estaría ahora pensando en cada cosa que quería hacerle a ese maldito, sino que ya lo hubiera hecho. Ahora solo debía esperar a encontrarlo y enseñarle a no tocar a una mujer y menos a la mía.
Mientras cada pensamiento de tortura ahondaba en mi cabeza, se sumaba el dolor que Dylan habrá sentido. No era solo dolor físico, sino también emocional. Por el amor de la Diosa, ella lo consideraba un hermano y ahora descubría al verdadero Milles Rude.

Ese pensamiento me llevo a tomar una decisión, no me importaba lo que el comisario esperara, tenia que hablar con Dylan. Iba a explicarle todo y si el mundo debía arder, me encargaría de arder con el.

                            (***)

Cuando llegue a la escuela, mucho más temprano que lo habitual, solo tenia un objetivo y era llegar a Dylan, solo llegar a ella.
Los minutos pasaban y Dylan no llegaba, diez, quince, veinte, cuando creí que ya no llegaría y que se había lastimado aún más, ella apareció. No espere para comenzar a caminar hasta ella. Al llegar hice algo que debí hacer hace mucho tiempo, la bese.

Al principio su sorpresa fue evidente, pero no tardo en corresponder el beso. No había dudas, ella lo deseaba tanto como yo, lo demostraba en cada toque, en la forma en que su mano aprisionaba mi nuca con fuerza y sus labios se movían con el mismo ímpetu que los míos.
Empujando mi lengua dentro de boca, gemí. Ella sabe jodidamente bien, o quizás sea el hecho de que fue tanta la expectativa que poder besarla es lo que más me llena. No quería detenerme, no quería perder lo que había conseguido, pero Dylan, necesitaba respirar.

Aún con la respiración agitada y sus ojos cerrados, llevo su mano a su pecho. Para ella había sido tan fuerte como para mi, lo sintió y me costara lo que me costara, iba a besarla muchas veces más.
En cuanto Dylan se recupero, no espere que golpeara, pero el ardor en mi mejilla era señal de la bofetada.

-¿Por qué me besas Nika? ¿A que demonios tratas de jugar conmigo? Sea lo que sea, quiero saberlo para saber a que atenerme.

-No estoy jugando contigo.

-¿Ah no? Un día me dices que soy tu compañera y que harás todo lo posible por conquistarme; luego tu padre me lastima y comienzas a ignorarme y ahora vienes y me besas. ¿No crees que merezco una maldita explicación?  Me volverás loca Nika, no se que es lo que harás y cuando.

-Primero, eres mi compañera Dylan, no dudes ni por un momento eso. ¿Crees que es fácil para mi estar lejos de ti? ¡Mierda Dylan! Si crees que tu te estas volviendo loca ¿Cómo demonios crees que me siento?- si ella creía que mantenerme lejos era sencillo, no tenia idea de la necesidad de buscarla que corría en mis venas a cada minuto.

-¿Entonces porque empezaste actuar como si no fuera nada? Parecia que no podías alejarte lo suficiente de mi.

-Fue mi culpa que mi padre te tocara, mi propio padre te lastimo y no pude detenerlo.

-Yo no te culpe Nika, nunca en mi cabeza cruzo esa idea. Esperaba verte, hablar contigo y me dejaste sola.

-Tenia que hacerlo.

-No tenias. -Ella no me entendía, solo me quedaba algo por hacer y era decirle la verdad.

-Dylan, para poder ir contigo al hospital, tuve que prometer que te dejaría en paz. Me preocupaba saber como estabas, no te abandone porque si.- nunca la hubiera dejado sola, quería quedarme.- ¿Sabes donde pase esa noche? La pase encerrado en una maldita celda, no me pude quedar, de haber podido, no me hubiera ido.

-¿A quien se lo prometiste?- preguntó y creo que ya sabia la respuesta.

-Tu padre no quería dejarme ir, fue la única forma.

-¿Mi papá te pidió que te alejes de mi a cambio de ir conmigo al hospital?

-Si.

-¿Y ahora porque volviste a acercarte? Por lo que vi, tomaste una decisión.

Claro que lo había hecho, pero ya no lo resistía, me canse de luchar contra lo que quería.

-Porque ya no lo soportaba, me importas y te quiero conmigo. No solo eso, el saber que ese maldito infeliz se atrevió a tocarte, no hizo sino terminar de confirmarme que debía buscarte. No lo dejare volver a acercarse a ti, se que ahora estas molesta conmigo, lo entiendo, pero debes entender que no me aleje por gusto.

-Claro que estoy molesta y no solo contigo. Pero ya hablaremos tu y yo, ahora mi conversación será con alguien más, hay alguien que me tiene que explicar muchas más cosas.- en cuanto se preparo para irse, trate de detenerla, solo para que me esquivara. -¡Basta Nika! Tendrás tiempo de darme tu versión, ahora mi padre deberá explicarme ¿Por qué me hizo esto?

Con la intención de evitar más discusiones la deje ir, tenia razón, no solo yo le había fallado, su padre también había hecho su parte y era quien debía hablar con ella y explicarse.
Pero así como ella debía aclarar cosas con alguien, también debía hacerlo y en este momento iba a ir a buscarlo.

Tenia que encontrar al maldito de Milles Rude y no perdería más tiempo. Ya era el momento para que todo el mundo se entere de que Dylan Dalt, era mi compañera.