Capítulo 31.

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—No puedo creer que te haya permitido hacer eso —le dije cuando ya mi cerebro empezó a funcionar nuevamente como debería y mientras me acomodaba nuevamente el pantalón.

—Pero lo hiciste —sonrió amplio —Y lo disfrutaste.

—Y ahora me siento mal por dejarte a ti así... —señale su entrepierna y él rio.

—Dame una semana y podrás pagarme —negué con la cabeza y me levanté de la cama.

—¿Tienes hambre? —cambié de tema lo más rápido que puse, porque si seguíamos con el tema, terminaríamos nuevamente enredados y no quería caer de nuevo.

—Se lo que haces y te lo voy a permitir esta vez —sonrió y asintió —Muero de hambre.

—¿Qué quieres comer? Puedo preparar lo que tu quieras.

—Quiero mas de ese pastel delicioso que tú haces —reí y asentí.

—Lo haré, pero debes comer algo diferente a postre —rodó los ojos y sonrió.

—Prepárame alguna sopa, lo que tú quieras —asentí y caminé fuera de la habitación.

En la sala de estar se encontraban Garret y Lena sentados, cuando me vieron salir, sonrieron, yo camine a la cocina y ellos me miraron.

—¿Tienen hambre? —asintieron ambos —Voy a cocinar, trataré de no tardar mucho.

Busque entre las cosas de la cocina para empezar a preparar algo, Lena se acercó y tomo un cuchillo.

—Déjame ayudarte con esto —empezó a preparar todos los vegetales que iba a utilizar, al verla con el cuchillo en la mano, recordé lo que había pasado hacia pocos días.

—¿Qué paso con los hombres de la casa segura? —ella respiro hondo y rio.

—Taylor me dio un muy buen regaño y estoy suspendida por un mes —abrí los ojos y los labios sorprendida —Eso no es todo, tengo que ir día por medio con la psiquiatra, para ver como esta mi estabilidad emocional después de asesinar a dos hombres.

—Sin comentarios —ella rio y me empujo con la cadera.

—Idiota, tu eres la que debe ir al psiquiatra, no yo —reí y asentí —Pero no todavía, seria sospechoso.

—No tengo como pagarte que me hayas hecho ese favor, Lena, es demasiado —ella negó con su cabeza y levanto una mano.

—No tienes que preocuparte por eso, me agradas, no necesitas pagarme —lo pensó un momento y luego me miro —¿Sabes qué? Mejor págame, haz de nuevo ese pastel delicioso del que le diste a Garret hace días.

Empecé a reír, al parecer a todos les había encantado el pastel, ya tenia su propio club de fans por lo que veía.

—Caleb también quiere —rio y me ayudo a poner todos los ingredientes en una olla para que se cocinara la sopa mientras yo hacia la masa para el pastel.

—¿Dónde aprendiste a cocinar? —pregunto curiosa —Cuéntanos un poco más de tu, sabemos muy poco.

—Cuando llegue a vivir a Rusia, conocí una anciana que era mi vecina, cuide de ella algunos años y ella me enseñó todo lo que sé, siempre me daba indicaciones de como cocinar, que ingredientes eran mejores y gracias a ella me enamore de la cocina, mi sueño desde entonces es tener mi propio restaurante.

—Déjame decirte que te enseñó muy bien, porque ese pastel era de diez estrellas —sonreí y continúe preparando la mezcla.

—¿Garret sabe lo que pasó con esos hombres? —ella asintió y yo suspire —Supongo que debería decirle a Caleb también, tal vez el pueda ayudarme con el remordimiento que siento.

—Hablar con él te servirá —puso una mano en mi hombro —Él va a entenderte y no va a juzgarte.

Sonreí y asentí, esperaba que no se enfadara conmigo, porque una cosa era defenderme y otra era atacar a alguien de tal forma que termine muerta, no creo que eso fuera lo que él quería cuando me dijo que debía luchar, pero ya había pasado y era mejor que supiera la verdad por mi misma y no por alguien más.

Cuando terminé de preparar todo, lo deje cocinando, Lena en medio del proceso, se fue con Garret a la habitación para charlar un rato con Caleb, yo me quedé sola en la cocina, esperando a que todo estuviera listo para servirles a todos y después llamarlos a la mesa, Caleb tenia que caminar un poco así que le pedí que saliera también a comer en el comedor, no sentamos todos juntos y en silencio empezamos a comer.

—Esta delicioso, Ariana —dijo Caleb —Pero me distrae mucho el olor de la cocina.

—Come toda la sopa o no te daré pastel —lo amenace y Garret y Lena empezaron a reír.

—Si mamá, me comeré toda mi sopa —respondió sonriendo y yo negué con la cabeza —Gracias por preparar la comida para nosotros.

—Como te dije una vez, es lo menos que puedo hacer en agradecimiento a todo lo que ustedes han estado haciendo por mí, les debo mi vida, a los tres.

—No nos debes nada —dijo Garret —Nuestro trabajo es proteger y salvar aquellas vidas que están en peligro, eso nos hace sentir bien y ser felices porque estamos aportando algo en la felicidad de alguien, en este momento ese alguien eres tú.

No supe que decir y mejor me quedé en silencio, cada día que pasaba, mas cariño sentía por todos ellos, los estaba empezando a ver como esa familia con la que soñaba y mi corazón estaba cada vez más lleno, me sentía feliz a pesar de aun estar en medio de una pelea por mi vida.

No supe que decir y mejor me quedé en silencio, cada día que pasaba, mas cariño sentía por todos ellos, los estaba empezando a ver como esa familia con la que soñaba y mi corazón estaba cada vez más lleno, me sentía feliz a pesar de aun estar en m...

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Momentos como este me encantan, soy feliz.
Los amo.
Francy

Sin promesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora