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Nika

Ahora que Dylan por fin había aceptado que éramos compañeros, todo parecía ir de buena manera. Ya no tenia ese miedo a que ella me rechazara por cualquier motivo, ahora al saber que lucho por lo nuestro, frente a su padre, me era imposible no albergar grandes cantidades de esperanza de que lo nuestro en verdad pudiera darse de la mejor manera posible.
No dejaba de pensar en ello, Dylan se había enfrentado a su padre, al comisario Benjamín Ordoñez, solo para defender nuestro lazo de compañeros.

Ahora, después de habernos quedado unas horas ayudando a Sophie en los arreglos para un bautismo, que realizarían el domingo, caminábamos junto a Dylan, directo a hablar con el comisario.
Pase todo el camino apretando su mano, cualquiera creería que intentaba asegurarle de manera silenciosa, que todo estaría bien, pero en realidad, me lo decía a mi mismo.

-¿Estas segura de hacer esto justo hoy?- quizás podríamos esperar unos días, no debía enfrentarme a su padre tan pronto.

-Nika, ¿Enserio estas asustado? Por Dios, mi padre no es un ogro, cuando lo conoces es una gran persona- la mire de reojo, solo ella podía pensar eso.

-Dylan, entiendo que ames a tu padre, pero para él soy el intruso que trata de robarle a su princesa. Tendré suerte si salgo entero de esta conversación.

-No puedo creer que te asuste mi papá, hasta ahora creí que nada asustaba al gran Nika Bouchard.-habían muchas cosas que me asustaban, convertirme en mis padres, que su padre no me permita estar con ella, pero lo que más me asustaba, era perderla. Dylan lo era todo para mi, mi presente y mi futuro, un futuro que me daba ganas de luchar por ser un mejor hombre.

-No puedo no tener un poco de miedo, si algo sale mal, tu padre se encargara de que no vuelva a verte. Debo hacer todo de manera correcta, para que vea que no soy solo un pedazo de basura que busca un mejor lugar en el que refugiarse.

-Él no lo pensara, me prometió darte la oportunidad y se que lo va a cumplir. Nika, yo creí que eras completamente diferente, pero solo pasar un poco de tiempo contigo, me ayudo a conocerte y saber que tras la apariencia de chico malo, escondes a alguien sensible.

-No lo digas demasiado, tengo una imagen que mantener.- aunque lo dije en broma, solo recibí un golpe por parte de Dylan.

-A veces eres un tonto, pero en verdad debes ser mi compañero, porque a pesar de eso, sigues gustándome demasiado.

-Por fin lo admites, es algo que te llevo bastante tiempo. Ahora caminemos, o tu padre pensara que te secuestre y mandara a cada móvil a buscarme.

-Hubiésemos venido en tu motocicleta, seria mucho más rápido.- es por eso que preferí que camináramos, debía retrasar el encuentro al menos unos minutos.

-Pase muchos días lejos de ti, ¿Me culparas por querer pasar un poco de tiempo con mi novia?

-¿Así que soy tu novia? Mmm… no se, primero debemos ver como te va con papá.- y ella decía que tenia que estar tranquilo.

Cuando llegamos, encontramos a sus padres y a su pequeña hermana, quienes no tardaron en clavar su mirada en nosotros. O mejor dicho, no tardaron en mirar, nuestras manos enlazadas.
No era una situación cómoda, pero Dylan sonrió, animándome a avanzar.

-Papá aquí te traje a Nika, recuerda lo que me prometiste.- esperaba que él hombre no decidiera romper su promesa, de la misma manera en que yo lo había hecho.

-Tranquila Dylan, siéntate Bouchard. La verdad es que preferiría tener esta conversación en privado, pero mi hija, parece temer por tu seguridad.

-¡Papá!

-Benjamín, ¿En que habíamos quedado?- hablo su madre, al mismo tiempo que Dylan.

-Solo estoy jugando, no le haria nada.- mire al comisario, seguro de que la palabra “aún” faltaba en su declaración.

-¿Tu eres el novio de mi hermana? Hombre, estas tan muerto, papá te hará picadillo.- exclamo de manera muy divertida la pequeña, a la cual ahora consideraba la reencarnación del anticristo.

-Basta Faith, no lo hará ¿Verdad papá?- a pesar de negar, el comisario no alejaba la mirada de la denominada Faith y estoy seguro que ambos pensaban lo mismo.

-Creo que prefiero que tengamos esta conversación en privado.- el comisario no tardo en ponerse de pie y guiarme hasta su oficina.

De fondo podía escuchar a Dylan discutir con su hermana y mencionar varias veces a un tal Gael, mientras su madre trataba de calmarlas, alegando que había visitas.

-Mira Bouchard, demás esta decirte que no te soporto, eres un futuro delincuente y ya estoy cansado de verte en la estación, pero por algún motivo mi hija dice que es tu compañera ¿A que diablos estas jugando?

-Es la verdad, Dylan es mi compañera. Ya que hablaremos con la verdad, usted tampoco me agrada. Respeto  la manera en que protege a su familia, pero no volveré a permitir que me aleje de mi compañera. Intente hacerlo, creyendo que seria lo mejor, pero ambos fuimos miserables y no volveré a hacernos pasar por algo así.- él ya había dicho que no me soporta, así que tampoco me dejaría volver a intimidar.

-¿Estas seguro de que es tu compañera?

-No tengo ni una duda de ello.

-Dylan es mi hija, puede que no tenga la misma sangre que ella, pero la crie y la amo. ¿Quieres que te acepte como su compañero? Entonces arregla tu mierda. No quiero volver a verte en la estación, quiero ver que en verdad decidiste cambiar y ser alguien mejor. Y no quiero que tu jodido padre este cerca de mi hija.- tampoco quería eso, mi relación con mi padre no había hecho sino empeorar luego de eso.

-Hare todo por demostrar que quiero cambiar y ser alguien que merezca a Dylan. Conozco la mierda que me rodea mucho mejor de lo que usted la conoce, pero no dejare que la contamine. Quiero en verdad a su hija, me preocupo por ella y todo lo que quiero es hacerla feliz.

-Hasta ahora son solo palabras.

-Pero me encargare de demostrarlo. No solo a usted, sino sobretodo a ella, que es mi compañera y quien estará conmigo. Pero al menos, necesito la oportunidad para demostrarlo.

-Solo tendrás una, fallas y alejare mi hija de ti. No me importara si son compañeros o no, me la llevare lo más lejos de ti.

-Solo eso necesito. -sabia que no arruinaría esto.

Cuando entramos nuevamente, Dylan estaba molesta y su hermana ya no estaba en la sala, al parecer había sido una conversación más difícil de la que había tenido con su padre. En cuanto nos vio, corrió hacia mi.

-¿Cómo fue?- mire al comisario y suspire.

-Llegamos a un acuerdo, puedo estar contigo Dylan, siempre y cuando no lo joda.

Cuando creí que me abrazaría a mi, corrió a abrazar a su padre.

-Sabia que no me decepcionarías, gracias papá.


Por motivos religiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora