Sin promesas

Capítulo 33.

Los disparos se detuvieron, pero nadie vino al baño a decirnos que todo había terminado, Lena, que conocía perfectamente todos los protocolos me mantuvo en la bañera, me pidió que no me moviera mientras salía a mirar como estaba todo el panorama, cuando salió del baño, mis nervios empezaron a subir, tal vez afuera estaban esperando que saliéramos y empezaría de nuevo la cacería, pero todo seguía en silencio, estar sola ahí, esperando que alguien me dijera que podía salir, que todo estaba bien, no era bueno, porque lo único que deseaba hacer era salir y apoyar a todos los que estaban allá afuera intentando defenderme.

—¡Ariana! —me llamó Lena desde la sala de estar.

Salí de inmediato del baño, esa era una señal de que las cosas estaban bien y podíamos irnos de ahí, pero cuando llegue a la sala de estar lo que vi fue incluso mas aterrador que la muerte del gobernador en Rusia, toda la sala estaba llena de vidrios, madera y cerámica rota, cuerpos tirados en el suelo, con sangre fluyendo de las heridas y ojos abiertos, sin vida, el pánico empezaba a apoderarse de mí, pero lo siguiente que vi, en la cocina, hizo que desapareciera la sensación de miedo y llegara la tristeza.

En el suelo estaba Garret, con la cabeza sobre las piernas de una Lena que tenia su rostro lleno de lágrimas y Caleb, con una expresión neutra, haciendo presión en la herida que tenia en el abdomen, dejando de lado toda sensación que me generaba la situación alrededor, me puse de rodillas junto a Lena, no la toque, solo me quedé ahí para que supiera que estaba con ella. Garret, por otro lado, tenia los ojos abiertos mirando el rostro del amor de su vida, con lágrimas en los ojos y sangre saliendo de sus labios, la herida que tenia era bastante grave por lo que podía ver y afuera no se escuchaban sirenas, no había ambulancias en camino o cerca, lo cual me preocupaba.

—Llamaré una ambulancia —iba a levantarme del suelo, pero Lena sostuvo mi brazo y negó con la cabeza sin mirarme, no entendía porque no me dejaba hacerlo, los médicos podrían salvarlo.

—No hay nada que hacer —susurro entre sollozos —Solo acompañarlo hasta que...

No pudo continuar hablando y la abracé, estaba pasando por el peor momento de su vida y aun así estaba más calmada que cualquier otra persona que haya visto en una situación similar, nos quedamos los tres en silencio por unos minutos hasta que de la boca de Garret salió un susurro, Lena acercó la oreja a sus labios y cerró los ojos cuando lo escucho decir las últimas palabras que escucharía del hombre que amaba, sus sollozos aumentaron y las primeras lagrimas empezaron a salir de mis ojos, ella haciendo uso de toda su fuerza de voluntad se levantó del suelo y le dio la espalda al hombre herido en el suelo, Caleb, por su parte, estiró una mano y delicadamente cerro los ojos de su amigo, ojos que nunca más ninguno de los tres volvería a ver.

Al apartamento llegaron varios oficiales que había visto antes, incluyendo a Chris Taylor, que se acercó y abrazó a Lena, que se aferro a él mientras lloraba desconsoladamente, yo no podía resistir más el estar ahí y ver y escuchar todo eso, por lo que mejor salí de ahí y me senté en medio del pasillo, con las rodillas pegadas a mi pecho y mi rostro escondido entre mis brazos, todo lo que paso allí adentro era mi culpa, hombres habían perdido la vida por intentar cuidar de mi y el mejor amigo del hombre que amaba y novio de la mejor amiga que tuve en mi vida estaba muerto por defenderme, mi presencia en la vida de ellos solamente les estaba haciendo daño.

Personas pasaban de un lado al otro por el pasillo, sacando los cuerpos que había dejado el enfrentamiento, mientras yo estaba llorando en silencio, en el suelo.

Unos brazos me envolvieron y me hicieron recostar en su cuerpo, levante la miraba y junto a mi estaba Caleb sentado, con sus ojos tristes.

—Lo siento tanto —susurré.

Quería decirle que todo era mi culpa y que lo mejor seria dejar las cosas así y que me fuera, para que en sub vida dejaran de pasar todas estas desgracias, los rusos no iban a detenerse, me buscarían por el resto de mi vida y le harían daño a cada persona que estuviera involucrada conmigo, por lo cual decidí quedarme en silencio y hacerles compañía a ellos dos hasta que pasara el funeral, después de eso planeaba salir de sus vidas de forma permanente.

Luego de casi una hora, Taylor salió con Lena, Caleb y yo nos levantamos y caminamos atrás de ellos fuera del edificio, detrás de nosotros iban algunos oficiales cargando el cuerpo cubierto de Garret, al salir, todos los demás oficiales nos miraron mientras nos subíamos a un auto para irnos de ahí y preparar todo para el funeral.

Juntos nos dirigimos a la casa de Lena para ayudarla a preparar todo y que no tuviera que hacer nada, al llegar, ella se fue para la habitación y yo camine atrás de ella, la ayude a quitarse la ropa en la ducha y me quedé dándole la espalda mientras se duchaba, después le entregue la toalla para que se secara y la ayude a vestirse nuevamente, caminamos juntas hasta la cama y ella se acostó, tomo una de las almohadas y la abrazo fuerte, me quede con ella en la habitación, hasta que llego su familia y la de Garret, en la sala de sentar me senté junto a Caleb que tenía lágrimas en sus ojos, al verme me abrazó fuerte y dejó que toda la tristeza que sentía saliera, lloró en mis brazos mientras yo acariciaba su cabello, tratando de darle consuelo, aunque sabía que nada que hiciera lograría hacerlo sentirse mejor, había perdido a su mejor amigo.

Las horas pasaron y finalmente pudimos ir hacia la sala donde velarían el cuerpo de Garret, nos quedamos toda la noche ahí, entre oraciones, lágrimas y sollozos. A la mañana siguiente, fuimos todos al cementerio y antes de que lo enterraran Lena entre lagrimas empezó a cantar una still loving you, que al parecer era su canción favorita, nunca había escuchado a alguien cantar esa canción con tanto dolor y sería algo que quedaría marcado en mi alma por el resto de mi vida.

Después de un momento más de silencio fue Caleb quien se levantó, miro alrededor y empezó a hablar.

—Tengo mucho y al mismo tiempo poco que decir sobre Garret, el mejor amigo que alguien puede tener, el mejor hombre que pude conocer y la persona que me ayudo a encaminar mi vida de nuevo, agradezco por todos estos años que te tuve como amigo, como familia, hasta siempre mi amigo. Nunca vamos a dejar de amarte y prometo que cuidaré a Lena por ti.

Luego de Caleb, nadie mas quiso salir a decir a nada y procedieron a enterrar el ataúd, uno por uno, pasaron lanzando un poco de tierra y mientras ellos hacían eso, yo caminé en silencio a la salida del cementerio, dejé en el auto de Caleb una carta que escribí cuando fui a cambiar mi ropa en la mañana.

Iba a desaparecer de sus vidas y les daría tranquilidad, les quitaría de sus hombros el peso de mi vida.