Al terminar de comer, volvimos al auto, para ir al apartamento, el ambiente seguía siendo un poco incomodo, pero prefería ignorarlo hasta que pasara. cuando llegamos, bajamos del auto y en silencio subimos hasta la casa, entramos y yo caminé a la habitación, aunque a medio camino me arrepentí y mejor me devolví a sentarme en la sala, ya no tenía ningún pensamiento lujurioso, pero aun así preferí evitar estar en la cama, donde la imaginación podría volar de nuevo.
—¿Entonces cada vez que alguno de los dos pierda el control y bese al otro va a ser así? —pregunté mirando a Caleb que estaba buscando algo en el refrigerador.
—¿Así como? —sacó una botella de agua, caminó hasta el sofá y se sentó junto a mí.
—Uno de los dos va a arrepentirse, se lo hará saber al otro y nos quedaremos callados, tratando de ignorar lo incomodo que es el silencio —negó con la cabeza.
—No tiene porque ser así, solo fue un beso —me reí y lo miré.
—Hace un rato querías decir que fue un error —estiro la botella de agua hacia mí y yo negué con la cabeza.
—Y lo es, se supone que no debemos involucrarnos —bebió la mitad de la botella de una sola vez y no pude apartar la mirada cuando una gota de agua se deslizó de sus labios por su barbilla hasta su cuello, mi técnica de la sala de estar no había funcionado, seguía pensando en el de maneras no tan decentes.
—Se supone que somos una pareja, si nos involucramos va a ser más creíble —se quedó mirándome y yo sonreí lo mas inocente que pude —Ya deja de mirarme así Caleb, que no soy una adolescente, tengo veintidós años y plena consciencia de lo que estoy diciendo.
—No estoy muy seguro de que realmente tengas consciencia de lo que dices, tal vez en este momento para ti se escuche como algo correcto de hacer, pero ¿qué pasa si en el futuro cercano te arrepientes de la decisión que estas tomando ahora? —se levantó y guardó el resto de la botella de agua en el refrigerador.
—Si haces que valga la pena, no voy a arrepentirme, voy a querer más —él rio, se acerco y puso su mano en mi frente.
—No pareces tener fiebre —me alejé de su mano y reí.
—Caleb, no tengo fiebre ni estoy loca, solo me siento bien y por primera vez desde que salimos de Rusia me siento así —respire hondo —El haber disparado un arma y besarte han mantenido mi mente ocupada, distraída completamente del horror de haber visto morir a alguien y tener un letrero con mi foto que indica que quieren mi muerte, solamente estoy comportándome como alguien normal, imagina que en lugar de un campo de tiro estábamos en un bar, nos vimos, nos agradamos y decidimos besarnos, luego de eso seguramente uno de los dos haría la propuesta de ir a un lugar menos público y continuar con lo que habíamos empezado.
—Hay un enorme problema en tu lógica, Ariana —se acercó, rodeó mi cintura con uno de sus brazos y besó mi mejilla suavemente, tentadoramente —Nunca me conocerías en un bar.
—¿Tienes algún problema con ellos? —levante un poco la cabeza para mirar sus ojos, que de cerca se veían mas increíbles, de un tono de verde que se veían aún más claro todavía en comparación con su negro cabello.
—No me gusta estar en lugares llenos de gente ebria y sudando y tratando de encontrar con quien acostarse —negó con la cabeza —No es para nada algo que me gustaría hacer.
—¿Y que tal si intentas ir con alguien que ya conoces? —negó de nuevo con la cabeza y se alejó de mi —Oh vamos, ¿Qué es lo peor que puede pasar?
—No quiero averiguarlo —me acerqué y puse las manos en su abdomen.
—Por favor, hazlo, vamos a un bar, permíteme mantener mi mente ocupada un rato más —respiró hondo, pensó un momento y asintió —Gracias.
—Ve a cambiarte rápido, antes de que cambie de opinión.
Corrí hacia la habitación y busqué entre mi ropa algo que pudiera usar para ir a un bar, pero no tenía mucho para usar, lo mejor que tenía era un pantalón negro y una crop-top rojo de seda, me cambié y me miré en el espejo, me veía bien, excepto por un par de pequeños detalles: no tenía con que arreglar mi cabello ni para maquillarme, lo único que había en las maletas era una mascara de pestañas, que no haría mucha diferencia por mí.
—¿Estás lista? —entró en la habitación y cuando vio que estaba sentada en la cama mirando el suelo, se acercó y se sentó junto a mi —¿Qué sucede?
—¿Cómo voy a ir a un bar si no tengo maquillaje o algo con que arreglar mi cabello? —lo miré y suspiré.
—Tu cabello está bien —puso su mano en mi barbilla —Y tu rostro se ve bien, no creo que necesites maquillaje, te ves muy bonita así.
—Gracias —sonreí un poco —¿Aun quieres salir?
—Viendo lo bonita que te ves hoy, si, quiero salir, ver que tiene para ofrecerme un bar y la mujer con la que voy a casarme —se levantó y estiró su mano —¿Vamos?
Tomé su mano, me levanté y me reí.
—Aun es temprano para ir a un bar —el rio y asintió.
—Antes podemos ir a casa de Garret e invitarlo a ir con nosotros —asentí y caminé a la puerta —Y podríamos ir a comprar anillos, no será un matrimonio creíble si no tenemos anillos.
Era un hombre al cual le gustaba estar preparado y también era comprometido, porque estaba haciendo lo que estuviera en sus manos para que quienes nos rodeaban creyeran que éramos una pareja real.
—Estas pensando en mi propuesta ¿cierto? —él rio y negó con la cabeza.
—Tú no tienes remedio —salimos del apartamento y caminamos hacia su auto —Pero si, estoy pensando en tu propuesta, vamos a pasar mucho tiempo juntos y no quiero terminar siendo un hombre completamente frustrado.
—¿Frustrado? —sabia que le atraía, pero quería escucharlo de sus labios.
—Si, frustrado —me abrió la puerta del auto —Resistiría la tentación si no hubieras mencionado tu deseo de involucrarte conmigo.
—Pues me alegro de haber sido atrevida por una vez en mi vida y tomar la iniciativa —sonreí y subí al auto.
Y me gustaba la sensación de tener el control al decir lo que siento en el momento que lo siento, porque en la situación que me encontraba, el control en esto era lo único que me quedaba.
Hola a todos, apenas aquí vengo a pronunciarme, quiero decirles que gracias por venir a leerme y espero que les este gustando la novela.
¿quien es su personaje favorito hasta ahora?Los amo.
Francy.
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Sin promesas
RomanceAriana collingwood no pensó que estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado iba a traerle graves consecuencias. ahora su vida estaba en peligro y la buscaban dentro de toda Rusia por haber visto el cruel asesinato de un hombre importante...