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Sophie

Desperté por el incesante sonido del timbre, que sonaba sin parar, una y otra vez. ¿Qué había sucedido?
Luego del desayuno, algo caótico y con bastante humo involucrado, volvimos a dormir un poco más. El cansancio de los días en el auto, estaban comenzado a hacerse notar.

Mire el reloj, viendo que había dormido casi seis horas. Me preguntaba si Logan aún estaría durmiendo, o al igual que a mi, el timbre lo había despertado.
No iba a quedarme con curiosidad de saber que sucedía y de igual forma no podría volver a dormir con ese ruido, así que me levante y empecé a bajar para comprobar quien era.

Cuando abrí la puerta, me encontré con la enorme sonrisa de Patrick ¿Cómo podía estar tan feliz?
Le devolví la sonrisa, haciéndome a un lado para dejarlo pasar, cerrarla en su rostro no sería muy educado de mi parte.

-¿Dónde esta el … bendecido chico?- preguntó dándose cuenta de mi mirada de advertencia. Podía parecer extraña, pero ya decían demasiadas groserías.

-Creo que aún esta dormido ¿Quiere que vaya por él?- talvez deberían hablar algo importante.

-Te lo agradecería, a ver si algo despierta a ese loco – negué mientras me dirigía escaleras arriba.

Cuando llegue a su habitación, lo encontré dormido, boca abajo y sin camisa. Aproveche esos pocos segundos para observarlo.
Tenia tres lunares en su espalda y el tatuaje de un sol y una luna,muy hermoso. Tenia ganas de extender mi mano y tocarlo, pero  no podía hacerlo.

Me senté en el borde de su cama y lo sacudí un poco, mientras decía su nombre. No fue algo fácil, el hombre dormía como un tronco.
Pero cuando por fin abrió sus ojos sonreí, se veía tierno con su cara adormilada y rascando su crecida barba, algo que quería hacerle yo.

-Que lindo despertar, pajarito. Aunque aún estaba un poco cansado.- eso era algo que compartía con él.

-Lo se, también quería seguir durmiendo, pero el timbre me despertó ¿No puedes quitarlo? -me queje, solo consiguiendo una pequeña risa de él.

-Lo hare más tarde, ahora dime ¿Quién tocaba?- eso me recordó que Patrick lo estaba esperando abajo y yo entreteniéndolo aquí arriba.

-Patrick esta esperándote abajo, te aconsejo te pongas una camisa y mientras iré a ofrecerle agua. Diría un café, pero ya viste lo que paso hoy .- froto sus ojos, antes de tomar mi mano impidiéndome salir.

-¿Cómo te estas sintiendo? Noto mucho mejor tu semblante, pero sigo preocupado por ti.

-Pues estabas durmiendo muy a gusto, pero ya estoy mejor. Gracias a ti, estoy mucho mejor.- me incline, besando su mejilla.- Baja de una vez, no lo hagas esperar.

-Dile que ya voy pajarito- asentí, cerrando la puerta tras de mi y apoyándome en ella.

Ya era imposible poder mantener mis manos o mi boca lejos de él. ¿Cómo iba a resistir? Ya no me quedaban tantas fuerzas.
Lo quería, pero también tenia que volver al convento y pensar, esto podría ser pasajero y estaría dejando toda mi vida por él.

Apartándome de la puerta comencé a bajar, encontrando a Patrick con un café en sus manos, al parecer había decidido servirse solo.

-Ya baja, enserio es duro de despertar.- confesé. Ni siquiera la hermana Alondra me había costado tanto y una vez debí tirarle agua encima.

-Me imagine algo parecido, siempre fue igual, imagino que es por las pocas horas que duerme. Siempre que hablo con ellos, él esta trabajando, parece no hacer otra cosa. Bueno, ahora lo único que le importa eres tu y me agradas.- comento como si no fuera nada, mientras la mi boca se abría en sorpresa.

-También usted me agrada.- no sabia que decirle, que Logan era lo que más me importaba ahora, no podía decirlo sin sacrificar muchas cosas.

-Patrick- mire hacia las escaleras, viendo bajar a Logan, con su camisa a medio abrochar.

¡Lo había hecho adrede! Sabía que no podría apartar mis ojos de su desnudo pecho.

-Te tengo buenas y malas noticias, muchacho. ¿Cual quieres primero?- yo elegiría la mala, para alegrarme con la buena.

-Deja de jugar y dime que sucede.-bueno, Logan no estaba siendo divertido.

-Bueno, hable con Jasón y el auto esta listo.- a pesar de ser lo que había querido, ahora no me gustaba la idea de que este reparado.

-¿Esas son las buenas o las malas noticias? – pregunte, viéndola más como la segunda opción.

-Pues ambas. Buenas para ti, que podrás volver y malas para él, que te perderá.- fruncí el ceño molesta ¿Qué tenia en su cabeza? ¿Acaso era tonto?

-Eres un imbécil.- gruñó Logan y por primera vez no me molestaba que lo dijera.

-Esta vez no lo regañare, es más apoyo su comentario.- exprese bastante molesta con el hombre.

La realidad es que estaba molesta conmigo misma por no saber que hacer, pero también con Patrick, por traer malas noticias.

-Gracias por apoyarme pajarito.- sonrió Logan, apoyando su brazo en mis hombros.

-Bueno al parecer no les gusto la noticia. ¿Qué le digo a Jasón?  ¿Cuándo irán por el auto?- aún era pronto para irme, a pesar de los problemas que tendría al llegar al convento.

-¿Cuándo quieres empezar el viaje Sophie?

-No hoy, me gusta mucho estar aquí. Podríamos salir mañana- sentía que la tristeza me rebalsaba, no me quería ir.

-¿Estas segura?- asentí, mirándolo a los ojos.

-Bueno yo ya cumplí y entregue las noticias, me voy. Pero no olviden despedirse.- él hombre estaba jugando con nosotros, estaba segura de que no había dejado de observar mi reacción.

-Nos vemos hombre.- se despidió Logan, mientras nos quedábamos solos.

-Sophie ¿Enserio estas segura de querer quedarte otra noche? Estoy descansado y puedo manejar.

Sentía una opresión en el pecho, no quería irme, no podía aún.

-Me quiero quedar, podemos viajar mañana. – o tal vez otros dos días no estarían mal. Pero eso seria forzar mi suerte.

-Entonces esta noche de preparare algo en verdad especial. No puedo devolverte a ese lugar sin cocinar antes para ti. ¿Aceptas?- si me miraba de esa forma, podía aceptar lo que él quisiera.

-Acepto.- respondí escondiendo mis manos detrás de mi espalda para que no notara como estas temblaban.

Me sentía extraña, todo en mi interior estaba revolucionado, era una sensación diferente a todas las que he tenido en mi vida.
No quería ponerle un nombre, pero tampoco podía ignorarla.

Logan estaba enseñándome una realidad diferente, algo que nunca imagine.

Pidiéndole perdón a Dios, lo abrace, diciendo solo un suave “gracias”. Él se estaría preguntando ¿Por qué le agradecía? Pero no hizo sino corresponder el abrazo.

Por motivos religiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora