Capítulo 15.

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Mientras yo ordenaba todo el desastre de la cocina, Caleb se ducho y se vistió lo más elegante que lo había visto desde el día en que nos conocimos, con un jean oscuro y una camisa de botones blanca, se veía realmente bien

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Mientras yo ordenaba todo el desastre de la cocina, Caleb se ducho y se vistió lo más elegante que lo había visto desde el día en que nos conocimos, con un jean oscuro y una camisa de botones blanca, se veía realmente bien.

—¿Vas a salir a conquistar? —me reí y él negó con la cabeza.

—Iré a una reunión con mis superiores y Jean Paul, Garret descubrió algo —me quedé mirándolo y él se acercó para dar un beso en mi frente, como al parecer estaba tomando de costumbre hacer —No hay nada de qué preocuparse, es más, vamos a aprovechar para pedirles que te dejen trabajar con nosotros, como una ayuda extra en el caso.

—Espero que les vaya bien —sonreí y él camino fuera del cuarto.

—Nos vemos en la noche, Lena se va a encargar de ti, de llevarte al juzgado donde vamos a casarnos.

Asentí y en cuanto cerró la puerta suspiré, me daba miedo este matrimonio, ¿Qué pasaría si el gobierno se da cuenta de que estamos, básicamente, cometiendo fraude? ¿El Scotland Yard nos protegería o diría que no tiene nada que ver en todo esto?

Después de terminar con la cocina, fui a la habitación y me vestí, con un pantalón y una camisa, igual no tenía demasiada ropa de donde escoger, ya que la mayoría se había quedado en Rusia, cuando ya estuve vestida, me puse a ordenar un poco la habitación, arreglar la cama, mientras Lena llegaba. Estaba a punto de ponerme a limpiar el polvo de cada superficie de la casa, cuando tocaron la puerta, antes de se abriera.

—Ariana, soy Lena —habló mientras entraba, buscándome —Vine un poco mas temprano, imaginé que estarías aburrida sola.

—Hola —salí de la habitación y sonreí —Estaba a punto de empezar a limpiar el polvo de toda la casa.

—Lo imaginé, debes mantener aburrida sin un teléfono para entretenerte ya que no puedes salir sola —asentí y ella sonrió —Ven, salgamos a tomar algo, mientras es la hora de la cita en el salón de novias.

—No entiendo Caleb porque insiste tanto en hacer una boda con vestido de novia y todo eso, no creo que sean tan necesario, podríamos decir que fue una boda express con ropa sencilla, que pensamos que estaba embarazada o algo así —ella rio y negó con la cabeza.

—Salgamos de aquí —caminamos fuera del apartamento y bajamos la escalera hasta el piso uno —Debemos parecer mejores amigas en el salón, te voy a contar la historia que planeamos para esto.

—Cuéntame la historia de mi vida —reímos y caminamos hasta su auto, subimos y ella arrancó.

—Caleb y tu se conocieron en unas vacaciones, ambos estaban conociendo París, ¿conoces París? —empezó a hablar y yo asentí a su pregunta —Mas creíble será. entonces, ambos se conocieron en sus vacaciones en parís, se enamoraron y Caleb te pidió matrimonio allá, aceptaste y él volvió a Londres, se quedo trabajando un tiempo y volvió por ti, para que vinieras a vivir con él y se casarán en la fecha que ambos habían pensado, que sería hoy, veintisiete de junio.

—¿Por qué esa fecha y porque compraríamos el vestido el mismo día? —todo estaba bien, excepto eso.

—Ustedes se conocieron un veintisiete de febrero, pasaron dos meses juntos en parís, allá te propuso matrimonio antes de volver a Londres —sonrió y yo reí, estaba todo bien planeado —Y el vestido lo compraste y llego perfecto, estabas muy feliz, lo llevaste a la tintorería para que estuviera limpio y perfecto para hoy, cuando yo fui a recogerlo, dijeron que el vestido ya había sido entregado, es decir, se lo dieron a alguien más y tuviste que correr a comprar otro vestido, porque no querían perder la fecha y tener que esperar más tiempo.

—No tengo palabras —reí —Todo esta muy bien organizado.

—Ya tu debes darle el toque romántico a la historia y hacer sentir tristes a quienes se enteren de lo de tu vestido —estacionó el auto y me miró —¿Puedes llorar fácilmente?

—¿Ah? —reí confundida por su pregunta —¿Para qué?

—Para que llores cuando cuentes la historia del vestido.

—Lo intentaré —bajamos del auto y caminamos hacia el salón de novias

—Es momento de entrar en personaje —suspiré y asentí, tenia que ponerme en el estado de animo de una novia que perdió su vestido de ensueño.

Caminamos hasta el salón y entramos, inmediatamente una mujer se acerco a nosotras y pregunto si teníamos cita, Lena asintió y dio su nombre.

—¿Tú eres la novia? —pregunto y ella negó con la cabeza.

—Es ella —me señaló y yo fingí estar distraída mirando los vestidos —Ariana...

—Lo siento —voltee, estire la mano y sin sonreír salude.

—Disculpa que este así en este momento, se va a casar hoy y su vestido lo robaron en la tintorería y no tiene esperanzas de encontrar uno hoy.

La mujer me miró con una expresión de tristeza y tomo mi mano.

—Dime como era tu vestido, vamos a intentar encontrar uno parecido para que puedas casarte —asentí y camine atrás de ella hasta el lugar donde me mostrarían las opciones diferentes que tenían —Cuéntame como era tu vestido.

Empecé a describir el vestido de la manera en que Caleb me había dicho que le gustaba, mientras hablaba, me detenía por unos segundos y miraba a Lena que me abrazaba y decía que todo iba a estar bien, que encontraríamos un vestido y me casaría en la noche.

—Iré a buscar, vuelvo en unos minutos, mientras tanto, ustedes pueden ir mirando en los que hay por aquí, a ver si alguno de ellos te gusta —sonreí un poco y asentí.

Cuando la mujer se fue, Lena me abrazo de nuevo y susurro:

—Bien hecho —la abracé de vuelta y limpié bajo mis ojos, las lagrimas que logre que salieran de mis ojos, mientras hablaba.

Fingir se iba a convertir en algo necesario mientras resolvíamos mi situación y debía comprometerme a ello, porque mi seguridad era la que estaba en peligro.

Fingir se iba a convertir en algo necesario mientras resolvíamos mi situación y debía comprometerme a ello, porque mi seguridad era la que estaba en peligro

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  Con Caleb no es difícil fingir XD.
Los amo.
Francy.

Sin promesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora