Capítulo 16.

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La mujer que estaba ayudándome con el vestido, se acercó a nosotras de nuevo con una sonrisa bastante amplia, al parecer había recuperado la alegría después de la actuación que le habíamos hecho Lena y yo, para darle veracidad a nuestra historia

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La mujer que estaba ayudándome con el vestido, se acercó a nosotras de nuevo con una sonrisa bastante amplia, al parecer había recuperado la alegría después de la actuación que le habíamos hecho Lena y yo, para darle veracidad a nuestra historia.

—No se si sea exactamente el vestido que tú habías comprado, pero encontré un vestido hermoso, con la descripción que me diste —cuando La escuché, fingí emoción y mire a Lena.

—Espero que sí, seria increíble —sonreí y me acerqué a la mujer, que, en el gafete de su camisa, tenía su nombre, Mariana.

—Vamos al probador, tengo el vestido allá, solo espero que sea de tu talla para que puedas llevártelo —asentí y seguí a mariana hasta el probador.

—Sería demasiado increíble, tendría el vestido de mis sueños, mi boda no se vería opacada por mi disgusto —ella sonrió y abrió el probador, al entrar, vi el vestido colgado y me quedé sin aliento.

—Te dejare con esta bata, para que te la pongas y sea más fácil ayudarte a poner el vestido —asentí —Cuando estés lista, llámame, estaré esperando afuera.

Me quité la ropa y me puse la bata que me dejaron; antes de llamar a Mariana, me acerque al vestido y lo mire, era realmente hermoso, con escote en corazón, y una falda con bastantes capas de tul, en la parte del corpiño había un aplique con pequeñas perlas y probablemente piedras de swarovski, tenia un par de tiras delgadas que funcionaban para ayudar a sostener el vestido, así que suponía que era un poco pesado.

—Mariana —la llamé mientras me alejaba del vestido y sonreí mirándola cuando entró | —Ya quiero probármelo, es hermoso, aunque un poco diferente al que compré antes.

—¿pero este te gusta o quieres que vaya a buscar otro? —negué con la cabeza.

—Quiero probármelo, creo que me gusta —la miré y ella sonrió, ladeando un poco la cabeza.

—Les pasa a muchas novias, hay algunas que han cambiado de opinión mientras se prueban un vestido después de haberle hecho arreglos con la costurera —reí un poco y la miré tomar el vestido.

Se acerco a mi y me ayudo a ponérmelo sin quitar la bata, cuando ya estuvo en su lugar me pidió que me quitara la bata, de esa manera, en ningún momento estaría desnuda y me sentiría más cómoda con ella ayudándome, al terminar de ponerme el vestido sonrió y señalo hacia el espejo que tenia en frente.

—¿Qué te parece? —miré al espejo y respiré hondo.

El vestido era hermoso, cada detalle lo hacia ver mas increíble, mis ojos no sabían donde quedarse mirando, me sentía hermosa en él, como si fuera parte de la realeza; me sentía culpable de sentirme así en un vestido que usaría en una boda de mentiras, no pude evitar que un par de lagrimas escaparan de mis ojos, haciendo sonreír a Mariana, que creía que eran de felicidad, cuando en realidad eran de culpa, por engañarla a ella y engañarme yo misma, diciendo que solo era un vestido, pero en ese momento, viéndome como una novia, entendía que no era solo eso, era toda una experiencia que debía haber vivido con alguien a quien amara y me amara, pero contrario a eso, iba a casarme con un desconocido para tener una mejor fachada para nuestra mentira, y todo eso por estar en el lugar y momento equivocado.

—¿Ya tienes el vestido puesto? —escuché que Lena hablo desde afuera y mariana le abrió, ella de inmediato entro y suspiro —Wow, es hermoso.

—Lo es —la miré y ella se acercó a mí, se extrañó un poco al ver mis lágrimas.

—¿Te gusta? ¿lo compraremos? —continuo con su papel, sin demostrar nada.

—No es exactamente como el otro, pero me gusta —sonreí fingiendo que lloraba de alegría —Creo que es perfecto.

—Está bien, yo iré a pagarlo mientras te lo quitas —asentí y ella camino a la puerta —Para ir a casa y hacer el peinado y maquillaje de nuevo.

—¿De nuevo? —preguntó Mariana.

—Ya había hecho su maquillaje, me faltaba solamente el peinado, pero con todo lo del vestido, se encerró a llorar en el baño y básicamente todo mi trabajo se arruinó.

—Lo siento —me limpie las lagrimas y respire hondo, debía dejar el sentimiento que estaba abrumándome atrás y continuar.

Ella me guiño un ojo y salió de la habitación, mariana y yo nos encargamos de quitarme del vestido, cuando ya no lo tenía puesto, mariana salió de ahí y yo me quede poniéndome de nuevo mi ropa, salí del probador hasta la parte donde estaba Lena pagando y suspiré, más tarde tendría que usar nuevamente ese vestido, solo esperaba que no volviera a afectarme de esa manera, ya que sería difícil de explicar.

—Ya está pago y aquí está la bolsa con tu vestido —sonrió y caminamos hacia la salida —Estoy muriendo de hambre.

—Eso es porque dijiste que iríamos a tomar algo antes de venir aquí y no fuimos nada —ella soltó una carcajada y yo negué con la cabeza —Vaya memoria tienes.

—Para ese tipo de cosas si, tengo una memoria terrible —empecé a reír con ella y me relaje un poco —Subamos al auto y vamos a un café a tomar algo, creo que lo necesitas.

Deje de reír, si lo necesitaba y también hablar, sentía esas ganas de empezar a hablar y contarle absolutamente todo lo que estaba pasando en mi mente, tenia que desahogarme.

—Si, necesito hacerlo —subimos al auto y ella condujo hacia el café —Creo que necesito tomar algo y hablar contigo, tengo tantas cosas en la cabeza ahora mismo, que siento que voy a enloquecer.

—Puedes hablar conmigo, las veces que quieras, estoy aquí para ayudarte y no solamente en el sentido de la búsqueda —estaciono de nuevo —También podemos ser amigas, soy la única mujer cercana a tí con la que puedes hablar de estas cosas.

Y era bueno saber eso, poder tener a alguien, además de Caleb, con quien hablar y que me apoye en el momento que lo necesite.

Nos quedamos en una cafetería hablando por lo menos una hora de todo lo que sentía, ella fue paciente conmigo, me escuchó sin interrumpirme ni una sola vez, espero a que terminara de hablar, para aconsejarme.

—Debes tener mucha fe en Caleb, Garret y en mí, queremos ayudarte, para que puedas de aquí en adelante vivir normal y feliz.

Y eso quería, vivir bien, ser feliz y poder hacer realidad mi sueño.

creo que todas necesitamos una Lena en nuestras vidas

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creo que todas necesitamos una Lena en nuestras vidas. 

¿qué les parece toda esta situación?

los amo.

Francy.

Sin promesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora