Ariana collingwood no pensó que estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado iba a traerle graves consecuencias. ahora su vida estaba en peligro y la buscaban dentro de toda Rusia por haber visto el cruel asesinato de un hombre importante...
En el hospital, los paramédicos salieron corriendo con él y lo llevaron directamente a un quirófano para sacar la bala, yo tuve que quedarme en una pequeña sala de espera, sola, sintiéndome angustiada y aliviada al mismo tiempo, me preocupaba que no resistiera lo que tenían que hacerle, pero me tranquilizaba el pensar que todo el tiempo en la ambulancia sus signos vitales parecían estables, cuando ya no me sentí capaz de quedarme más tiempo sentada, me levanté y comencé a caminar de un lado a otro, llevaba cerca de diez minutos así, cuando Lena, Garret y Chris llegaron al hospital, se acercaron y cada uno me dio un abrazo.
—¿Cómo esta? —preguntaron mientras me guiaban nuevamente a las sillas y nos sentamos juntos.
—En la ambulancia parecía estable y cuando llegamos se lo llevaron para el quirófano, no se nada más, no me han dicho nada y no quiero irme a buscar donde preguntar, podrían salir y decir algo —Taylor se levantó de la silla y caminó fuera de la salita donde estábamos —¿A dónde va?
—Seguramente ira a preguntar por él, para que tú no tengas que moverte de aquí —sonreí un poco y los miré —Todo va a estar bien, Ariana, Caleb es el hombre mas fuerte que conozco, ha tenido heridas graves de las cuales ha salido vivo y antes no tenia los motivos que tiene ahora para vivir.
—¿Cuáles motivos? —pregunte curiosa por lo que Garret decía.
—Tú, ariana —negué con la cabeza, no era para tanto —Desde que estas con él, lo veo mas feliz, ha hecho cosas que nunca pensé que haría por una mujer, en estas últimas dos semanas estuvo desesperado por encontrar a quienes te buscaban, tenia demasiadas ganas de lograr encarcelarlos y que la amenaza hacia ti disminuyera, él te quiere mucho, igual que tú a él.
—Espero que lo dices sea verdad —él estaba a 'punto de decir algo más, cuando un médico se acercó a nosotros y pregunto si éramos familiares de Caleb Lawler.
—Caleb está bien, la cirugía fue rápida y exitosa, ya están trasladándolo a una habitación donde podrán verlo, pero no hagan que se esfuerce mucho, perdió bastante sangre y necesita descansar.
Los tres asentimos y preguntamos por el número de habitación que él ocuparía, después nos fuimos a buscar a Taylor y al encontrarlo caminamos hasta el ala del hospital donde estaba Caleb, entramos juntos y lo vimos con ojos cerrados y su piel pálida, no hicimos ruido para no despertarlo. Me acerqué a él y tomé su mano, estaba dormido, aunque el sonido de un celular lo hizo sobresaltarse y abrió los ojos, Lena contesto la llamada y salió de la habitación, para no molestarlo.
—Duerme de nuevo —hable bajito y acaricie su mano con las mías, me sentía más tranquila ahora que podía ver que estaba bien, un poco débil, pero bien.
—Ariana... —murmuro bajito, yo apreté su mano y sonreí.
—Aquí estoy, contigo, estoy bien —sonrió un poco al escucharme y cerró de nuevo sus ojos —Y aquí estaré cuando despiertes otra vez, descansa.
Lena entró de nuevo y se acercó a nosotros.
—Sus padres están aquí, ya están subiendo el ascensor —Garret y Taylor asintieron, esa era su señal para irse.
—Voy a venir mas tarde para traerte ropa para que te cambies —sonreí y asentí —Y toma esto para que vayas a la cafetería a comprar algo para comer.
—Gracias por la ayuda —susurré —Y por mantenernos a los dos a salvo.
Asintieron y caminaron fuera de la habitación, yo solté la mano de Caleb, tome una de las sillas y la acerque a la cama, me senté y tome nuevamente su mano, no quería soltarlo.
Sus padres y su hermana, entraron en la habitación, con los ojos llenos de lágrimas, estaban preocupados por él, quise levantarme para salir y dejarlos solos con él, pero su padre me hizo sentar nuevamente, se acercaron a su hijo y su madre le acaricio el cabello.
—Taylor nos contó en la madrugada, nos dijo como se conocieron ustedes dos y porque se casaron, también nos dijo que estabas dispuesta a dar tu vida a cambio de la de Caleb y te agradecemos mucho por eso —dijo el señor Lawler.
—No deberían agradecerme, por mi es que esta él aquí herido —no podía mirarlos a la cara, me sentía un poco avergonzada por haberles mentido y también culpable por herir a su familia, emocional y físicamente.
—Ariana, nosotros le enseñamos a Caleb y Anna, que a veces es mejor decir una mentira, en algunas situaciones tu familia esta mas segura así y eso pasaba contigo, era más seguro que dijéramos que no sabíamos quien eras y porque estabas aquí, además de que nos sentiríamos menos intranquilos, no te sientas mal pequeña, entendemos porque lo hicieron —y su madre seguía siendo tan dulce, no podía entender como no estaban molestos conmigo por esto, pero aun así lo agradecía, porque quería seguir sintiéndome parte de su familia, aunque legalmente no lo fuera.
—Además, solamente una persona que ama a otra es capaz de hacer la clase de sacrificio que quisiste hacer tú —miré a Anna cuando dijo eso y estaba segura de haberme sonrojado.
—Pero no pude evitar que lo lastimaran —las lágrimas nuevamente querían salir de mis ojos, pero intenté que no lo hicieran, no quería llorar más.
—Al igual que él no pudo evitar que te lastimaran a ti —su padre puso una de sus manos sobre las mías —Linda, ya no estas sola en el mundo, ahora tienes a Caleb y a todos nosotros para darte apoyo y todo el amor que necesites, si quieres aceptarnos como tu familia, claro.
—Yo, no sé qué decir —estaba segura de que amaba a Caleb y quería estar con él, también ser parte de su familia, pero no sabía si Caleb sentía lo mismo por mí, si solo le gustaba o sus sentimientos eran mas profundos que eso.
—No digas nada, solo acepta que sean también tu familia —murmuro Caleb y apretó mi mano, al parecer no estaba dormido como pensaba.
—Caleb —susurré en medio de un sollozo, ahora si las lagrimas salieron libres, los brazos de la señora Lawler me rodearon, haciendo que llorara aun mas sin ser capaz de detenerme.
En los brazos de la madre de Caleb había dejado salir la tristeza y angustia acumuladas las últimas horas y por la forma en que me sentía, también los sentimientos de años atrás, porque el peso de mi corazón desapareció, por primera vez en mis veintitrés años de vida, me sentía tranquila en todos los sentidos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La familia de Caleb es una ternura. Los amo demasiado. Francy
