El día más esperado por todos nosotros el último mes había llegado y los nervios estaban a tope, lena nos había obligado a Caleb y a mi a dormir en habitaciones separadas la noche anterior para que no volviéramos a vernos hasta el momento donde caminaría al altar, la mañana fue estresante, porque había estado lloviendo, pero casi al mediodía se detuvo y el nivel de estrés se redujo, además de que ya había llegado Owen, que me dio un enorme abrazo y me estiro una pequeña flor que había encontrado en el camino a casa.
Mi madre se veía hermosa en un vestido turquesa, su maquillaje perfectamente hecho y su cabello bien peinado, con ondas, pero aún así se podía notar lo enferma que se encontraba, sus síntomas había estado empeorando con los días y se sentía débil; a pesar de todo eso, no dejó de acompañarme ni un solo momento a todos lados y mucho menos iba a perderse la boda, estaba tan emocionada por estar ahí, que incluso cuando había pasado una pésima noche, estaba conmigo en ese día especial.
Luego de que estuvimos todos listos, fuimos a la iglesia donde sería la boda, estaba ansiosa por ver a Caleb y poder besarlo, lo extrañaba mucho y eso que solo habíamos pasado una noche lejos del otro.
Al llegar a la iglesia, la sensación de mariposas en el estómago se incrementó, la iglesia estaba llena de familiares de Caleb, Lena y Garret que no conocía, además de todas las personas que nos ayudaron a atrapar a los integrantes de la mafia rusa, que además de perseguirme, estaban asesinando líderes políticos alrededor del mundo.
Mi madre, estaba a mi lado, caminando conmigo por el pasillo hacia el altar, iba a entregarme al hombre que esperaba pacientemente en el altar mi llegada, estaba perfectamente vestido, con un traje azul oscuro, casi negro y una camisa blanca de botones, en el bolsillo izquierdo, tenía un pañuelo con estampado de flores que había escogido su madre para él, se había negado rotundamente a usarlo, pero cuando mencione lo lindo que se vería, se quedó en silencio, lo estaba usando por mi, para hacerme feliz y lo era, se veía adorable y sexi.
Cuando finalmente estuve frente a él, tomó mi mano, nos acercamos al sacerdote que se encargaría de casarnos y escuchamos con atención todas las palabras que salían de su boca, las oraciones para nuestra felicidad, las promesas que nos hacíamos el uno al otro en ese día tan importante y que ya dejaríamos de ser individuos, que pasaríamos a ser una familia. Después de eso, pasamos a prometer cuidarnos, apoyarnos y amarnos a pesar de los problemas, estar para el otro en la salud, enfermedad, riqueza, pobreza y cualquier adversidad que se atravesará en el camino que estábamos emprendiendo, y yo, internamente, prometí darle felicidad, estabilidad y tanto amor que incluso cuando estuviéramos separados lo sentiría con la misma intensidad que cuando estaba conmigo.
—llegó el momento que estaba esperando —susurró Caleb, con una sonrisa radiante —Voy a besarte.
Antes de que pudiera responderle o que siquiera el sacerdote diera la orden, me beso con tantas ganas, que uno de los invitados le gritó:
—¡Espera a la luna de miel!
No pudimos evitar reír, junto a todos los invitados ante tal oración, y finalmente salimos de la iglesia, como una pareja casada ante el gobierno y ahora ante nuestra familia, amigos y Dios. No era la mujer más creyente en el mundo, pero me alegraba tener de testigo de nuestros sentimientos a Dios, esperaba que como siempre decían las madres, o al menos la mayoría de ellas, él bendiga nuestra unión.
—Finalmente puedo llamarte esposa, una esposa real —sonrió y beso mi mejilla —Te ves increíblemente hermosa, Ariana, no puedo esperar para ver que más prendas hermosas estarás usando para mi hoy.
Y entendía perfectamente a qué se refería, y si, tenía en una pequeña caja en la habitación de hotel donde nos quedaríamos, una prenda que estaba segura iba a encantarle, con transparencias en lugares donde no debería tenerlas y unos tacones que lo enloquecerían por mi.
La fiesta, como había pensado, fue una locura, Caleb sin decirme nada, preparo un pequeño baile junto a algunos de sus compañeros, las risas y los sonidos enternecidos de las mujeres no faltaron y tampoco los suspiros, porque el baile era muy provocativo, especialmente para mi, que sentada en una silla en la mitad de la pista, era el centro de atención de todos ellos. Después de eso, empezó a soñar por los altavoces una canción suave, Caleb estiró su mano hacia mi y cuando la tomé me ayudo a levantarme, alguien se llevó la silla y empezamos a bailar nuestra primera canción como pareja, como esposos.
—Espero que este baile tenga el mismo final que nuestro primer baile anterior —Caleb soltó una carcajada y negó con la cabeza.
—Hay demasiada gente, no quiero público.
—Podemos escaparnos cuando termine la canción a nuestra habitación y luego volver y disfrutar del resto de la fiesta —propuse, pero él negó de nuevo.
—en el momento que dejemos este lugar, no vamos a volver porque voy a necesitar mucho tiempo para hacer todo lo que tengo planeado —rei y lo miré divertida.
—¿Ah sí? ¿Y cuáles son esos planes?
—Voy a admirarte en lo que sea que vayas a usar, te voy a desnudar lentamente y luego de eso llenaré de besos cada parte de tu cuerpo —susurró con los labios pegados a mi oreja —Después voy a hacerte el amor, hasta que ambos estemos satisfechos, dormiremos un rato y después voy a despertarte y repetir.
—¿Estás seguro de que puedes con todo lo que estás diciendo? —mi voz ya se escuchaba diferente, más baja, por la excitación que habían causado sus palabras en mi, deseaba que llegara el momento de irnos, pero debía esperar y disfrutar de lo que quedaba de fiesta junto a las personas que estaban ahí acompañándonos.
—Claro que puedo con lo que estoy diciéndote, sabes que de los dos, quién tiene más paciencia y control soy yo.
—Pero yo te llevo a tus límites —sonreí y me aleje de él para bailar la canción que siguió con Lena.
La fiesta fue espectacular, me sentí especial y querida, si la Ariana niña viera esto, estaría muy feliz de saber que pude ser feliz a pesar de todo lo que pasó a lo largo de los años.
No podía esperar a ver que me esperaba en el futuro.
Fin.
Nota de autora.
Muchas gracias por acompañarme en este camino.
Por tenerme paciencia mientras subía la historia y sobretodo por leerme. Gracias por llegar hasta aquí y espero verlos de nuevo en la próxima historia que empiece a subir.Los amo.
Francy.

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Sin promesas
RomansaAriana collingwood no pensó que estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado iba a traerle graves consecuencias. ahora su vida estaba en peligro y la buscaban dentro de toda Rusia por haber visto el cruel asesinato de un hombre importante...