Capítulo 24.

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Tienen cautivo a Caleb desde hace cerca de seis horas.

La frase se repetía una y otra vez en mi cabeza, mientras que mi corazón se rompía cada una de esas veces, sentía ese tipo de dolor que con mucho éxito había logrado evitar durante toda mi vida. Llegué a pensar que estaría preparada para cuando llegara el momento en el cual tuviera que alejarme de él; con el pensamiento de que al conocernos hace tan poco tiempo, sería más fácil para mi desprenderme de él y de mis sentimientos crecientes hacia él, pero en la realidad no era así, estaba sintiendo mas dolor que en toda mi vida. Las palabras de Garret fueron como una puñalada en medio del pecho, haciéndome sentir ahogada, perdida, en medio de la nada y con ganas de volver a estar como en el momento de apuñalar a esos hombres, quería estar entumecida y no sentir nada, pero no era posible, sentía cada parte del dolor con tanta intensidad que mis piernas no me sostuvieron de pie por mucho tiempo, dejándome de rodillas frente a todos y con las mejillas llenas de las lagrimas que estaba derramando, la probabilidad de volver a verlo con vida era mínima y dolía, dolía más que cualquier cosa que haya vivido antes.

—Estamos haciendo todo lo que esta en nuestras manos para encontrarlo y traerlo a casa a salvo, hay personas siguiendo su rastro, pero la mafia rusa es inteligente, no dejaron muchas pistas que seguir para encontrarlo —se acercó a mi un hombre alto, de piel morena y tono de voz tranquilizador, se agacho frente a mí y continuó hablando —Su foto ya fue enviada a los medios, junto a un anuncio de recompensa para quien haya visto su rostro y pueda ayudarnos a encontrarlo, también queremos que este bien.

Pero la mafia rusa no era fácil, no iban a encontrar a Caleb a menos que ellos quisieran que lo encontraran, si habían tenido éxito en el asesinato de dos gobernadores y quien sabe que otras personas influyentes, era seguro que también lograrían terminar con la vida de Caleb sin que nadie pudiera hacer nada para evitarlo, a menos que tuvieran en sus manos lo que deseaban y yo sabia exactamente que era lo que ellos querían.

—Me quieren a mí, hicieron esto porque querían encontrarme y poder silenciarme, encubrir el asesinato y los hombres que lo hicieron, me quieren a mi —mi voz se escuchaba cortada a medida que iba hablando por los sollozos, pensar en que podría estar lastimado, dolía, porque era mi culpa —Hay que darles lo que quieren, es la única posibilidad de que acepten dejarlo ir con vida.

—No, ariana, ni lo pienses —habló Lena —No vamos a entregarte a cambio de él.

—Esta no es tu decisión —me levante del suelo y limpie mis mejillas —Y tenga su ayuda o no, voy a hacer el intercambio, aunque me gustaría mas con su ayuda, porque estaría más tranquila sabiendo que ustedes confirmarían que él esta a salvo.

—No dejes que el dolor sea quien hable por ti, date tiempo para pensar mejor las cosas, las consecuencias son terribles si haces esto —dijo Garret mirándome —Debes estar segura de que lo que piensas es lo que realmente quieres.

—Estoy segura, no necesito pensar y no hay tiempo para hacerlo, se les podría agotar la paciencia y no estoy dispuesta a que asesinen a Caleb por protegerme, él no merece esto —respire hondo y miré al hombre que estaba hablándome antes —A medio día hagan una rueda de prensa, diré a los medios que estoy dispuesta a hacer un intercambio por la vida de Caleb Lawler.

—¿Por qué a medio día? —preguntó curioso el hombre moreno —Son las cuatro de la mañana, podría ser más temprano.

—Porque les voy a dar tiempo para que obtengan mi confesión firmada del asesinato del hombre de la bodega.

Todos en el lugar se quedaron en silencio y Garret soltó una pequeña risa.

—Vas a darles lo que quieren... —negó con la cabeza —Pero también piensas joderlos sin que se enteren, ahora entiendo que es lo que Caleb vio en ti.

—Ellos se metieron conmigo pensando que no tendrían nada que perder, que al ser mujer no sería lo suficientemente fuerte como para resistir unas horas más de agonía y quitarles la ventaja, deben estar pensando que al tener a Caleb yo solo podría sentarme a llorar y suplicar que lo devuelvan a cambio de mi vida, pero solo tienen razón en la mitad de eso.

—Creo que Caleb va a sentirse orgulloso —sonreí un poco.

—Eso espero.

—Taylor, déjeme encargarme de esto —dijo Garret, pero el hombre moreno negó con su cabeza.

—Voy a encargarme de esto yo mismo, tú y Lena ocúpense de la prensa y hagan parecer que Ariana aun no sabe que tienen a Caleb —ambos asintieron y salieron de la habitación acompañados de la mitad de las personas que estaban allí.

—Necesito que aseguren a Caleb, que este a salvo —Taylor me guio a una silla y la señalo con la mano, yo me senté y él hizo lo mismo frente a mí.

—Voy a hacer lo que me pides, pero no permitiré que te lleven con ellos, haremos un plan donde los dos estén a salvo en mis manos —miré el suelo unos segundos.

—Permitiré que lo haga a su manera, con una condición —asintió y se quedo en silencio, esperando que se lo dijera —Si algo llega a salir mal, tienen que proteger a Caleb a toda costa, él es primordial.

—¿Estas pidiéndome que deje que te maten si algo falla?

—Eso estoy pidiendo y necesito que prometa que lo va a hacer —necesitaba estar segura de que la seguridad de Caleb iba a ser prioridad en todo momento y que pasara lo que pasara, él saldría vivo de esta.

—Lo prometo, Ariana —estiró su mano, yo hice lo mismo con la mía y estreché la suya.

—Con ese tema claro, es hora de las preguntas importantes...

Dos de los hombres que aun estaban con nosotros, recibieron ordenes para organizarla inteligencia para la misión, debían planear y actuar rápido, mientras que Taylor y los demás hombres que quedaron, prepararon todo para la confesión, con una grabadora en medio de nosotros y un experto en retratos, empezaron las preguntas acerca de lo que había visto en la bodega.

En menos de ocho horas estaría entregándome a cambio del hombre que amaba, porque si, en medio de ese momento entendí que estaba enamorada, solo el amor podría ser capaz de llevarme por este camino hacia la guillotina. 

Ay lo que hace el amor

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Ay lo que hace el amor.
¿Ustedes qué habrían hecho?
Los amo.
Francy

Sin promesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora