34

11K 1.2K 78
                                    

Nika

Dylan no tardo en llegar, junto a su madre y la pequeña anticristo que tiene por  hermana, aparecieron caminando rapidamente por la acera.

-¡Nika! Lo siento, lo siento, lo siento mucho en verdad.- Dylan  no resistió el apretarme con fuerza contra ella.-No se me ocurre nada inteligente para decirte que pueda hacerte sentir mejor, me siento tan inútil en este momento.

-El que estés a mi lado es suficiente, solo quédate así Dylan.- no podía soltarla, sentía que si lo hacia podría evaporarse, como lo demás.

-Se que es difícil y una completa mierda, pero todo pasara mi amor.- vi el momento justo en que su rostro se puso tan rojo, que creí que explotaría. Esa pequeña palabra escapo, pero no iba a perderme este momento.

-Me llamaste mi amor ¿Así que me amas Dylan?- mi pregunta solo ocasiono que enrojeciera aún más si eso fuera posible y golpeara mi brazo reiteradas veces.

-Deja de burlarte de mi ¿O prefieres que te llame Woody? Aryeh me conto todo por mensaje, así que considero que mi mote es mejor.- a pesar de todo, logre formar una pequeña sonrisa.

-Me quedo con el “mi amor”. Es lindo y te pone como un tomate ¿Crees que si nos viera tu padre creería que hablamos de motes o luego de como nos encontró en la mañana pensaría que me haces propuestas indecentes?

-¿Por qué seria yo quien las hace?

-Porque aunque él no lo sepa, fuiste tu pequeña golosa quien quería quitarme la ropa.

-¡Nika! No puedes decirme eso, a veces eres tan malo.- acaricie su mejilla, como advertencia, antes de inclinarme y besarla.

Su sola presencia me ayudaba a ignorar todo lo malo que sucedía, quizás no estaba bueno utilizar a mi compañera como distracción de la mierda que sucedía, pero no podía hacer otra cosa ahora.
Cuando el beso termino, solo pude apoyar mi frente contra la suya.

-Mi madre mato a mi padre ¿No es eso retorcido? No eran los mejores padres del mundo, al contrario creo que se llevaban el puesto de los cinco peores, pero eran los que me habían tocado. Ellos eran todo lo que tenia, ¿Qué se supone que hare ahora?- me aleje de su rostro, pero Dylan me insto a apoyar mi cabeza sobre sus piernas, para acariciar mi cabello.

-No estas solo, me tienes a mi, yo no pienso alejarme de ti.

-¿Sabes que es lo peor de todo? Yo sabia que esto pasaría en algún momento, eran tan inestables. Pero no me importo, una parte de mi deseaba que lo hagan para ya no tener que pasar por esto y ahora…¿Crees que en parte es mi culpa por no preocuparme por su seguridad?

-No lo creo. No podías hacer nada, no los vigilarías veinticuatro siete y pararías tu vida por miedo a lo que hagan.

Comenzamos a ver como varios policías entraban y salían de mi casa, fue peor cuando la bolsa negra que llevaba a mi padre paso frente a mi. Temblaba de miedo, impotencia, sentía que volvía a ser el niño pequeño que rogaba que sus padres dejaran de beber.
Minutos después, dos oficiales llevaban a mi madre esposada, ella ni siquiera me noto por estar gritando que era inocente , que no recordaba nada. Ella estaba en shock, incapaz de recordar haber asesinado de forma tan insensible a mi padre.

Ahora quedaba solo, como el hijo de dos monstruos , y a pesar de que trataba de ser diferente a ellos, temía que tarde o temprano, me tocara vivir lo mismo.


                                          (***)


Estaba regresando a casa, luego de haber enterrado a mi padre. La policia utilizo ese tiempo para averiguar todo lo que necesitaban de la casa. No me importaba, estaba tan cansado física y emocionalmente como para preocuparme por ello.
Cuando entre todo era un desastre, uno de que debería arreglar. Debía limpiar la sangre , que ahora podía olerse en el aire. Ese olor metálico que solo podía significar una cosa, la muerte de alguien.

Estaba empezando a quitar todo cuando el timbre sonó, no tenia ganas de ver a nadie por lo que me vi tentado a no responder, pero la insistencia, me hizo caminar hacia allí y abrir.

-Te dije que no me alejaría de ti, vengo a ayudarte con todo lo que hay por hacer.- ella no se había despegado de mi lado en todo este tiempo, sabia que estaba cansada, pero aún así no le importo y vino a buscarme.

-Dylan deberías descansar un poco, fue un día bastante largo.

-Descansare contigo, no pase varios minutos tratando de convencer a mis padres de dejarme venir a estar junto a ti, para irme. Así que hazte a un lado Nika que entre los dos terminaremos con este lugar más rápido

Me moví, dejándola entrar. Me imagine que no fue sencillo convencer a su padre, pero él sabia que solo ella me ayudaría a sobrellevar todo.
Pasamos el resto del tiempo limpiando, quitando botellas y ventilando el maldito lugar. A pesar de lo que creí, la sangre no salía tan fácil.

-¿Segura de que tu padre no vendrá a acabar conmigo?- aún no me creía que el comisario permitiera que Dylan viniera.

-Mi madre intervino también, termino de ceder cuando le dije que si no me dejaba, no dudaría en escapar. Nunca hice nada para que desconfiara de mi, a excepción de lo de Alex, pero no fue tan grave.- yo creía que si lo había sido, pero ¿Quién era para juzgarla?

-Dylan, no se si te lo he dicho hasta ahora, pero te amo. Si no hubieras aparecido, ahora estaría derrumbado. Te convertiste en mi vida, y me arrepiento no haber descubierto la gran persona que eres, hasta que supe que eras mi compañera. Debí acercarme a ti.

-Yo también te amo Nika, a pesar de que pensé en un principio que eras un arrogante, mujeriego, clasista e idiota. Aunque mujeriego si eras, me alegro de ver que estaba equivocada con lo demás.- negué, mientras mis labios se torcieron.

-Arruinaste el momento, uno quiere ser tierno y no lo valoras. Heredaste la rudeza de tu madre, porque ella dejo en claro que tu padre es un osito de peluche.- Dylan estallo en carcajadas, envidiaba esa locura que parecía tener en ocasiones.

-Tu serás mi osito.

-Tu lobo.- corregí.

-Uy aún mejor, estoy esperando que se ponga juguetón.

Ella no se rendiría y no sabia cuanto más podría resistir, era mi compañera y la deseaba.




Por motivos religiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora