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Sophie

No podía dormir. La tormenta estaba bastante tranquila, para mi sorpresa, pero no lograba que el sueño llegara a mi.
Estaba totalmente despierta, mirando a Logan dormir. Es increíble, pero en cuarenta y ocho horas, me convertí en una acosadora.

¿Quién lo diría?

Sus largas pestañas, caían sobre sus mejillas. Parecía tan relajado, que llamaba a ser observado.
Esperaba que dormido tuviera un defecto, como roncar bastante fuerte o crujir los dientes, pero no Logan.

En el convento era muy común escuchar ronquidos, principalmente de la hermana Nora.
Mi primer semana en la misma habitación, fue terrible. Aún recuerdo como la primera noche creí que el convento estaba embrujado.

Luego de sugerirle a la madre superiora, orar y rociar con agua bendita el lugar, me sentí algo tonta al descubrir de donde procedían los ruidos.
En verdad, eso sin duda alguna, me traumo.

Por lo menos ahora, la noche era silenciosa, exceptuando la lluvia y el viento fuera.
Yo podría quedarme así varias noches, la vista era muy hermosa, casi tanto como cuando esta despierto.

Me arme de valor, llevando mi mano cerca de su rostro, para quitar el poco pelo que caía en  su frente.
Me preguntaba, si despertaría en caso de tocarlo. Esperaba que no, porque mi mano picaba de ganas de tocarlo .

Su pelo era tan suave, al igual que su piel.
Estaba tan concentrada, que no note que despertó, hasta que tomo mi mano en la suya.

-¿Aún despierta pajarito?- pregunto aún sosteniendo mi mano.

Debería sentirme apenada de que me descubriera, pero estaba nerviosa, por sentir el calor de su mano.
Lucia somnoliento, pero sus ojos tenían un brillo tan bonito, que no podía dejar de mirarlo.

-No podía dormir, la tormenta lo impide. Y además quería comprobar si roncabas al dormir, pero no lo haces. De hecho, duermes bastante tranquilo.- confesé, envidiando esa capacidad.

-¿Me mirabas dormir?- inquirió con la voz rasposa del sueño, usando su mano libre, para rascar su nariz.

-Lo hacia, no tengo porque negarlo. Me transmitías un poco de paz, además te ves bonito al dormir.-bueno  él se veía de esa forma siempre, desde mi punto de vista.

-Debería asustarme la idea de que transformes este viaje en una escena de la película atracción fatal, pero solo me emociona. Además no hay un conejo cerca para que lo mates. Quizás debería despertar y dejar de soñar con que te gusta mirarme.- besando mi mano, volvió a acomodarse en el asiento.

-Pero estas despierto Logan y si me gusta mirarte, pero no esas ni cerca de que me convierta en esa loca.- había visto esa película cuando era pequeña y no creía tener ese grado de demencia, o por lo menos aún.

-Déjame soñar pajarito, seria algo agradable para mi ego si lo hicieras. Ahora dime, si la lluvia esta tranquila ¿Por qué no tratas de dormir?- debería, pero me gustaba la idea de observarlo.

-Lo intente, pero no lo conseguí, estoy demasiado despierta . Pero tú sigue durmiendo y yo velare tus sueños. Tranquilo, me agrada tu compañía, pero no me obsesionare.- intente soltar mi mano, pero la tomo con más fuerza.

-¿Comiste tanto que no puedes dormir? – eso podía ser también.

Cuando volvió, agradecí tanto que los lobos no lo comieran. Estaba asustada en verdad, ¿Quién hace un aullido de lobo en medio del bosque para avisar que llego? Ciertamente un loco.
Y luego Logan decía que la loca era yo. Pues sus amigos iban ganando esa carrera.

La cosa es que cuando vi las bolsas de provisiones, no pude evitar tomar algunas galletas y comerlas.
Quizás más de las que debería, porque me sentía pesada.

-Creo que esas últimas dos galletas, fueron un error.- admití, mirando a mi abdomen.

-¿Solo las últimas dos? Pajarito, comiste tres paquetes tú sola. Eso es demasiado. – bueno, quizás los últimos dos paquetes fueron el error.

-¿Estas controlando lo que como Logan? Porque eso no es muy considerado de tu parte. – pero si era de cierta forma lindo, saber que me vigilaba.

-Claro que no pajarito, pero si te cuesta dormir, puede ser que esos paquetes tuvieran algo que ver. – mucho diría yo. Eso y el tenerlo a él a mi lado, era una combinación para el insomnio.

Ya que en sus planes más cercanos no estaba soltar mi mano, entrelace nuestros dedos, él debería intentar volver a dormir.

-¿Por qué no tratas de volver a dormir? El verte relajado, quizás ayude a que también lo haga.

-Me gusta hablar contigo. Puedo sacrificar horas de sueño por ti.-Eso era tierno y siempre que hablaba, lograba que todo mi cuerpo se volviera una gelatina

-¿Es eso o temes que suelte mi mano?

-Eso también-Bostezando, continuo.- Se que te gusta que te sostenga así, debo aprovechar este tiempo que me dejas hacerlo. 

-Eso no significa que te mantengas despierto Logan. Te aseguro que no la quitare. ¿Dormirás ahora?

-Lo intentare.

-Te estas comportando como un niño pequeño, haciendo problema para dormir-lo vi sonreír una vez acabe.

-Nunca me tildaron de niño y menos de  pequeño- sentí que mi boca se abrió, pero no le daría el gusto de caer en su provocación.

-Bueno pero si lo eres- me acerque y deposite un beso en su frente.- descansa Logan, en verdad no intentare soltar mi mano.-Sus ojos ahora estaban en mi boca. Me pregunte si había hecho mal en besarlo, pero era algo sin mala intención.

-Descansa también pajarito. Y solo lo diré una vez, no creo poder dejar que me sueltes, me aferrare a ti con todas mus fuerzas.- no sabia porque, pero sentí que ya no hablaba de nuestras manos.

Dios mío ¿Por qué soy tan débil ante este hombre? Dame una señal, hazme saber que no me equivoco al seguir tu camino.
Quita las dudas que me corroen. Ayúdame a resistir la tentación.

Dando un apretón a nuestras manos, volví a mirar en su dirección.
Sola no podre luchar con esta atracción, la cual sentía que era mucho más que eso. Me asustaba el número de sensaciones que originaba en mi.

Él no era un ángel, era un demonio. Uno que intentaba provocarme, lográndolo, solo para llevarme con el al infierno.
Era necesario admitir que ya sentía el calor de fuego y para mi mayor consternación, comenzaba a sentirse lo correcto.

Por motivos religiososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora