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Nika

No entendía como este maldito hombre podía ser mi padre, una cosa era que me golpeara o insultara  a mi, pero otra muy diferente, era que lo hiciera con Dylan. En cuanto escuche como se quejaba del dolor, no me importo que entre él y yo corriera la misma sangre, quería que se arrepienta por lo que le hizo, por lo que me hizo y por la situación en la que nos ponía ahora.
Cuando alguien me alejo de mi padre, el maldito ebrio, que no dejaba de carcajearse como si fuera una situación divertida, aproveche para voltear y ver a mi compañera, quien estaba siendo socorrida por una mujer. Soltándome del hombre que me sostenía, me acerque a ella.

-¿Estas bien? Por favor Dylan, dime que este maldito no te lastimo.- ya me sentía lo suficientemente culpable, si fuera algo grave, no se como podría reaccionar.

-No le digas así- su voz era un quejido, no había dudas, la lastimo.

-Pero lo es, mira lo que te hizo.

-Fue un accidente, yo me metí en medio de ambos. Además estoy bien, solo me golpee un poco.- aunque ella trataba de restarle importancia, sabia que me mentía.

-No mientas Dylan, ¿Qué te he dicho sobre ello? Si mientes tu alma se llena de oscuridad y ya no podrás entrar al cielo.- la regaño la mujer, que al parecer la conocía muy bien.

-Ya no soy una niña tía Sophie, esas cosas puedes decírselas a los demás.- jodidamente perfecto, de todas las personas que pudieron aparecer, debían ser sus tíos. Al parecer el destino estaba interesado en que no dejaran de odiarme.

-Eso no significa que no suceda. Además tu cara esta en una mueca de dolor agudo. ¿Verdad?- a pesar de estar regañando a su sobrina, la señora me hizo esa pregunta a mi.

-Si, no me gusta saber que esto es mi culpa. Tenemos que llevarte al hospital.- no iba a permitir que esto empeorara.

--Aún no, ya viene tu padre Dylan. Y antes de que empieces a decirme que no debí avisarle, es lo correcto por hacer. ¿Tu quien eres?- me pregunto el hombre que me alejo de mi padre.

-Nika Bouchard.

-Esta bien Nika, mi nombre es Logan y como consejo, aléjate ahora, porque en cuanto llegue Ben, serás hombre muerto.- él no tenia idea de que ya el comisario me odiaba, esto solo incrementaría eso.

-No la dejare sola, me voy a quedar con ella y no me importa si el comisario trae a todo el cuerpo policial, no me alejare de ella.

-Nika, vete. Puedo lidiar con mi padre, no quiero que peleen, por favor.-entendía como se sentía Dylan y odiaba darle otra preocupación, pero no podía dejarla sola, iba a demostrarle que era un buen compañero.

-¡Que Dios nos agarre a todos confesados! Por tu cara puedo apostar que no te moverás, digamos lo que digamos. Por cierto soy Sophie Joy Ikins, una de las tías de Dylan e intentare, no prometo lograrlo, interferir en tu defensa. Es que Ben es tan obstinado y te metiste con su princesa, ¿Ustedes son pareja?- a pesar de lo horrible que era la situación, tenia ganas de reír. ¿Es que esta mujer tenia un tanque de oxigeno por pulmones?

-Sophie-murmuro el tal Logan, sin disimular una sonrisa.

-¿Qué? Tu también quieres saber- el quejido de Dylan, nos recordó que ella estaba herida.

-Oh diablos, debemos llevarla al maldito hospital, el comisario puede gritarme allí si quiere.-frote mi rostro con frustración, ya no iba a esperarlo.

Desgraciadamente, cuando estaba listo para sacar a Dylan de aquí, el auto derrapando, solo me confirmo que el comisario estaba furioso. Cuando salió y me vio allí, no tardo más de tres zancadas en llegar a mi y empujarme.

-¿Qué demonios le hiciste a mi hija Bouchard? ¿Qué demonios hacías con ella? No tienes que siquiera mirarla, ella no es como tu, no es una maldita delincuente.-gruñó, sin apartar la vista de mi.

-No tengo tiempo para responder, no cuando Dylan esta herida. Así que ahora me la llévate al hospital y después puede interrogarme cuanto quiera.

-Todo esto es tu culpa, ¿En verdad crees que la dejare ir contigo? ¡Es mi hija, idiota y yo mismo la llevare! No solo eso, procurare que se mantenga lo más alejada posible de alguien como tu.

-¡Papá, ya basta! Deja a Nika en paz, el no hecho nada.

-Tu y yo hablaremos de esto luego Dylan.

-Bueno, bueno, calmémonos todos. Ben, el joven no hizo nada, al contrario protegió a Dylan de él- intercedió Sophie, señalando a mi dormido padre.

-Spencer Bouchard ¿Así que tu padre golpeo a mi hija? Déjame adivinar ¿Esta nuevamente perdido en alcohol?-agache mi cabeza, sintiendo culpa. Sus palabras eran verdaderas.

-Cálmate Ben, no tienes que agarrártela con él.

-Cállate Logan, veremos si cuando un idiota se acerque a Samara y la lastime, podrás mantenerte con calma.- el comisario cargo a Dylan, metiéndola dentro del auto.- Me voy al hospital.

-Iré con ella quiera o no.- no pensaba quedarme sin saber como se encontraba.

-En algunos momentos unos oficiales llevaran detenido a tu padre, no creas que tu no le harás compañía.- antes de que también subiera, lo detuve, sosteniendo su brazo.

-Puede detenerme, pero déjeme ir y comprobar como esta Dylan. Si lo hace prometo mantener mi distancia de ella.

-¿Lo cumplirás?

-Si.- solo quería saber como se estaba, aminorar un poco la culpa que me embargaba.

-De acuerdo, pero en cuanto lo sepas, uno de mis oficiales te llevara a la estación, pasaras la noche tras las rejas.- asentí y me acerque a mi motocicleta, los seguiría de cerca.

Cuando la pareja que estaba con nosotros, subió al auto del comisario, este arranco.
Esperaba que estuviera bien, que no fuera algo grave. Había logrado salir entera al caer hace días de las escaleras, para que ahora suceda esto.

Una vez estuvimos en el hospital, el comisario no alejaba su mirada de odio de mi y si no fuera por Dylan, ahora mismo estaría lejos de aquí.
Su madre y su hermana también habían llegado, pero ellas, a diferencia de Ordoñez, me miraban con curiosidad y no con odio

-Aún no me respondiste ¿Son pareja?- gire mi cabeza, encontrando a la tía de Dylan.

-Trabajaba en conseguirlo, pero Dylan aún no me aceptaba. Con esto que sucedió, no creo que tenga ni una oportunidad. Ahora solo espero que se encuentre bien.

-Ella es fuerte, solo debe ser una torcedura.- quería creerle, pero el brazo de Dylan estaba bastante mal.

No era una torcedura, el médico nos lo dejo bastante claro. Fractura de muñeca, mi padre había totalmente lastimado a Dylan y en parte era mi culpa.
Era simple, era un compañero de mierda.

-Ya sabes lo que tiene, ahora cumple tu maldita promesa y aléjate de mi hija. Si vuelvo a verlos juntos, no solo te encerrare una noche, hare que te arrepientas.- debía agradecer que al menos me permitiera saber como se encontraba.

-Gracias por dejarme venir y ver como esta. Aunque no lo crea, me preocupo por ella.

-Acompaña al oficial, te llevará al lugar donde pasaras la noche, tienes suerte, será una celda alejada de la de tu padre



Por motivos religiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora